— ¿A dónde crees que vas Jade? —Detuve mis pasos cuando escuche la voz de Aniza detenerme, no tenía un rumbo fijo pero...tampoco es que fuera a hacer algo bueno o para nada comprometedor.
—Shhh...—Lleve las manos a mis labios indicando que bajara la voz, era de noche y todos probablemente ya estaban en la cama—Silencio Aniza, ¿Acaso quieres despertar a papá? —Ella negó con la cabeza, nadie quería despertar a mi padre y mucho menos que él descubriera que estaba fuera de la cama cuando debería estar durmiendo.
—Regresare dentro de unos minutos, solo quiero ir por un vaso de agua, además...—Le señale mi rostro con las mano, indicándole que tenía el niqab puesto—Tengo todo correctamente puesto...regreso dentro de unos minutos.
Ella me miro con los ojos entrecerrados, pero después soltó un suspiro y asintió. Tome con el mayor cuidado posible el pomo, mi habitación estaba a un lado de la de mi padre y hasta que me alejara unos metros debía evitar hacer ruido, quería evitarme explicaciones.
No tenía que negar mis verdaderos motivos por los que estaba fuera: Quería ver al alemán por segunda vez e intentar que se viera como lo más casual posible.
— ¿Pero qué haces afuera a estas horas Jade? —¡¡Dios!! Escucharlo y saber que era Mohamed, calmo un poco el latido apresurado de mi corazón, si hubiera sido Zafira o Alí iba a tener que dar muchas explicaciones.
—Solo quiero un vaso con agua, ¿Debo preguntarte lo mismo? —El negó con la cabeza y sonrió, Mohamed era muy atractivo pero lamentablemente era como un hermano para mi, pues ambos habíamos sido criados por la misma madre, no podría considerarlo como algo mas...seria...extraño.
—No, solo reviso que todo esté en su lugar antes de irme a acos...—Él se detuvo abruptamente cuando escucho una risa, una que provenía de una mujer, Zafira— ¿Has escuchado eso? Viene de la sala—Aseguro el, mientras me tomaba del brazo y me colocaba detrás de un pilar.
—Es Zafira—Susurre, el me observo con el ceño fruncido como si se preguntaba qué estaba haciendo fuera, probablemente lo mismo que yo, mordí el interior de mi mejilla derecha con nerviosismo.
¿Acaso estaba ganando terreno? Eso sin duda era algo que esperaría de una persona como ella.
—Ven aquí—Me tomo nuevamente del brazo y me condujo a hurtadillas hasta la entrada de la sala, en el sofá estaba ella, acostada sobre el mientras observaba sus uñas, Karim estaba en uno de los individuales bebiendo la copa de alguna clase de vino, con la mirada fija en las acciones de mi prima.
—Nunca he conocido Alemania señor Schneider, pero es algo de lo que sin duda no pierdo la esperanza—Ella le sonrió de una manera coqueta que me hizo hacer una mueca de desagrado, ¿Qué planeas Zafira? —Espero que usted pueda cumplirme ese capricho llegado el momento.
Karim alzo una de su perfiladas cejas como si no se creyese que se le estuviera ofreciendo o algo por el estilo.
—Lo lamento señorita Saadi pero no puedo asegurarle nada, no cuando no solo es usted la que esta casadera en esta casa—Zafira se puso seria y negó con la cabeza.
Mohamed me hizo una especie de seña que no pude comprender, le indique que esperara y que me dejara escuchar por un rato más.
—Ah...Jade—Murmuro mi nombre con desprecio y con pesar—No veo por qué debemos incluirla en nuestra platica, después de todo si yo estuviera en su lugar ni siquiera la contaría—Le dijo ella con una sonrisa.
—No veo el motivo del porque debo excluirla—Zafira rio, lo que estaba por venir sin duda no iba a gustarme.
—El Emir jamás le permitirá que se muestre a usted, nunca nadie la ha visto, ni siquiera yo...nadie sabe lo que esconde debajo del niqab y eso no es algo muy conveniente para alguien como ella...la princesa—Escupió con rencor.
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La Mirada de Jade ©| Only Dreame
RomanceLa vida de Amed Saadi ha estado llena de desgracias, la muerte de su segunda esposa Fariha al dar a luz a su hija menor, Jade, la muerte de Abdul el principe heredero y su unico hijo varón y al final el desceso inminente de su primera esposa, todos...