| 31 |

498 54 30
                                    

IMPORTANTE

Este capítulo contiene escenas explícitas que pueden incomodar. Procura leerlo bajo tu responsabilidad.

Playlist:

Earned It - The Weeknd
Thirsty - Taemin
Let me love you - Ariana Grande
Playboy - EXO
Suffer - Charlie Puth


Ahora sí disfruten.








Me estaba divirtiendo bastante junto con TaeHyung. Habíamos ido a comer unas hamburguesas y ahora nos encontrábamos en el centro comercial. No voy a negar que el simple hecho de salir con él me ilusiona más con el paso del tiempo.

Estuvimos hablando como si de amigos que no se ven desde hace tiempo se tratase. Me gustó no haber comentado sobre las fotos y demás. No entendía cómo con una simple sonrisa o accion lograba acelerar mi corazón al instante.

TaeHyung se percató que a unas cuadras del centro había una tienda en donde había visto una camisa. Dudoso acepté, no me parecía correcto ir, aunque vamos, de solo saber que, si me siento en esas sillas donde esperas, TaeHyung estará sacándose la ropa. Podré parecer un asqueroso pervertido pero no puedo evitarlo.

- Es aquí, Hobi. - Sí, hasta me había asignado un maldito apodo, y no iba a negar que me encantaba saber que de cierta forma, ya sea amistosa o amable, le intereso lo suficiente para tomarse el tiempo de ponerme un apodo.

La tienda era extremadamente inmensa y parecía contener precios realmente caros. No me preocupé al respecto, total yo no iba a comprar nada. Entramos y, por la ropa que veía en todo el lugar, sabía que nunca podría comprar algo de aquí.
Miré a TaeHyung, que parecía encantado con el lugar. Inconscientemente sonreí, y él pareció percatarse de ello, me devolvió la sonrisa. Y juro que vi, de alguna forma, a cupido flechándome por completo, dejándome como un idiota.

Me quedé esperando a Tae en las sillas que se encontraban a unos metros de los vestuarios. Estaba a punto de dormirme hasta que, un jodidamente hermoso y sensual TaeHyung salió del vestidor con unos malditos pantalones ajustados y una camisa negra que lo dejaba más perfecto de lo que ya era. Ésta estaba con cuatro benditos botones sueltos.

Tragué seco toda la saliva que tenía atorada en mi garganta a causa de la sensualidad de mi vecino y, tratando de ocultar una notable erección, caminé hacia él.

- Joder, te queda genial. Realmente genial. - Dije encantado con la imagen que mis ojos presenciaban. Él rió, un tanto incómodo, pero de igual forma apoyó mi opinión. Nuevamente se dirigió al vestidor mientras yo me quedaba a la par de su cortina.

Pensándolo bien, no tenía nada de malo mirar. Es decir, no estaría violando su privacidad si no se entera, mucho menos si soy precavido. Moví, solamente un poco la cortina, y me encontré con un TaeHyung totalmente desnudo.

No podía creerlo, simplemente no podía. Estaba viéndolo totalmente desnudo, con toda su anatomía a mi merced. Intenté no hacer ruido alguno, pero me fue imposible.
Obviamente él giró, y vaya rostro de asombro puso cuando me vio. Incluso si estaba que me hacía en los pantalones, fingí neutralizar mi rostro. Cerré la cortina detrás mío y, con todo el miedo del mundo, tomé a TaeHyung de la cintura, mientras que con la otra mano tomé su pene.

Él gimió de forma tan exquisita que no pude contenerme y lo besé, mientras que con ayuda de mis brazos, lo apoyé contra la pared. Sorprendentemente me siguió el beso, desesperado saqué mi remera que en este momento estorbaba por completo. Solté a TaeHyung para desnudarme por completo. Así quedando los dos expuestos al otro. No aguanté más y lo cargué de nuevo.

Empezó a tocar mi pene, por lo cual hice lo mismo mientras tocaba sus glúteos. Lo senté en la pequeña silla que se encontraba a un costado del vestidor, y metí su pene en mi boca. Sus gemidos me prendían cada vez más, que con rudeza, tomé sus piernas y las coloqué en mis hombros. Mientras probaba su sabroso pene, metí dos dedos de mi mano izquierda, totalmente secos en su ano. Se sorprendió pero no dejó de jadear ni gemir en ningún momento. Quité la atención de su pene para llevarla a su delicioso ano. Lo probé como siempre había fantaseado. Sus gritos de placer aumentaba, y no importaba el resto, estaba con él.

Dejé de chupar su ano e introduje mi pene en él. Estaba jodidamente apretado, dándome una sensación llenadora. No tomé importancia a la espera y lo embestí fuerte y profundamente, tanto que sentía su próstata tocar mi glande. Besé sus labios, intentando calmar mis ganas de romperle todo su precioso trasero.

- Metelo más, metemelo todo. - Su voz sonaba deliciosamente aguda y desesperada. Empecé a penetrarlo más, tanto que no había rastro alguno de mi pene. El ruido que causaba su ano contra mi miembro era tan placentero que me prendía más.

- P-ara, bebé, detente. - Hice caso omiso a su recado, y, con un simple movimiento, me sentó en la silla. No me importó en lo absoluto y le besé, succionando toda su boca. Los chasquidos de su boca con la mía eran música para mis oídos.

- Ahora voy a follarte yo.

Tomó mi pene y empezó a chuparlo. Gemí fuerte, causando un cosquilleo en mi estómago. Tomé su cabeza y la empujé hacia mi pene, podía sentir como éso causaba arcadas en su boca. Empecé a mover mi tórax contra su boca, metiendo mi pene por completo en su boca. Antes de venirme, mordió mi glande, y ver mi semen en todo su rostro fue malditamente sensual.

Me hizo chupar dos dedos, que con gusto acepté el primero entrando en mi ano. De la nada lo sacó, dejándome extrañado. Rió y me cerró los ojos. Antes de poder quejarme de lo que fuera, sentí como metía su puño entero en mi ano.

- Agh me duele, joder, más.

Empezó a meter y sacar su puño repetida veces, volviéndome loco. De pronto me dolía como un infierno, y ahí me percaté de que estaba sangrando.

- Mmmh, estoy sangrando. Joder, chupa.

Y así como lo pedí, sacó su mano de mi ano, intercambiándolo por su larga lengua. Se sentía tan excitante, podía sentir su lengua tocar mi próstata. Bastaron unos minutos hasta que me vine por sexta vez en su boca.

- Bebé, estuviste genial.

No respondí, simplemente le besé apasionadamente, tratando de demostrarle todo lo que siento por él. Seis rondas después, nos estábamos vistiendo como si nada hubiera pasado.
No quería dejar las cosas así, quería estar con él. Tomé su rostro entre mis manos, admirando su rostro.

- Sal conmigo, quiero tenerte y probarte siempre. Me tienes loco, joder, te amo. Deja a tu novio y ven conmigo, te haré el amor durante toda la noche, tanto que olvidarás que alguna vez ése idiota metió su pene en tu precioso ano. Te quiero solamente para mí, dame ese deseo.

Su rostro mostró total sorpresa ante mis palabras. Me besó, de forma tierna, y dijo:

- Bebé, si no quisiera salir contigo, no te hubiese probado tantas veces.

Besé sus labios, totalmente feliz, sabiendo que ahora, era official.

Estábamos juntos, y no importaba nada más que nosotros.










AQUÍ EL LEMON PECADORAS.

ESPERO Y LES HAYA GUSTADO ;)

I love you a todxs❤

obsessive man ©vhope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora