4. Traumas

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¡FELIZ NAVIDAD! ^_^ 
Espero que las pocas personitas que estáis leyendo esto paséis unas buenas fiestas y que.. os esté gustando aunque sea un poco esta historia. Acepto cualquier tipo de Feedback, es la primera vez que escribo un fic owo
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Hermione salió corriendo del aula de D.C.A.O, sentía su respiración muy acelerada y su corazón palpitaba de forma frenética. Tanto que no vio el pie que alguien le puso hasta golpear sus rodillas en el suelo. 

Se giró y vio a Malfoy con toda la rabia que tenía. No estaba teniendo un buen día, la clase le había recordado todos los horrores de la guerra y estaba muy nerviosa. Tampoco ayudaba el hecho de que Malfoy no parase de molestarla desde que habían llegado. Pero sin duda esto último había sido la gota que colmaba el vaso y Hermione sentía que no podía frenarse a sí misma.

-Sangre sucia, a ver si miramos por donde vamos- se carcajeo Malfoy mientras se levantaba.

-Eres un crío, madura- le dijo Hermione.

-Ooh, la sangre sucia nos ha salido respondona- dijo con una sonrisa ladeada.

-Por lo menos no soy un matón muggle cualquiera- le escupió hermione con toda la rudeza que pudo.

-¿Qué me has dicho? ¡Repítelo si te atreves!- dijo Malfoy mientras la miraba con furia y los puños cerrados.

-Que eres el típico matón muggle de colegio.

Nada más terminó de decirlo Malfoy la empotró contra la pared de atrás sujetándole por el cuello de la camisa.

-Si quisiera podría matar a cualquier muggle, incluidos tus padres en menos de 5 segundos así que no me compares- siseo Malfoy.

Hermione echa una furia por la mención de sus padres le dio una bofetada que resonó en todo el pasillo.

-¿Cómo te atreves...?- dijo Malfoy iracundo abriendo los ojos.

-A diferencia de ti no soy una cobarde.

-¿Y quien fue la que huyó del compartimiento del vagón?- Dijo con su típica sonrisa.

-Por lo menos yo luché por lo que quería, tu fuiste un cobarde que no pudo enfrentar a Voldemort ni siquiera reconocer o no a Harry, sigues bajo las túnicas de tus padres- le miró directamente a los ojos.

Malfoy no podía controlarse y sacó su varita, apuntándola directamente a la cabeza. En ese momento le daba igual ir a Azkaban, solo pensaba en ponerla en su lugar. No podía permitirse que le ningunearan de esa forma y menos una sangre sucia, el resto se le subiría al cuello. Que su familia hubiese perdido el respeto de la sociedad, no significaba que se lo pudiesen faltar. 

-Repítelo si te atreves- le dijo todavía apuntándola con la varita totalmente serio y fuera de sí.

- ¡Ves, eres un maldito cobarde!- Le gritó Hermione, desafiándolo con la mirada.

-Cruc...- Empezó a decir Malfoy pero lo detuvo un grito que salió de la boca de Hermione.

Malfoy sorprendido la soltó y vio como caía al suelo, deslizándose por la pared hasta estar de cuclillas y cubriéndose la cabeza con los brazos, sin dejar de chillar. Era un grito estridente. Malfoy no sabía que hacer, había bajado su varita. 

Él no había lanzado el hechizo, estaba seguro de eso, pero entonces ¿por qué  Hermione estaba chillando y temblaba? Empezó a retroceder justo cuando una puerta se abría y guardó con rapidez su varita. 

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