Love Someone [Scorbus]

Capítulo 4

Mientras caminaba por los pasillos de Hogwarts, ya un poco más calmado, sintió el alivio de por fin haber soltado todo lo que estuvo conteniendo por meses. No lo había hecho de la mejor manera ni en el mejor momento, pero ya no sentía ese horrible nudo en la garganta, no se sentía asfixiado por sus sentimientos. Estaban allí y se sentían bien. Aunque Scorpius ya no lo vería igual que antes y tardarían en volver a ser los mismos, sentía un peso menos sobre sus hombros y quizá, ahora que lo había dicho, podría superarlo más rápido. Bueno, no lo creía demasiado posible, pero siempre fue alguien optimista.

Cuando llegó al salón que buscaba, entró sin pedir permiso como siempre hacía. Se sorprendió al ver que Teddy no estaba solo, sino que James tenía ambas manos apoyadas en su escritorio, a ambos lados del cuerpo Teddy.

Teddy se había incorporado a las clases hace pocos días, desde un comienzo iba a ser el profesor titular, así que la directora había contratado un suplente hasta que regresara de su viaje por América.

—¿Interrumpo algo? —preguntó desde la puerta, sin atreverse a entrar.

Teddy respondió que no, al mismo tiempo que James decía lo contrario.

—¿Necesitabas algo, Albus? —preguntó Teddy con una sonrisa amable y un tono ligeramente avergonzado.

—¿Podemos hablar?

El de cabello azul asintió y miró a James, pidiendo que se retire sin palabras. Bufó y caminó hacia la puerta, revolviendo en cabello de Albus al pasar junto a él.

—No piense que esta conversación queda por aquí, profesor Lupin —dijo sin mirarlo, antes salir del salón.

Teddy carraspeó y asintió sin mirarlo.

—¿De qué querías hablar? —preguntó un momento después.

Albus le contó lo que había sucedido sin omitir detalles, soltando el nombre de Scorpius un par de veces, pero Teddy no pareció sorprendido. Se preguntó que tan obvio había sido con respecto a sus sentimientos.

—¿Crees que me odie o sienta asco de mi? —preguntó jugando con sus dedos.

—Deberías dejar que Scorpius te diga que piensa de todo esto. Él te quiere muchísimo, fue tu mejor amigo por todos estos años, no va a odiarte.

—No creo estar preparado para enfrentarlo justo ahora.

—Si quieres puedes quedarte en mi habitación esta noche.

—¿De verdad?

Teddy asintió.

* * *

"¡Por tu culpa ahora te amo, y no se que hacer con eso!"

Esas palabras no salían de su cabeza desde que Albus las gritó. ¿Qué se supone que debía hacer él con una confesión como esa de parte de su mejor amigo? Sonaba egoísta, pero hubiese preferido que se guarde sus sentimientos para él mismo.

—¿Estás bien? Te noto un poco raro.

La suave voz de Rose lo quitó de su propio mundo, donde parecía perderse demasiado últimamente. Miró a la pelirroja a los ojos, pensando en la primera vez que la vio y lo hermosa que le había parecido. Lo seguía siendo, era la chica más hermosa que ha visto en su vida pero, ¿por qué no sentía esa necesidad de besarla o abrazarla? ¿Por qué su corazón no latía desbocado, ni se sentía nervioso o al menos emocionado?

¿Rose le gustaba realmente? ¿Cuando la veía... sus ojos brillaban como los de Albus al mirarlo? Y ahí estaba Albus otra vez, cada vez que intentaba desviar el rumbo de sus pensamientos, Albus simplemente regresaba a ellos, como si no pudiera pensar en otra cosa o su vida fuera casi dependiente de su amigo. Había compartido muchos años con Al, era difícil simplemente dejar de pensar en él de un momento al otro. 

—¿Pasó algo con Albus? ¿Aún sigue evitándote?

Pasó las manos por su rostro, frustrado. No lo había notado antes, pero siempre era así. La gente siempre suponía lo mismo cuando lo veían diferente: Albus. 

* * *

La habitación sin Albus se sentía vacía, cada momento de su vida en los últimos días se sentía así.

Siempre había querido que Rose formara parte de su vida, ahí se sentiría completo. Ahora tenía eso que deseó por tanto tiempo, pero no tenía a Albus, que había sido su vida entera desde siempre. No entendía sus propios sentimientos, ni por Rose ni por Albus.

¿Por qué seguía pensando en sus ojos y sus palabras? ¿Por qué no pensaba en Rose más que para cuestionar sus sentimientos por ella?

Pensó en el incómodo primer beso que tuvo con Rose, ¿por qué lo fue? Siempre creyó que su primer beso con Rose sería increíble. Había imaginado que sería en un lugar increíblemente romántico, que su estómago dolería de tantas mariposas que iba a sentir, y entonces miles de fuegos artificiales estallarían en el cielo, como si fuera la escena de una película. No fue así. Siquiera se acercó un poco. Rose simplemente lo besó cuando le pidió una cita, no sintió nada diferente. Solo algo de nervios, y creyó que era lo normal, las cosas no pasaban como en las películas. Quizá mejoraría con el tiempo.

* * *

—Bésame.

—¿Qué? —Rose levantó la mirada de sus libros, confundida por la repentina petición de Scorpius.

—Que me beses.

Rose se levantó para sentarse junto a Scorpius, algo incómoda por la situación. Tomó el rostro del rubio entre sus manos y se acercó hasta que sus labios se tocaron.

Scorpius cerró los ojos y se dejó llevar. Los labios de Rose eran suaves, también sus manos en su nuca, pero otra imágen se formó en su mente. De repente ya no era Rose quien lo besaba, sino unos labios ligeramente más gruesos y sorprendentemente suaves, manos más grandes que se aferraban a él con timidez. Ya no estaba en la escuela, sino en una estación de metro no demasiado lejos de la mansión y su padre lo esperaba en una plaza... Y no era Rose, sino Albus a quien besaba.

Se apartó bruscamente, provocando que casi caiga de la silla. Miró a Rose avergonzado por su comportamiento, llevando la mirada a sus manos poco después, ¿cómo podría mirarla luego de imaginar algo así? ¿Por qué ese recuerdo llegó de repente? ¿Por qué no se apartó cuando imaginó que besaba a Albus, sino cuando notó que en realidad no era así? Si de verdad hubiese besado a Albus, ¿se habría apartado?

-Te gusta -dijo Rose, apoyando su rostro en una de sus manos para mirarlo con interés.

-¿Qué?

-Albus. Te gusta Albus, ¿no es así?