El cilantro

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Al día siguiente, dos días antes del gran evento, la vieja contestó por la suyas como si nada hubiera sucedido, pasó de ser la vieja repitiliana máxima a una princesa Disney. Mandó al marido a entregar las invitaciones, dando cara por ella.

-Hola, oye, corta. Nada que ver como trataron a mi mujer, no se lo merecía...

-No le alcanzamos ni a decirle ''ALÓH'' a tu mujer y me empanó a chuchás, estuve a punto de llamar a Don Francisco pa' decirle que se le había escapado un niño -contestó la choriza de mi compañera Betsy-

.Bueno, aun así. Acá están las invitaciones, igual todo en buena. Para más a futuro si necesitan otra vez el servicio, acá estamos todo bien.

-Espérate sentado en la plaza, estoy que trabajo contigo otra vez –la Betsy levantó el dedo medio y se retiró perrísimamente y nos fuimos felices como lombrices a entregar invitaciones-

Al llegar a la universidad, todos se habían ido y cagamos, tuvimos que entregarla las cajas después, obviamente el profesor nunca se enteró porque si no, hubiera quedado la mansa zorra y yo para vainas de ese tipo a esa altura del año, las hacía pasar palabra.

El día del evento nos levantamos con las gallinas y nos dispusimos a avanzar todas nuestras preparaciones para dejar con triple impaktragedia y con una lágrima en la garganta hasta el profe más duro de todos. Me instalé en un mesón y comencé a producir los postres de gorda lechona, como solo yo, como lechona sé hacerlo.

Una vez finalizado todas las preparaciones, comenzaron a llegar los invitados y nosotros, todos eufóricos le apretamos el acelerador a la chalatilla empezando a despachar. Estábamos en pleno servicio cuando noté al Ozuna, ayudándonos en el servicio, garzoneando vestido como Christian Grey, uf, k suculento. Ahí me entró el tiritón, más nerviosa que paloma en Perú, sentía como me derretía lentamente.

-Mira weona, no puede ser más lindo con nosotros ese hombre –le dije a la Eli lo más bajito posible-

-Ay weona, basta. Al menos díselo para que avispe -me alentó, pero a mí me dio como 4 kilos de pera y evacué la misión-

Después de 8 horas en pie, cocinándole, sirviéndole y con más hambre que ladilla de brasileña, el profesor nos invitó a la sala y -de forma elocuente se tiró un discurso para terminar el evento, en el cuál lloré más que cuando falleció el perro de Marley y yo. Fue la despedida y ahí supe que no tendría más oportunidad de decirle algo al Ozuna así que este era mi momento. YA CTM, TENÍA QUE DARLE CON TODO y si no resultaba, ¿Qué tanta weá? Me pegaba un paloma mami nomás <<salvaje como Amazona, no existe el que me doma>> y era, ya no me acuerdo y si no me acuerdo no pasó. Balazoh para los jile, abrazo pa' los amigues. Me acerqué con más nervio que chancho en fiestas patrias.

-Hola, ¿Cómo va todo wachito? – me acerqué lentamente sudando internamente, calocha a mil-

- Weeena, súper! Qué bueno que les salió todo bien –me abrazó. CTM, CÁLMATE, ES SÓLO UN ABRAZO, AY WEÓN TRAIGANME AGUA, UNA BOLSA DE PAPEL Y UN CONFORT PA SECARME, AHORA O NUNCA-

-Oye, tengo que hablar contigo y decirte una cosa, que espero no te moleste pero, ya que vamos a salir, quizás no tenga que verte más y la vergüenza será momentánea –Sentía como me sudaba hasta el intestino grueso-

-Sí, obvio, dime nomás wachita –AY CTM, PARA! QUE ME DA CALOCHA-

-Pucha, ya, espero que tampoco tu polola se enoje, no quiero que me cobre sangre por sangre watón bairon.

-JAJA no tranquila, estoy soltero así que nadie te pegará por no sé qué cosa...

¿PERO KHÉEEE? <<reproducción automática de SO HAPPY TOGETHER- THE TURTLES-

-Oh que lata, lo siento por eso

-Ya no importa jajaja pero dime nomás, te escucho...

-Eh...que me gustaría ser cilantro, para estar siempre en tu sonrisa -¿QUÉ HUEÁ DIJE?

-¿Ah? –quedó confundido-

-Que me gustai, eso, ya me tengo que ir, las cabras me esperan bai –corrí más rápido que señora haciendo montoncito por un duende mágico en oferta-  

¿Esta hueá es el amor en la universidad? PT 2Where stories live. Discover now