Capítulo IV

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Tercer grado, esto es divertido, porque es el tiempo en el que a los niños les empiezan a gustar las niñas y viceversa, en mi caso me gustaba Lauren desde los cuatro y también me gustaba a los 8, pero yo tenía una rata detrás de mí y Lauren tenía otras dos, está demás decir que me moría de celos cada vez que esos niños pendejos la perseguían y le daban notitas o alguna puta flor que arrancaron del puto jardín de la escuela.

En fin, que ella tenía a los pendejos de Brad Simpson y Luis Santos detrás de ella, mientras yo tenía al estúpido Austin Mahone tras de mí. Pues ese año estábamos cerca del día de San Valentín, yo tenía listo mi regalo y mi declaración de amor para Lauren, todo estaba perfecto y todo tendría que salirme bien (o eso pensaba yo) lo que no tomé en cuenta es que en cuanto llegara a la escuela iba a estar Austin esperándome.

— Hola, Cami - dijo con su sonrisa de estúpido - Te traje esto - me extendió una carta 

— Ammm... Gracias Austin, la leeré luego, tengo algo de prisa

Traté de escapar de él, pero sujetó mi mochila, se abrió y lo primero que cayó al suelo fue la carta para Lauren. Él la tomó y en ese momento Cell sintió el verdadero temor, es decir, me asusté demasiado porque él se diera cuenta de mis sentimientos por ella.

— ¡Dámela Austin! - grité intentando arrebatarle la carta de las manos. Pero era demasiado tarde, él ya la había abierto y ya estaba leyendo el contenido, mierda

— ¡Te gusta Lauren! - dijo mientras se reía a carcajadas - ¿Acaso no ves que dos chicos gustan de ella? Es obvio que va a preferir a alguno de los dos antes que a ti, ¿Por qué ella te haría caso?

— Porque Camila es la persona más linda del mundo y es mucho mejor que tú o que cualquiera de los ineptos que trate de tener mi atención, porque es obvio que mi atención sólo le pertenece a mi Camz - ¿Lauren había dicho que yo era SU Camz? ¿Suya? Pues sí, ese fue lo que ella dijo - Así que dame esa carta y lárgate, Mojón

— Es Mahone - corrigió el pequeño idiota

— Me da igual, ahora dame esa carta - dijo Lauren y seguido de eso le arrebató la carta - Eres un tonto, Mahone. Y no vuelvas a acercarte a Camila

Ella lo prometió, prometió que me protegerá y eso es lo que siempre ha hecho, pero tal vez era mi turno defenderla a ella.

— ¿O si no qué, Jauregay? - dijo Mahone. Pero antes de que Lauren pudiese responder, me tiré sobre él y comencé a golpearlo.

Lauren me separó de él y me llevó a nuestro "lugar secreto" en la escuela, que en realidad era un matorral a la par de una quebrada en la parte de atrás de la escuela. Lo descubrimos un día mientras tratábamos de huir de Miley y su séquito, desde entonces nos escondemos ahí cada que una tiene algún problema.

— Gracias Camz - me dijo Lauren

— Era mi turno de defenderte, Lolo, no es nada - me sonrió y me dio un beso en la mejilla

— Voy a leer tu carta, Camzi

— Mmm... Me... Me da pena, Lolo - otro beso en la mejilla

— Aquí tengo la mía, léela mientras yo leo la tuya

Asentí, y como todos estos años he guardado esa carta, escribiré exactamente lo que dice, pero lo haré sin los errores ortográficos que Lauren tenía cuando la escribió (ahora es una obsesiva con la ortografía), la carta contenía lo siguiente:

"Querida Camz, la verdad no sé cómo comenzar a escribir esto, supongo que debo decirte que me gustas, y me gustas como a las princesas les gustan los príncipes, sólo que en nuestro caso tu serías mi princesa rosada y yo tu Príncipe verde... Nah, eso se escucha muy mal, mejor, tú serás mi dragón rosado y yo seré tu unicornio verde. Te amo Camz, y espero que sientas lo mismo que yo."

Recuerdo que casi lloro al leer esa carta, en serio que me hizo feliz leerla, Lauren también estaba feliz al leer la mía. Se la pedí específicamente para escribirla aquí, y mi carta decía lo siguiente:

"Lolo, seré directa, me gustas mucho, en serio mucho, tú me gustas más que ir a la playa o que las películas de Disney, es más, ¡Me gustas más que los plátanos! Y a veces me imagino estando contigo, y besarte como lo hacen los personajes de las películas que miramos juntas. Quiero que sientas lo mismo, y si no lo sientes entonces no me dejes de hablar porque me pondré triste :(( te amo Lolo ❤"

Ella sonrió luego de leer la carta, y me miró, nos quedamos viendo fijamente a los ojos y comenzó a acercarse lentamente, yo la imité... Y ese fue nuestro primer beso, un contacto de menos de un segundo, pero fue mágico, desde ese momento yo no he probado otros labios que no fuesen los de Lauren, y ella no ha probado otros que no sean los míos. Claro está que después de ese primer beso, nos dimos más, pero más largos, y cada vez se iban haciendo más especiales, aunque ahora no nos podemos besar sin que eso pase a ser algo más.

CAMREN || En tus últimos díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora