Where Were You In The Morning? » l.s

♫ Seis: Consecuencias

Harry se está riendo como si no hubiese un mañana, a su lado Dylan está exactamente igual. Frente a ellos, está una muy molesta Keyla intentando verse los pies, bajo una gran barriga de seis meses, inútilmente, claro. Su estómago duele y tiene que sujetárselo con ambas manos para intentar aminorar el dolor. Pero es en vano, porque sigue riéndose.

—¡Basta! —Chilla molesta la novia de su amigo—son unos estúpidos

Es entonces cuando suelta a llorar. Inmediatamente dejan de reír. Dylan se levanta de la cama para abrazar a su muy hormonal y embarazada novia, le susurra un par de cosas al oído y nota como Kayla se comienza a calmar. Cuando se separa del pecho de Dylan, tiene los ojos y la nariz roja.

—Lo siento—Se disculpa Harry, apenado. —No queríamos hacerte llorar.

—¡No, no, no! —dice, separándose de Dylan y sentándose al lado de Harry. Toma la mano del rizado y le da una sonrisa—lo siento yo, esto del embarazo me tiene extremadamente hormonal y lloro por todo.

—Pero te ves linda—Le dice Harry. Nota las mejillas de la chica colorearse—te sienta bien el bebé.

—Gracias encanto—besa la mejilla de Harry y se vuelve a Dylan—¿Qué hora es? —pregunta—tenemos que estar a las seis treinta en el médico.

—Son las cinco y quince ¿Quieres salir ya y pasar por un helado?

—¡Sí, sí quiero! —Ayudan a Kayla a levantarse de la cama y a colocarse los zapatos. Harry besa la frente de su amiga y abraza a Dylan.

—Me avisan que pasa—pide—recemos para que se deje ver esta vez y podamos definir el nombre.

—Lo haremos—Dylan palmea su espalda—Cuídate, nos vemos mañana.

—Adiós chicos.

Los despide en la puerta y luego la cierra. La soledad de su habitación le recibe inmediatamente. Por alguna triste razón eso le apena, se ha acostumbrado a estar rodeado de gente, de sus amigos, de compañeros de clases, de sus alumnos. Sí, Harry ha comenzado a hacer tutorías, este ha sido un nuevo semestre escolar y ha comenzado fuerte. Harry ha estado más que dedicado a olvidar por completo lo que ha sucedido los meses anteriores y es por ello que simplemente se mantiene en constante movimiento.

Se deja caer en su cama, rebotando contra el colchón y soltando un suspiro en el proceso. Mete la mano dentro de su pantalón y saca su móvil, busca el número de Sanders y le envía un mensaje preguntándole si saldrán esta noche a algún sitio y si puede unírseles. Su amigo responde positivamente y le dice que puede llevar a más personas, así los tragos salen más económicos. Piensa en Zack, así que le envía un mensaje preguntándole si quiere ir y cuando este dice que le parece bien, decide que tomar una siesta de dos horas no está nada mal.

Cuando se acomoda, su cabeza reposando en la almohada y sus brazos abrazando la otra. Piensa en Louis. Piensa en cómo estará, si Theo estará con él. Piensa en cómo todo ocurrió la última vez que se vieron. Sin querer, piensa en la mirada dolida y sin sentido del chico y como esta le ha atormentado desde aquel entonces. Maldice en voz baja y cierra los ojos, necesita dormir. Necesita dejar de pensar mierdas y relajarse esta noche, ¿Quién sabe? Tal vez tenga suerte y conozca a alguien que sea su gusto y que le agrade para llegar al baño y tener algo de sexo sin compromiso. Sí, no le gusta eso, pero si es lo que tiene que hacer para dejar atrás los ojos azules de Louis, lo hará.

Se despierta unas horas más tarde, cuando son cerca de las diez. Decide que ha sido un tiempo prudente y sabe que estará listo para salir más o menos a las once de la noche. Recoge sus cosas y va directamente hacia las duchas, se talla todo el cuerpo y es ahí donde le da una mirada curiosa a su entrepierna. ¿Será necesario que se depile? Quiere decir, Harry jamás ha sido una persona de mucho vello corporal, de hecho es casi inexistente, pero está allí. ¿Qué pasa si a su pareja le gusta totalmente depilado? No, ni una mierda, él no tiene pareja y la verdad es que le resbala lo que un extraño que probablemente no volverá a ver después de esta noche, opine de sus huevos.