Una capa de sudor recorre por todo su cuerpo, su respiración se agita cada vez más.
A lo lejos puede ver como un lobo negro con ojos color marrón aparece de entre la oscuridad del bosque, una mirada de odio y dolor; con paso lento se acerca a su cuerpo, entra en pánico al saber que su cuerpo no responde a su petición de transformarse y hacerle frente a aquella criatura.
Cierra los ojos por instinto, puede sentir el aliento del otro ser tan cerca de ella, solo que ahora ya no siente la ira que en un inicio presentaba, poco a poco abre los ojos con la sorpresa de no ver a la criatura de antes ahora se ve el rostro de una hermosa chica; Camila.
Observa como en el rostro de la chica se forma una hermosa sonrisa, que de a poco se desvanece, entreabre un poco los labios para decir algo.-lauren, lauren- escuchó una voz saliendo de sus labios, pero esa voz no le pertenece, esa voz es de... -LAUREN! Ya despierta, otra vez tuviste una pesadilla. Ve cómo estás hasta sudando.
Como lo sospechaba, esa voz solo podía pertenecer a dinah jane.
-No quiero, déjame dormir un poco más.- se quejó la ojiverde cubriéndose la cabeza con la sábana de la cama.
-Ya has dormido suficiente, ¿sabes acaso qué hora es?- cuestionó dinah, mientras hacía el esfuerzo por quitarle la sábana de la cabeza.
-No me importa, hoy es el único día en el que puedo descansar de la semana siendo una persona normal, sin tener que transformarme en un animal todo el tiempo- espetó con algo de rabia en sus palabras, aún haciendo fuerza en las sábanas sobre su cabeza.
-Lauren, es lo que eres. Es lo que somos todos aquí, es nuestro destino ser así, ademas, tú no eras así. A ti te encantaba la idea de llegar a ser un gran alfa, tal como tu padre lo es- dijo recordando las palabras que la ojiverde siempre decía eso cuando era apenas una niña- pero después de lo qué pasó hace dos años, cambiaste totalmente.
Dentro de las sábanas lauren yacía en lágrimas al recordar sus sueños de pequeña, es verdad que ella siempre quiso llegar a ser la líder de la manada, al menos su padre le decía que ella era la indicada para serlo.
Esto le provocó mucha rabia a la ojiverde, recordar el pasado, y llegar al momento en que todo se volvió en una pesadilla para ella, quitó de encima la sábana que la cubría y de un solo movimiento logró tirar a dinah de la cama al suelo y sobre ella sostuvo sus manos encima de su cabeza, inmovilizándola por completo.-Tú qué vas a saber si no viviste lo que yo, hacer las cosas que hice yo estando consciente de todo- reclamó, estando aún sobre su mejor amiga. Su caras estaban tan cerca, lauren tenía tanto los ojos como la cara rojos de la furia- me hubiera gustado que eso solo fuera una pesadilla y no algo con lo que voy a cargar toda mi vida. Eran gente inocente, comprendes? No es algo que olvidaré de la noche a la mañana.
Dinah sabía que había tocado un punto delicado desde que mencionó los sueños pasados de la ojiverde, pero ver a su mejor amiga sufriendo día con día por el mismo motivo la hacía sufrir también a ella.
Lo único que buscaba era encontrar una forma de ayudar a su amiga para que deje de culparse cada momento.-Lo siento, dinah. No debo tratarte así, no es tu culpa- dijo en cuanto se dio cuenta de que se dejó llevar por su instinto, levantándose de poco a poco de su mejor amiga.
Estiró su mano hacia la chica que seguía tumbada en el piso de su habitación, tratando de ayudarla a reincorporarse de nuevo.
-Está bien, laur. Sé que esto no es fácil, también es mi culpa por ser tan estúpida a veces y seguir recordándote aquel suceso- dijo acercándose a la ojiverde para rodearla con sus brazos y proporcionarle algo de apoyo moral.- pero te prometo que te voy a ayudar a superarlo, todo es temporal, hasta el dolor. Recuerda eso.
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Salvaje tentación
Science Fiction-¿Por qué lo hiciste? -¿Crees que yo pedí ser un monstruo?