pesadilla quinta: ¿deberia bajar a comer?

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Kakashi estaba recogiendo sus cosas para regresar a casa junto a su doncel Iruka y así pasar lo que quedaba de esa templada y tranquila tarde de domingo, su jefe y estudiante, Sasuke Uchiha, ya había regresado a suplirlo en su tarea de cuidar de Naruto de aquella cosa sobrenatural ciclada con mal genio, recordó su primer día viviendo esas experiencias fuera de lo normal, creyó en su inocencia impropia de un adulto de su edad que no se exaltaría por un par de cosas que se movieran, pero verlo a través de la pantalla de la televisión en tu casa sin espectros completamente seguro es distinto a estar en una casona victoriana con un doncel y una bebé a quienes tienes que proteger de algo a lo que no puedes simplemente golpear para alejarlo, la hombría y valentía que creía poseer se le iba por el caño, al menos las primeras veces, es horrible experimentar algo que no entiendes y que no puedes controlar, antes, al ver esa cantidad de series sobrenaturales quería ser explorador paranormal y experimentar tales situaciones, ahora que las experimentaba, había decidido que las evitaría en la medida de lo posible después de que el asunto de la casa de su jefe fuera solucionado. Los programas los seguiría viendo, sí, pero solo hasta ahí, esas cosas era mejor experimentarlas desde bien lejos.

— Bueno Sasuke, me voy por hoy — anunció Kakashi ajustándose la máscara médica que portaba al puente de su nariz, Sasuke, quien miraba por una ventana de la sala de la televisión cargando a Suzume volteó hacia él de cabello blanco, los movimientos rítmicos con los cuales mecía a la bebé mostraban que el azabache tenía intención de que ella durmiera su siesta de la tarde que siempre tomaba después de comer.

— Bien, Kakashi, saluda de mi parte a Iruka — respondió Sasuke tranquilamente sentándose en el sofá, la bebé había cerrado los ojos ya, sus manos pequeñas y empuñadas descansaban en el pequeño pecho que se movía a un ritmo algo elevado, los bebés respiraban relativamente rápido en comparación a los adultos.

— El lunes a las...

— a las 7 — completó Sasuke la frase que Kakashi había dejado en el aire.

— aquí estaré — dijo antes de desaparecer en el recibidor, lo siguiente que se escuchó fue la puerta de entrada cerrándose con delicadeza, aún así el sonido de la madera maciza recorrió toda la sala de la televisión donde estaba Sasuke haciendo cierto eco en las paredes.

En esa soledad silenciosa se sintió enormemente incómodo, cohibido de estar en su propia casa, una sensación tal, como si fuera intruso en el hogar ajeno pero era amablemente bienvenido y ser bienvenido en su propia casa por un desconocido era precisamente lo que lo incomodaba, trató de tranquilizarse viendo las noticias y un par de capítulos sueltos de series en la televisión y así permaneció un par de horas, pero más temprano que tarde se puso de pie y buscó el coche de Suzume , iría por Naruto quien en esos momentos seguro estaría en la tienda para comprar la cena, el rubio había salido para ir al registro para sacar copias originales de registros personales, Naruto volvería a estudiar para terminar el último año que dejó a medias, y después había declarado sus intenciones de ir a la tienda a comprar algunos ingredientes que faltaban en la alacena, esta noche tenían planes de cenar pastas, hacía mucho que no comía esa especialidad de Naruto, sus pastas.

Metió a Suzume en el coche y la abrigó debidamente, la tarde estaba bastante fresca y si no abrigaba correctamente a su hija Naruto lo mataría, Sasuke se puso su chaqueta sobre su habitual estilo de camiseta negra y jeans oscuros que adoptaba para estar en casa siempre que tenía la oportunidad de usar otra cosa que no fuera trajes, por supuesto, eso no quitaba que su vestuario variara según la temporada, en invierno usaba los mismos jeans sí...pero usaba un suéter cuello tortuga de lana, aunque fuera negro eso era variar algo...

Tomó las llaves de la casa, su cartera y su identificación, también las llaves de su auto por si fuera necesario, este estaba estacionado fuera en la entrada del garaje y después de ponerse unos tenis salió tal y como Kakashi había hecho hacía un par de horas, sin mirar hacia atrás bajó la incesante idea de que si lo hacía vería algo extraño detrás de él...cerró la puerta mientras aquello en las escaleras le veía irse...en su oscuro rostro difuminado sin facciones era indescriptible su sentir.

NightMare SasunaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora