CAPÍTULO 6 "UN CAFÉ"

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NATHAN

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NATHAN

Necesitaba que fuera cierto que el tiempo cerraba las heridas que hace la vida. precisaba un quizás, un tal vez, un no se, pero una respuesta que no fuera el no. estaba cansado de lidiar con un montón de pena, que solo ensombrecía mi corazón y no aliviaba mi conciencia. una culpa que pesaba en mis hombros, pero era un peso que me negaba a soltar, porque creía que si lo soltaba entonces estaría soltando también a mi hermana, y aunque hayan pasado meses, aun no estaba listo para despedirme por completo de ella. no estaba listo para soltarla por completo. porque ella nunca soltó mi mano en las noches en que el miedo no me dejaba, no dejó de abrazarme en los momentos más difíciles, no me dejo ir cuando yo insistí en hacerlo. era un dolor que quería. porque si no sentía ese dolor entonces no sentiría nada más.

pero... quizás tenía una opción. una oportunidad de hacer las cosas bien.

miré a jessica sentada en el pequeño sillón al lado de la ventana, leyendo alguna novela rosa. verla ahí sentada me hace querer tener la misma tranquilidad que transmite. pero provoca algo mejor en mí. ella provoca inspiración, cuando mi mente permanece vacía. provoca querer salir del hueco en que estoy.

-¿te provoca un café?-interrumpo su lectura, con la primera excusa que se me ocurre.

-un expreso, por favor.-levanta la mirada de sus lineas y apoya el libro abierto en su pecho. mientras me regala una sonrisa cálida. se pone de pie, camina hacía la que es su habitación y regresa un minuto después con dinero en sus manos.

-yo invito-.añado rápidamente.

-en ese caso, yo te acompaño entonces.-me alegra que lo dijera.

toqué la tímida hoja en mi bolsillo. de algún modo la idea que antes se formó en mi mente cobraba sentido cada vez que la veía a ella. una simple hoja, un momento complicado. sabía exactamente que un poco de color lo plasmaría en el lienzo del destino. creí antes que era una locura y me estaba precipitando, pero a veces las locuras son lo mejor que podemos hacer.

salimos del departamento en completo silencio. el coffee shop quedaba solo a unas cuadras de distancia. en el recorrido no dejé de preguntarme que pasó hace unas horas, estaba tan distraído sobre el hecho de que jessica estuviera en mi casa que no me detuve ni un momento a cuestionar lo ocurrido con su teléfono. estaba seguro que sacar el tema a coalición solo empeoraría la critica situación por la que suponía que pasaba ella. lo poco que supe fue que la persona en la otra línea era su padre. deduje que tenía problemas con él, como yo los tenía con el mio, pero raramente pensaría que alguien fuera capaz de tener problemas con ella. pero todos tienen problemas , solo que algunos prefieren ahogarse con ellos y otros dejarlos a flote. sabía por experiencia propia.

viví por años en una casa elegantemente vacía, con dos tipos de personas, dos tipos de problemas, dos tipos de métodos para solucionarlos. mi padre, ambicioso, exigente, autoritario. mi madre, vanidosa, arrogante, perfeccionista. cassie, simplemente cassie. mis padres flotaban en conjunto con sus problemas financieros, de pareja, de convivencia, de intolerancia. mientras cassie... cada día se ahogaba con los suyos, hasta quedar hundida con ellos. también me estaba ahogando con los míos, pero mientras mas hondo llegaba más me acercaba a ella. y ese era mi cometido.

El Sonido Del MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora