Capítulo 2
-Profesor
-¿Por qué no intentas llamarme por mi nombre?
-¿De verdad puedo?
-Te lo estoy pidiendo ¿no?
La sonrisa en el rostro de Harry no podía ser más grande, llevaba tiempo queriendo llamarlo por su nombre pero temía que creyera que era igual que su padre, a sus cortos 12 años Harry había descubierto como fue realmente su padre a su edad, sabía que jamás le tuvo respeto a sus profesores y mucho menos a los alumnos, no necesito pensar demasiado para darse cuenta que su profesor favorito había sido uno de los muy probablemente muchos objetivos que tuvo James Potter
-Severus - susurro cohibido
-Dime Harry, ¿Qué necesitas? - ¿Cómo era posible que fuera tan amable con él? Cualquier otro vería al arrogante de su padre en él y no dudaría en maltratarlo
-Ya que Voldemort intento matarme y no tengo la menor idea del porqué, me preguntaba, si usted sabe cuáles son sus ideales, ¿Qué es lo que está buscando?
Observo el ceño de Severus fruncirse mientras continuaba moviendo lenta y con precisión el contenido del caldero, y es que llevaba ya 72 horas elaborando aquella poción.
-Aún que suene increíble e incorrecto, quiere protegernos – contesto despegando la vista del caldero, viendo a su alumno Favorito (en secreto) dejar a un lado sus deberes prestándole completa atención – Cada vez somos más conocidos, un niño hijo de muggles como Granger cada verano al volver de Hogwarts les muestran a sus padres lo que aprendieron después van con sus abuelos o tíos, y estos les cuentan a sus personas de confianza, lentamente todo el mundo muggle sabrá que existe un mundo mágico
-¡Harán lo que sea por ser como nosotros! – Exclamo el ojiverde con terror
-Exacto, el Señor Tenebroso quiere evitar que eso pase, tomará a los hijos de muggles para entregarlos a familias sangre pura y los mestizos dejarán de existir.
-No es tan malo, ¿Por qué nadie se ha detenido a pensarlo?
-Por cómo quiere conseguirlo, básicamente quiere matar a todos los muggles que sepan de nosotros.
-oh! Entonces Dumbledore, el ministro y todos ¿quieren que todos nos conozcan?
-No estoy seguro, pero al interponerse al lord es lo que parece.
***
-¿Crees que Lucius pueda convencer al Lord de hablar conmigo?
Había una sola cosa que Severus era capaz de tanto amar como odiar del menor y era su seguridad, amaba que se sintiera capaz de hacer cualquier cosa pero eso mismo significaba que no se detendría hasta conseguirlo.
-Probablemente, pero no estoy muy seguro – Snape contesto y es que realmente no tenía ni la menor idea, tanto Harry como Voldemort eran impulsivos, ataco ahora pregunto después, era difícil adivinar lo que harían.
-Hay que regresar a Hogwarts, Voldemort no tardara en comenzar con la batalla al verse traicionado.
-Aun no puedes controlar tal cantidad de magia – Estaba preocupado, Harry era más poderoso de lo que todos imaginaban y se esforzaba por intentar proteger a quienes lo necesitaran, anteriormente lo había intentado con 20 personas y aun que la misión fue casi exitosa el cuerpo de Harry había sufrido daños muy graves al salvar a Sirius del velo de la muerte
***
Después de conseguir la profecía los alumnos salían del ministerio de magia seguidos por mortífagos, cualquier persona que los viera creería que les estaban persiguiendo sin embargo eran su guardia, todo había salido a la perfección hasta que la orden del Fénix llego, rápidamente comenzaron a lanzarse hechizos fingiendo llevar rato pelando, Harry sabía que esa "batalla" no terminaría fácil, por lo que libero su magia dándole forma de manera que ni el mismo podía describirla, lo único que estaba seguro es que protegería a sus amigos, los mortífagos y a algunos miembros de la orden del Fénix, era difícil mantenerlo todos estaban en constante movimiento, en cuanto su mirada se conectó con la de su padrino se deslizo entre sus recuerdos para encontrar al traidor, Severus se había encargado de darle pistas falsas a la orden, no se sorprendió al ver a la rata inmunda de Pettigrew, un súbito mareo le hizo perder concentración anulando la protección en todos en la habitación, observo con miedo como un hechizo alcanzaba a golpear a su padrino arrojándolo contra el imponente arco de piedra, no podía perderlo también a él, Remus jamás lo perdonaría, ni siquiera se dio cuenta de cómo lo hizo, toda su magia había rodeado al mago haciéndole atravesar el arco como si no existiera, la adrenalina, la pelea y finalmente Voldemort le habían mantenido distraído hasta que una vez calmado sintió sus huesos fracturarse haciéndole gritar de dolor.
***
-sé que no podré proteger a todos, pero si todo sale como lo planee solo será sobre 10 personas.
-si es demasiada magia detente de inmediato, ¿Entendido?
Harry tomo la mano del pocionista sonriendo – de acuerdo – haberse enamorado de aquel hombre era sin duda lo mejor que le había pasado en toda su vida, podía recordar vagamente los días que estuvo en enfermería, el dolor era demasiado y su magia parecía fuera de control, sin embargo, escuchaba leves y dulces palabras del mayor diciéndole que todo estaría bien.
Trono sus dedos e inmediatamente escucho como petunia salía de la casa sin decir una palabra apoderándose de los labios del mayor, sabía que si debían huir debía ser al mundo muggle y por obvias razones jamás regresaría a Privet Drive, con un sencillo imperius tuvo a los Dursley bajo su poder, Petunia resulto ser casi tan buena como un elfo doméstico, Vernon comenzó a trabajar sin descanso hasta tener el dinero suficiente para comprar la casa en la que se hallaban en ese momento, actualmente se encontraba desangrándose lentamente en el suelo de la cocina de su casa y Dudley era un bueno para nada, solo necesito decirle que saltara a las vías del tren cuando este se acercara para poder deshacerse de él.
-¿Una vez todo esto termine volverás al mundo mágico? - Susurro con seriedad el mortífago acariciando la espalda del más joven mientras este suspiraba recostado en el torso del mayor.
-sí, pero no sé cuándo, si todo sale bien, no habrá ninguna batalla, terminaré mi último año y después quiero ser solo un adolescente normal... intentaré no tardar demasiado, te visitaré todos los fines de semana
-No creerás que te dejare solo ¿o sí? – Preguntó
-Tú tienes tus clases en Hogwarts, y eres el director
-puedo tomar un año sabático, lo tengo bien merecido, y 17 años trabajando en la escuela sin salir para nada me ha generado una buena fortuna, en cuanto todo esto termine seré completamente tuyo
-¿de verdad? – La esperanza en la voz de Harry dejaba bastante claro que aquello era lo que más deseaba.
Subiéndose sobre el abdomen del mayor comenzó un lento vaivén, no importaba cuantas veces hayan ya probado los labios del otro, siempre parecía la primera vez.
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Enchanted Silence
FanfictionResumen: No iba a mentir, había planeado esa última frase desde hace meses pero tenía miedo de decirla, apretó su agarre en el ante brazo del lord cuando este le quito la palabra - Harry James Potter, ¿Juras cumplir con la profecía y matarme una vez...