Capitulo 3

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Cuando estábamos en el último periodo de clases recordé lo que me dijo la capitana "si quieres puedes ir con el club masculino, ellos empiezan mañana", sería una buena oportunidad para hacer amigos hombres y poder hablar con ellos del voleibol sin que estén cuchichiando de otras cosas, eso era realmente molesto.

Cuando el profesor dio por terminada la clase, el de cabellos negros salió como un si le faltara aire y desapareció por la puerta, te doy un poco de curiosidad saber a dónde iba, pero debías llegar a casa para repasar, no podías permitirte empezar mal el año.

Cuando llegaste a tu casa, como siempre estaba vacía. A tu padre casi ni lo veías, por que trabajaba en un horario no definido y tu madre era otro cuento, así que solo comías lo que pillabas en el refrigerador o preparabas algo dulce, te ibas a tu cuarto a repasar para después bajar a prepararte una comida antes de dormir.

Por la ventana se veía la casa del azabache, por curiosidad te asomaste cuando estudiabas y viste al chico cuando llegaba a la reja, luego retomaste tu estudio.

Al día siguiente, lo mismo cuando salías te encontraste a tu vecino saliendo, entonces notaste que siempre tenía el ceño fruncido, pero lo ignoraste, al menos no serias tú la que tendrías arrugas a los veinte años.

Llegaste a clases, pero esta vez sería diferente, porque después de clases podrías, por fin, jugar voleibol.

Las clases pasaron igual que el día anterior, pero está vez, hicieron una pequeña prueba al principio, en la que por supuesto sacarías puntaje perfecto. Un pequeño presentimiento vino a ti después de que todos entregaron los exámenes, el chico frente a ti se notaba nervioso, pensabas que era inteligente, bueno, al juzgar por su apariencia, pero cuando regresaron los exámenes el profesor índico que ayudáramos a los que habían sacado menos del 40 puntos. Tú te relajaste, tenías el 100, pero entonces el azabache se dio vuelta mirando el piso, se notaba que estaba avergonzado, y más cuando vio tu examen en el pupitre.

-Yo... quería... esto... –balbuceaba nervioso mientras jugaba con sus manos con su aparente típico ceño fruncido.

-¿Ah? ¿Necesitas ayuda? –Lo miraste recogiendo tu examen para guardarlo en el cuaderno. Al parecer era muy orgulloso para decirlo, así que si no lo decías tú ibas estar escuchando sus balbuceos por un rato.

-Ah, sí, eso –dice sin más como quitándose un peso de encima.

-Déjame ver tu examen –estirando la mano con la cara normal esperando que fuera un 30 o apenas un 39, digo, no esperabas que fuera tan malo. Cuando te entrego el examen y viste que tenía unos 19 puntos, trataste de contener la risa, así que apretaste la boca de tu estómago. En ese momento el profesor dirigió la mirada hacia ti y dijo:

-Qué bueno ___-chan que estas ayudando a Kageyama-kun, justo iba a pedir que le brindaras toda la ayuda posible –dice sonriendo mientras Kageyama lo miraba muy serio y sobresaltado, no quería que toda la clase se enterara que era un idiota, que además te miraban fijamente.

-Ah, sí, claro profesor –responde con una lágrima de risa que rápidamente sacaste con tu manga.

-¿Te sientes bien ___-chan? –pregunta con tono de preocupación y confuso.

-¿Ah? Sí, estoy bien –dirigiendo tu mirada a la prueba de tu compañero. Las miradas de todos te estaban poniendo nerviosa.

-Ah, bueno, todos por favor ayúdense entre sí –reanudando la clase- Les dejó el resto de la clase para que se organicen.

Volviste a examinar a fondo el examen. Habían unas respuestas más estúpidas y otras sin sentido alguno. Levantaste la mirada para ver al azabache avergonzado.

-Bueno, necesitas empezar de cero –dices con toda sinceridad mientras te acomodas en la silla.

-Ah, sí, está bien –jugando de nuevo con sus manos.

-Tienes grandes problemas –mientras le regresas el examen- Si quiera sabes escribir tu nombre, ¿no? –dices en un tono burlón.

-¿¡Ah?! –levantándose de la silla, llamando la atención del resto de la clase y del profesor.

-¿Pasa algo Kageyama-san? –pregunta el profesor con seriedad.

-Na-N-Nada –dice el de cabellos negros sentándose en la silla- Profesor.

-Perdón –le susurras mientras te hechas en la mesa- hoy no puedo prometerte estudiar, tengo algo que hacer después –mientras le ofreces de nuevo su examen.

-Ah sí, yo también –dice recibiendo el examen para arrugarlo y meterlo debajo de su mesa con rabia.

-Entonces mañana –ofreces con desgano.

-Ah sí, está bien –dice para volver a mirar al frente dirigiendo su mirada a la ventana. Sus ojos azules reflejaban la luz y sí que brillaban. "Son hermosos" pensaste, para luego mirar el piso avergonzado de ti misma, "¡Que cosas estás pensando ¡Es un idiota!".

-3- ¡¡Gracias por leer!! <3

Esperen la siguiente~

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[HQ] [Serie] [Kageyama❤Lectora] Amor Por Un IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora