Capitulo 10

2.6K 196 13
                                    

POV LAUREN
Caminamos en silencio por un buen rato, nadie dijo nada. No estaba segura de que decir, o si yo debía empezar por hablar, pero a la vez no quería decir nada, me gustaba tenerla cerca, caminar a un lado de ella. Me hacía sentir en una paz indescriptible, solo hasta que recordaba el motivo por el cual nos encontrábamos aquí.

-Camila. Te llamas Camila, no es así? -quise romper algo de aquella tensión que se había formado

-Si, me parece que ya no tengo que presentarme. Como sabes mi nombre? -cuestionó deteniéndose un momento para mirarme.

Sentí unos tremendos nervios al ver de nuevos sus ojos, esto estaba tan mal, tanto que me daba miedo el saber del poder que tenía en mi.

-La noche en la que nos vimos por última vez, así te llamó tu compañera. Y por alguna extraña razón se me ha quedado en la cabeza desde entonces- quise excusarme, queriendo aparentar que no tenía el mínimo interés de saber más de ella.

-Ah si, esa noche.- se giró de nuevo comenzando a caminar derecho.-quiero decirte que no me arrepiento de lo que hice. Me arrepiento de haber fallado.

No esperaba esa contestación. Pero no me quedo más que ir detrás de ella.
Era increíble, nunca nadie me había dejado sin palabras antes, normalmente son los demás los que se sienten intimidados estando conmigo, pero aquí es al revés, es ella quien me intimida.

-Camila, podemos parar de una vez y empezar a hablar de lo ocurrido? Nos estamos tardando más de lo debido.- detuve mi caminar esperando a que ella lo hiciera.

Caminó unos cuantos pasos más, pensé que jamás se detendría hasta que finalmente paró en seco y se giró a verme.
Su mirada cambió, su calor corporal subió en aumento, era muy notorio.
Sabía que pasaría después, pero aún así traté de mantener la calma.

-Camila, relájate. Quiero decirte que esa no es la solución al problema- retrocedí unos pasos en caso de que tuviera que echarme a correr- tú bien sabes que esto no nos conviene a ninguna de las dos.

-Cállate! - la forma de su cuerpo comenzaba a deformarse, sus prendas de a poco se estaban rasgando, bien se escuchaban las costuras quebrándose.

-Tú no sabes nada respecto a cómo me siento. De cómo lo he pasado en los últimos dos años- el pelaje negro se hizo notorio en su rostro, al igual que los colmillos crecían.

-Tienes razón, soy la culpable de tu sufrir en todo este tiempo.- hablé lo más segura y sincera posible- pero Camila, escúchame. Yo también he sufrido todo este tiempo por lo que pasó esa noche.

-Tú no serías capaz de sentir nada- la transformación estaba casi completa, al menos aún podía oír su voz saliendo de su boca. - eres un ser insensible y despreciable.

-Eso ya lo sé. Estoy segura que me odio igual o más de lo que tú lo haces.- no me moví de mi lugar, pero aún así estaba alerta por cualquier movimiento que pudiera hacer la castaña.

-Por qué lo hiciste?- cuestionó con la voz quebrada

-Crees que yo pedí ser un monstruo? -espeté con dolor en mi voz

Ya no escuché contestación por parte de ella, en cambio noté que finalmente su transformación estaba completa.
No me moví, parecía una presa fácil, pero no se la iba a dejar tan fácil. No sin antes dejar las cosas claras con ella.

De un momento a otro balanceó su cuerpo en un rápido movimiento hacía mi. Si que era rápida.
Pude esquivar su ataque, sin embargo no del todo porque si logró darme por un costado con su garra.

PRESENTE

Siento el líquido caliente sobre mi piel, volteo mi vista hacia mi brazo izquierdo y como era de esperarse, está brotando sangre de la herida causada por mi atacante.
No es una herida tan grave, el dolor aún no se hace presente pues sé que la adrenalina ayuda en el momento.
Dirijo mi vista hacía aquellos ojos marrones, entiendo perfectamente su sentimiento. Está esperando una respuesta ofensiva de mi parte, quiere que me transforme y luche con ella, pero claramente no lo haré, pues obviamente sé que puedo ser peor en ese estado.

Salvaje tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora