Where Were You In The Morning? » l.s

♫ 08: Aclaraciones

Harry siente su respiración pesada, sus extremidades doliendo mientras golpea su cuerpo contra el de un muy excitado Louis. La cama del motel donde están haciéndolo esta vez, golpea contra la pared con un ritmo constante. Sus pieles sudadas, sus ojos cerrados y sus cuerpos conectados, todo se siente espectacular. Como cada vez.

El rizado se pierde en el placer que le está brindando el cuerpo del chico. Siente el calor que su cuerpo expele, siente su corazón latir con cada embestida que le da a Louis. Su respiración irregular, mientras los gemidos del ojiazul resuenan en todo el cuarto, erizando su piel y excitándolo en demasía.

Sabe que no le tomará mucho el llegar, hay una electricidad recorriéndole la espina dorsal y sus testículos se sienten pesados. Cielos... todo se siente tan bien.

—Detente—chilla Louis bajo él.

Harry se detiene de inmediato, sale del chico, deleitándose con su entrada abierta y dilatada por él. Se regocija con la vista de esta abriéndose y cerrándose al aire, en busca de su polla. El rizado gime, deseando inclinarse y volver a comerlo hasta que esté gritando por clemencia. Pero el ojiazul se voltea, moviéndose hasta que tiene a Harry recostado en el colchón.

El rizado traga saliva, la vista de un Louis desnudo y viéndole como si quisiese comérselo completamente, es demasiado tentadora, tanto así, que tiene que presionar la base de su pene para no correrse solo por la exquisita vista.

—Louis...—murmura un muy necesitado Harry viéndole.

—Mmmh, voy a hacerte gozar amor.

Entonces, el ojiazul está subiendo lentamente por su cuerpo, gateando con sensualidad y montándose sobre el regazo del rizado. Se inclina, para poder besarlo, de una manera tan sucia y caliente a la vez, que hace su cuerpo temblar.

Harry está extremadamente excitado, tanto, que presiente que realmente llegará solo si Louis continua viéndole así.

—Voy a montarte tan lento y tan fuerte a la vez, que verás las estrella.

Y eso es lo que hace, se desliza lentamente a sí mismo en el miembro del rizado, comenzando con un vaivén que le tiene viendo las estrellas en tan solo segundos.

Es poco el tiempo que realmente están en esta posición, porque no lo soportan mucho más. Cuando Louis encuentra un ritmo constante, Harry coge el olvidado y muy goteante pene de Louis y lo masturba rápidamente, haciéndole llegar en cosa de minutos, contra su pecho e incluso su barbilla. Harry se deja ir unos minutos después, la presión del interior del chico le vuelve loco, tanto, que cuando finalmente eyacula dentro del condón, los dedos de sus pies se han encogido con fuerza, casi haciéndole daño.

Louis se deja caer a su lado, ambos intentando recuperar la respiración, ojos cerrados, cuerpos laxos y relajados. El aroma a sexo inunda el sitio y hay muchísimo calor. Pero no hay nada mejor.

Les toma unos buenos minutos, el volver a respirar con regularidad y abrir los ojos nuevamente. Cuando esto sucede, ambos voltean a verse al mismo tiempo, ojos verdes contra ojos azules, chocando enviando una corriente a ambos muchachos. Harry no se resiste y lleva una de sus manos hacia el rostro de Louis, acariciando su rostro con ternura y delicadeza.

—¿Qué hora es? —pregunta Louis después de unos momentos.

Harry se mueve, sentándose en la cama y tomando su teléfono móvil de la mesita de noche. Presiona el botón de bloqueo mientras se vuelve a recostar al lado del ojiazul.

—Dos y quince.

Louis lleva su vista hacia la ventana, dándole un vistazo al exterior del lugar.