devota del pecado
falsa niña virgen y tímida
que detrás de un himen intacto
se escondía una devota del pecado,
diste vuelta la estampita de maría
cuando sentiste tus dedos tocar
el éxtasis corporal como si rozaras
con ellos el cielo -o el infierno-.
inocente tu risa, tus ojos y hablar;
culpable no te sentías de esperar la noche
y bajo tus propias sábanas suspirar.
pequeña potencial diabla del pecado
capital del placer, estabas rezando
a los ángeles el orgasmo conocer,
más no te fue concedido hasta los dieciséis.
escondiste tu rosario, proclamaste ante dios
su inexistencia y le devolviste a la iglesia
tu /falsa/ fidelidad; esclava del pecado
con ellos no convivirás si libre vivirás.
pura al matrimonio no llegarás,
y tus deseos del hombre de tu prójima
no controlás, aunque en ningún mandamiento
se le dijo a la mujer que lo haga.
mujer libre y sexual, sos tan hermosa
cuando te desnudás y a los hombres le robás
la facultad de hablar; te acarician, te lamen,
te muerden y sólo vos gozás del pecado capital
que de niña te instauraron que solo era de puta
si lo disfrutabas sin uno anillo en mano,
y "¡pobres monjas!" exclamás en tu interior,
de los que se pierden por serles devotas a dios.
ESTÁS LEYENDO
Relámpagos
No FicciónRelámpagos de una masa grisácea, tormento de una mente catastrófica.