El perro

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El pequeño ratón gris estaba buscando comida para el Señor Gato entre la tierra, no muy lejos de la pequeña cueva a la que ellos llamaban "Hogar", hasta que algo rompió ramas y movía unas hojas, se notaba que no era un depredador por su falta de sigilo así que siguió en lo suyo hasta que algo lo llamo a sus espaldas.

-¡Hey, Psss! Pssssss~ - Se oía atrás de el, una voz agradable a los oídos, ni muy fuerte ni muy baja, pensando que era otra presa giro sobre si mismo listo para soltar un "Si, ¿que pasa?" hasta que vio a un gran perro, con unos colmillos afilados, el roedor se asustó tanto que salio corriendo a la su casa dejando su búsqueda de lado y como era de esperarse de un perro promedio, este lo persiguió pensando que de un juego se trataba, pero el perro se detuvo al ver al ratón entrar en una pequeña cueva y luego en un bulto peludo y pinto dentro de esa cueva.

-¡Hey! ¡Sal de hay, quiero seguir jugando contigo!- Grito y luego ladro 2 veces el can emocionado por su, según el, nuevo amigo.

El perro se sorprendió al ver que el bulto peludo se levantaba y se giraba, era un gato pinto con una enorme cara amargada, sus orejas bajaron un poco y se encogió pero volvió a su postura normal y relajada en poco tiempo.

-¿Oye, tu no quieres jugar también!?, ¡¡Genial ahora tengo a dos nuevos amigos!! -Decía emocionado el perro moviendo su cabeza y cuerpo de un lado a otro.

El gato saco sus garras y arañó serca de la cara del perro que se encogió colocando sus orejas hacia atrás y escondiendo la cola entre sus patas, el canino sabia que era una advertencia y que los gatos no eran famosos por ser amistosos y sociables, por eso su comportamiento sumiso ante el felino.

-Aléjate de el y de aquí, es MI territorio- Dijo molesto el gato que salio más de la pequeña pero oscura cueva dejando ver a un ratón asustado en su cabeza abrazando una de sus orejas.

El perro de inmediato recordó a aquel gato gris y el ratón café que se peleaban siempre y que solía ver con su dueño en aquella caja de luces y colores, por ende lo primero que me vino a la mente era que su "amigo" el ratón estaba en peligro.

-¡OH POR DIOS, EL TRATA DE COMERTE¡ ¡Tranquilo yo te ayudo!- Al terminar sus conclusiones el perro se agachó gruñendo y ladrando al gato que ahora estaba más que enojado.

-¡YA LARGO DE AQUÍ!- El minino enseño sus colmillos mufando con el pelaje erizado al perro para luego arañar con fuerza al antes nombrado que por suerte logro moverse antes de que el golpe impactará.

-No te preocupes, no me rendiré, juro que te rescatare de este feo gato callejero- Aseguro el perro inocente mirando al ratón.

-El Señor Gato no es malo y no me va a comer, ¡y mucho menos feo!- Dijo algo indignado el ratón.

El gato al escuchar lo último se avergonzó mirando a otro lado y el perro cada vez miraba con más curiosidad al ratón.

-El es mi único amigo- Confesó el ratón esperando a cambio insultos o una platica sobre que eso es tabú,pero solo vio como el perro corría en círculos y luego paro en seco sacando la lengua y jadeando.

-¡OH POR DIOS, USTEDES SON GENIALES¡ ¿Cómo se conocieron? ¿que come el gato? ¿si le da hambre al gatito, piensa en comerte?- el canino bombardeada con preguntas a los dos mamíferos mientras corría enfrente de ellos de izquierda a derecha o en círculos, haciendo que las 2 placas de su collar sonarán a cada paso que daba el can, cosa que al gran felino no le gustaba.

-Ya cállate, me irritas- el gato se sentó aun con el ratón en la cabeza.

-Oh, perdón- el can se disculpo y luego se sentó de golpe moviendo su cola como aspas de helicóptero.

-Por lo visto tienes familia, ¿que haces en el bosque?, de seguro algún tonto humano te busca- Menciono irritado el felino que ahora se había acostado.

-Mi papi me servía comida y vi que el portón estaba abierto, así que salí a visitar a los vecinos,pero cuando me di cuenta estaba aquí y luego olfateando en el suelo y viendo cual era la mejor rama para llevarle a mi papá vi al ratonsito- Dijo el perro mientras veía curioso al ratón que bajaba de la cabeza de el gato y se acurrucaba entre las patas de este.

-¿Entonces estas perdido?- Pregunto el ratón cómodo entre las patas de el gato.

-Si- Dijo alegremente el perro.

-Eres un ingenuo, no durarás ni un día- comento irritado el gato que lo veía fijamente.

-Entonces me quedare con ustedes, traeré mis cosas- Dijo feliz el can que tomo en su osico la rama que había seleccionado de entre tantas otras y poniéndola en el piso de roca de aquella cueva soltó un "Listo" alegremente.

-Ni creas que te quedaras aquí, ya tengo a alguien a quien cuidar- Dijo el gato molesto viendo al ratón que le sonreia mientras abrazaba sus patas.

-Pero pue- Fue interrumpido por una voz gruesa.

-¡BOBY!- se escuchó un grito no muy lejos.

-¡Es mi papá, vino por mi, nos vemos luego, te traeré comida!- Dijo el perro mientras corría en dirección de la voz.

-Espero no verlo de nuevo, si no, nos tendremos que mudar y eso es mucho trabajo- comento el gato acurrucadoce con el ratón mientras ronroneaba.

-Señor gato, Usted es un flojo- Se quejo el ratón divertido viendo al gato.

"Señor Gato"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora