Capítulo XI - Eterno

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A ver... Se suponía que esto fuera para navidad pero como que me tarde un par de horas más, según yo quedó súper largo (? O al menos más de lo normal xD

Pero bueeeeno, feliz navidad!

Gracias a babycoccinelle por ayudarme a elegir un formato para este capítulo. Literal, escribí como 3 veces el capítulo de diferentes maneras hasta que me decidí por escribir de esta forma... Espero haber elegido bien c':

Y especialmente dedicado a Lady_Broflovski porque que pasó una noche buena muy mala y aunque me tardé y ya son las 4 am del 26, espero que le guste y haya tenido un bello 25 uwu Y tenga un mejor año nuevo!

Debo aclarar que hay muchos "flashbacks" y se diferencian porque están escritos de esta forma, como los pensamientos de los personajes.

Escuchen la canción cuando más les parezca, como cuando lo menciono en la historia o un poco más adelante, cuando hacen sus votos 😍 O ambos ( ͡° ͜ʖ ͡°)

Bueno, disfruten uwu

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Respiró profundamente, casi estrangulando al ramo de flores que tenía en su mano. Los nervios afloraban en su pecho y mirando a la mujer a su lado, que sostenía un pañuelo en sus ojos, explotó en una lluvia de palabras.

—No puedo, tengo miedo. Quiero irme. ¿Podemos dejarlo para otro día? Estoy temblando tanto que parezco Tweek. Ma, ¿y si no lo hago feliz? Tal vez después de tantos años juntos se arrepienta. ¿Qué hago si se lo toma ma-—Se calló al sentir las manos de su madre apretando sus mejillas.

—Kyle, ¡deja de hablar tan rápido!— Las lágrimas que segundos antes parecía tener al borde de los ojos se esfumaron y solo quedó un ceño fruncido ante la palabrería de su hijo. —No vine de tan lejos para que tengas miedo.— Sentenció, para luego suspirar y aflojar tanto el agarre como su expresión. —Si no supiera que se aman con todo el corazón, nunca hubiera aceptado su relación, hijo. Todos antes del gran momento sentimos que preferimos correr… ¡Pero son los nervios! Y nada te hará más feliz que llegar al altar y pensar que ambos lucharon tanto para llegar a este momento.— Kyle nunca podría decir que esa mujer era la misma que hace años pateó al rubio de su casa por pensar que la homosexualidad era una abominación. Rió de solo pensarlo.

Promesa [K2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora