[HQ] [Serie] [Kageyama❤Lectora] Amor Por Un Idiota

Capítulo 13

Lo siento otra vez... xd

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—¡¿Tanto miedo le tienes a una chica, Kageyama?! —aquel grito podría haber sido oído por cualquiera que hubiera pasado por el gimnasio y sus alrededores, para suerte del receptor de la pregunta desafiante ningún alma andaba por los lares, pues todo el mundo se encontraba en clases.

El ambiente se había vuelto tenso y completamente explosivo después de que el rematador asistiera a su compañero armador en una pequeña práctica antes de clase, quién sabe como, terminó con alaridos cada vez más altos y llenos de ira reprimida de ambos. "¿No puedes hacerlo como ella?" "¿Viste cómo ella lo hizo?" "Ella habla más conmigo" "Tú te portaste mal con ella". Finalmente algo sincronizado salió de ambos siendo la gota que derramó el vaso:

—¡Ella me quiere más a mi!

El silencio se prolongó por todo el lugar haciendo cómplices a sólo esos dos jóvenes de lo que ellos mismo siente por la joven que se mantiene a raya de todo aquello, de que sus interacciones con el dúo terminaran por hacerlos creer en que ella presentaría sentimientos por alguno. Aunque aquello ella no lo tiene claro todavía, pronto podría cambiar de parecer.

Hinata fue muy amable. Hinata es amable y muy alegre, tener a alguien así a tu lado debe ser alentador, suponía mientras cuenta con atención cuantos pasos separan poste y poste de camino a casa, Hinata también es muy lindo y ser su armador es muy divertido. A pesar de todo aquello, su corazón está tranquilo, en paz, en calma. 

Las calles extrañamente más silenciosas que de costumbre son perturbadas con su caminar y el agitar de la bolsa con la que carga, al menos tiene todo lo del mandado a salvo, definitivamente tiene que al menos decirle algo a sus padres, bueno, quizás sólo a su madre. 

Parecía que el camino se hace más largo a medida que sus pasos se acortan mientras piensa en otras cosas, como lo que tiene que hacer y lo que le dirá a su madre, pero rápidamente la entrada a su hogar se precipitó. Antes de abrir la puerta principal dio un veloz vistazo al hogar del vecino y su sorpresa no se hizo de esperar, sus llaves que se encontraban listas para abrir la cerradura cayeron al piso, en la ventana estaba el chico de cabellos azabache, los ojos de ambos se encontraron y no se separaron. EL corazón comenzó a agitarse, acelerarse, sus mejillas a arder y un escalofrío recorre su cuerpo, toda la tranquilidad que le brindó Hinata se fue en un instante dando paso a las verdaderas emociones. Kageyama sabe que su comportamiento no fue el ideal el día de hoy, por lo que a los segundos de recordar aquello desvió su mirada de la chica y esta lo aprovechó para recoger sus llaves, sin embargo el pelinegro no tenía intención de perder de vista a la joven y al no verla se quitó de la ventana con rabia consigo mismo y las palabras de Hinata dándole vueltas. Por igual la chica, aunque por su parte, triste abrió la puerta de su hogar encontrándose con la última persona que quiere ver en este instante.

—Llegas tarde  —la voz de la progenitora se oía molesta, se encontraba con su ropa de trabajo, quizás había llegado hace poco.

No sabía que decirle, hace sólo unos momentos sus sentimientos se habían reorganizado y ninguna palabra coherente le era posible ser pensada. Atinó a dejarle el pedido a sus pies y a regañadientes removió sus zapatos para luego entrar y encaminarse hacia su habitación.

—¿Mm? ¿Peleaste con Kageyama-kun? —los pasos con el destino claro se detuvieron y vacilaron con deseos girarse y por fin enfrentar a ese ser que se osa llamar "madre", pero no, no se rebajaría, ignoró todo lo que pudiese estar diciendo después de eso y se encerró en su habitación.

La cama se sentía como un refugio para todo mal que afuera aconteciera, pero un sonido, bajo, pero sigue siendo un sonido la alarmó. Su celular. Descubrió su brazo de las mantas y lo estiró para alcanzar el dichoso aparato. Su acogedor refugio se vino abajo.

De: Número desconocido.

"Mira por la ventana".

¿Qué? Parpadeó observando el mensaje sin creerlo, ¿Kageyama? No podía ser de nadie más, había olvidado por completo que le entregó su número al chico. Se alzó de la cama con una ansiedad enorme y deslizó las cortinas hacia un lado observando como en la ventana consiguiente había un cartel gigante con una tipografía horrible que decía: "Lo siento", ¿ha visto esta idea en youtube? Las lágrimas no se hicieron de esperar y un azabache asustado observa con preocupación, esta, calmando su llanto mueve sus labios, como puede, pronunciando: "Me gustas". Aunque está muy segura que él no lo ha entendido.

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Gracias a todos por leer esta historia.

Los llevo en mi corazón.