Ya había pasado una semana desde que TaeHyung y yo peleamos. He estado llamándolo todos los días y no me responde. He preguntado por él al dueño del apartamento y tampoco sabe absolutamente nada. Espero que no esté con el maldito de su novio, no toleraría saber que están juntos.
Yoongi ya no estaba conmigo y no podría pedirle consejos a nadie. Ahora que lo pensaba, no tenía a quién acudir en casos como éstos. Es lamentable que a mi edad no tenga amigos, por lo que decidí lo que haría.
Haría amigos y trataría de olvidar a TaeHyung.
Ni siquiera yo me creía el último recado pero podía intentarlo. Tomé mi chaqueta y salí de mi apartamento. Las calles estaban desiertas y abundaba un frio que me causaba temblores en mis articulaciones.
Tomé un taxi y a media cuadra y pedí que me llevaran a un club nocturno. Llegué en menos de cinco minutos, quejándome mentalmente por no haber caminado hasta allí y no tener que gastar dinero.
Entré y de inmediato un bullicio estridente me incomodó. Había muchísima gente lo cual era obvio y la música resonaba por todo el lugar. Fui hacia la barra un tanto aburrido, pues pensé que el aura del lugar me pondría de buen humor, que resultó ser totalmente lo contrario. Pedí una cerveza simple y me dispuse a ver como la gente se divertía.
No sé cuánto tiempo me quedé mirando a la nada que no me percaté de que un chico pedía mi atención.
- Hola, ¿estás solo?
Pensé que me encontraría con alguien mayor y para nada apuesto, sorprendiéndome al ver a un chico no más grande que yo, con buen cuerpo y rostro realmente atractivo.
Sonreí nervioso, pues el chico era una maravilla y no entendía cómo podía acercarse a mí.
- Hola. - Tartamudée un tanto confundido. Todavía seguía perdido en sus ojos.
- No respondiste mi pregunta
¿Acaso preguntó algo? Porque no tenía ni idea de lo que me hablaba.
- Mmh, ¿Preguntaste algo? - Joder, estaba arruinando todo. Y como por arte de magia, me acordé lo que había preguntado. - Oh, ¡Sí! Digo, estoy sin compañía.
¿En serio Hoseok?, ¿Sin compañía?
- Pues si quieres puedes venir conmigo y mis amigos. Pensamos en ir a casa de uno de ellos. Ya sabes, para hablar y tomar una que otra cerveza.
Dudé un poco, es decir, era un completo extraño y no tenía ni la menor idea de cómo eran sus amistades. Miré sus ojos, los cuales mostraban sinceridad. Me odié mentalmente por lo que estaba a punto de hacer pero necesitaba despejarme un poco de todo.
Claro, ¿Me los presentas? - El chico asintió al instante y me llevó al segundo piso del club, donde me indicó con la mano dónde se encontraban sus amigos.
Eran alrededor de ocho si no me equivoco, no parecían malas personas por lo que mi confianza aumentó y con una sonrisa caminé hasta el grupo.
- Hola, me llamo Hoseok. - Saludé de forma desinteresada, para no mostrar mi nerviosismo, pues los chicos eran realmente lindos.
- Hola, yo me llamo Kai. - Saludó un chico moreno, parecía alto y se notaba lo ejercitado que estaba su cuerpo. Luego de saludarme el antes mencionado, todos se presentaron y juro que casi me desmayo, por dios, estos hombres no pueden ser tan bellos.
Estuvimos unos minutos hablando de nuestras vidas, gustos, lo normal. Chanyeol, el chico que me encontró en la barra, me dijo que faltaba un amigo pero que no tardaba en venir.
- ¿Dónde está Kookie? Él nunca falta. - Dijo Yugyeom, unos de los menores del grupo, junto con el chico que mencionó y Sehun.
- Ese niño, estuvo todo el día buscando donde vive un ex suyo. Según dijo lo buscaba para conquistarlo de nuevo, pero nada serio, en unos minutos viene. - Respondió Chanyeol.
