Gotcha

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Hoy desperté más temprano de lo normal. Intente moverme pero unos brazos fuertes me tienen acorralado. Pensé que Jae ya estaba despierto, pues él acostumbra a despertarse muy temprano para escribir en su diario. Suele salir a la terraza y sentarse justo en la orilla, siempre lo regaño pero según él solo así puede concentrarse.

Aunque me gustaría estar en los brazos de mi Peachie más tiempo, se hace tarde y justamente hoy jugaremos paint ball o gotcha o como se diga. No le he dicho a mi duraznito de esto ya que es una sorpresa porque le encantan este tipo de juegos. Traté de salir de su confortable agarre pero es imposible. Solo me queda plan b.

—Jae...—dije en casi un susurro y moví mi cuerpo para que él también se moviera. Pero parece un tronco, no se mueve en absoluto.—Jaehyunnee.

—Mhmm.—un Jaehyun somnoliento me contestó.

—Despier-

—No.—dijo con una voz grave en mi oído, lo cual hizo que mi piel se erizara, para después abrazarme más fuerte y voltearse boca arriba quedando yo encima de él como un oso de peluche.

—Jae necesito que despiertes porque tengo una sorpresa para ti.—le golpeé el pecho para que por lo menos abriera los ojos pero ni ruido hizo.

Entonces acudiré a mi otro plan. Como estaba encima de él y no estaba tan lejos de su entrepierna, me escabullí más abajo y me acomodé de modo que mi entrada estuviera encima de su erección matutina y después empecé a moverme en círculos. Eso definitivamente lo despertó y enseguida puso sus manos en mi cintura.

—Pero que manera de despertar—una sonrisa se había formado en su hermoso rostro.—Buenos días, Taeyongie.—se había acomodado de manera en que su espalda quedara en la cabecera de la cama. Se inclinó para besarme mientras que yo seguía creando fricción en su pene que ahora está más duro que antes. Yo le correspondí el beso mordiendo su labio inferior. Tenía que ponerlo caliente para que mi plan funcionara y así fue. Ahora él simulaba estocadas encima de las únicas prendas que nos separaban y yo soltaba gemidos casi inaudibles en su oído.

Cuando estaba a punto de despojarme de mis prendas, salte afuera de él y me puse mis pantuflas. Eso definitivamente sorprendió a Jae que creía que estábamos a punto de hacer el amor. Todavía estaba medio dormido y su cara parecía a la de un niño cuando pierde a su mamá en el supermercado, se veía tan tierno pero soy un travieso para que negarlo.

—Lo siento Jae, hoy no.—le dirigí una mirada y una sonrisa traviesa para después hacer un puchero y simular con mi dedo índice una lagrima caer en mi mejilla. Él me miró sorprendido de mi bipolaridad para después fulminarme con la mirada.

—Lee Taeyong ven para acá aún no hemos terminado.—me apuntó con su índice .

—Tal vez tú no pero yo sí.—solté una carcajada al ver su cara llena de frustración.

—¿¡Qué se supone que haga con esto!?—apuntó ahora a su erección. Sus grandes músculos estaban tensos y eso hacía que sus bíceps, pectorales y abdominales, que tanto amo, resaltaran aún más. Estaba a punto de ceder por esa gloriosa vista pero me encanta hacer enojar a Jae, solo un poquito jijiji.

—Son las 8 de la mañana y tenemos que estar ahí a las 8:30, así que date una ducha fría o utiliza tu mano sin ensuciar, pero rápido porque luego se nos hace tarde.—yo ya me estaba poniendo mi outfit, solo faltaba Jae y el todavía estaba en bóxers.

—Tarde para qué.—estaba muy confundido y excitado. Tanto que apretaba las sábanas que estaban a sus costados con sus manos. Sus venas se veían por la fuerza aplicada y DIOS, creo que el que está siendo tentado soy yo.

Las notas de Jaehyun  ||  JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora