| 35 |

341 35 8
                                    

Me levanté de una cama que en definitiva no era mía, frunciendo el ceño al instante. No recordaba nada de lo que pasó ayer, miré alrededor de la habitación, la cual no tenía idea de quién era. Estaba vestido, por lo que me calmé, había pensado que tuve algo o que me encontraría con alguien durmiendo a mi lado, sintiendo alivio al saber que eso no pasó.

Salí del cuarto para llegar a la cocina, en donde estaban casi todos los chicos desayunando lo que parecían ser galletas y jugo natural. Saludé a todos con un simple gesto, riendo al ver sus rostros. Si yo me sentía agotado, no me imaginaba cómo estaban mis amigos.

- ¿Alguien se acuerda de lo que pasó ayer? - Preguntó Jackson con intriga. Todos nos miramos, tratando de recordar aunque sea la mínima cosa, pero no era posible con todo el alcohol que habíamos tomado.
Negamos un poco confusos, pero sobre todo asustados. Al no saber nada sobre lo que hicimos, millones de escenarios pasaron por nuestras cabezas. De pronto en mi mente se generó una imagen, Lay masturbando a Jackson. Me di una bofetada mentalmente al pensar aquello, debía recordar qué pasó, no imaginar cosas absurdas.

- Luego del beso entre Jongin y Kyugsoo, no recuerdo nada más. - Dijo Chanyeol, tomé mi jugo mientras asentía un tanto desanimado. Nadie se acordaba de nada, lo que me jodía demasiado, quizá y habíamos tenido una orgía entre todos y nunca lo íbamos a saber.

Las horas pasaron volando, contando secretos íntimos y chistes entre todos. La verdad que no le dimos muchas vueltas al asunto en cuanto lo que había pasado ayer, dejamos de lado ello y seguimos la tarde de lo más normal.
Algo de lo que me percaté fue de la mirada que me dirigía Jungkook. No entendía qué le pasaba, pues me miraba como si quisiese matarme, revivirme y volver a matarme de nuevo.
Tampoco me haría un dilema respecto al tema, por lo que ignoré su presencia toda la tarde, hasta que me habló.

- N-necesitamos hablar. - De pronto su tono era asustado, como si yo fuera una especie de dragón o algún asesino. No dije nada y me levanté del sofá, dando de escusa a los chicos que Jungkook había mojado su remera y que le buscaría una. Lo gracioso fue que me creyeron, y eso que no era mi casa, por lo cual el ayudar en éso a Jungkook era deber de Jackson, aunque no fuera de verdad, pero qué importa.

Llegamos a la habitación en donde había dormido, y como si hubiera visto algo aterrador, sus ojos se tornaron rojizos, como si quisiera llorar. Menudo cobarde tenía que ser, no me interesaba el porqué de su actuar así que no pregunté. Estuvimos unos minutos en silencio, él parado exageradamente lejos de mi persona y yo acostado en la cama, esperando que algo de lo que quería hablar salga de su maldita boca.

- ¿Y?, ¿Vas a hablar o no? - Cuestioné mientras miraba sus manos, que estaban en forma de puños, como si estuviera conteniéndose a no hacer una locura.

- Y-yo recuerdo lo que pasó ayer.

El silencio reinó de nuevo en nosotros, volví mi vista a él, que por lo que fuere que le había puesto mal, estaba llorando. La verdad que esto era patético, si se acordaba de lo que había pasado lo obvio era decirlo con todos los chicos, yo no tenía nada que ver con lo que sea que lo ponía así.

- ¿Y?, Vamos con los chicos y diles. - Solté, él parecía vacilar ante mi respuesta, como si estuviera decepcionado de algo. Ya no quería lidiar con esto, por lo que decidí acceder. - Olvídalo, dime qué pasó.

- Pues, ustedes decidieron jugar al beso o roce y Jongin se besó con Kyungsoo. Luego les tocó a Jackson y Lay hyung, ellos no querían besarse por lo que tuvieron que elegir la otra opción. S-se tocaron y luego de eso todos se durmieron. - Terminó, un tanto melancólico a mi parecer.

¿Solamente eso?

Por un momento pensé que diría algo como que matamos a una persona y la enterramos en el patio de Jackson o que habíamos tenido sexo entre todos. Reí por lo poco que pasó, es decir, alguien en estado de embriaguez total hace aunque sea una estupidez, lo que me sorprende que no llegó a pasar.

obsessive man ©vhope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora