Legislador

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Esos momentos de la vida donde Ashiya se detenía a pensar sobre las cosas, cuando había estado en peligro fue salvado por Abeno-san aun cuando no se lo esperaba, y ahora que estaba en otro problema mucho peor había esperado la ayuda de Abeno-san pero fue salvado por Peludito.

Eso quería decir que si quería ser salvado por alguien no debía querer ser salvado o al menos no suplicar por ayuda ¿Así de caótica era su suerte?

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Por otra parte Abeno está realmente furioso de que ese tonto niño de cinco años ¿No podía seguir una simple orden?

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De una u otra forma el capibara pensó que Peludito estaba involucrado, intento hacer que ese pensamiento se fuera, pidiéndole a Peludito que huyera, pero no lo hizo, se lanzó al capibara y solo recibió otro golpe mucho más violento que el anterior ya que el capibara le había lanzado a la pared, se estrelló con esta con violencia dejando marca...intento ir hasta él pero el capibara le aprisiono, lucho un poco y solo recuerda la sangre que manchaba el blanco pelaje

Su molestia fue demasiada, miro al capibara y dijo una que otra palabra, estaba molesto y necesitaba hacerle entender a ese demonio que lo que le hizo a Peludito estaba mal...

Pero en algún punto todo eso se fue al cuerno cuando escucho la tétrica y molesta voz de su jefe a su espalda, separando las palabras de su nombre de una forma espeluznante, los colores abandonaron su piel y es que el "Kun" agregado al final fue aún más terrorífico.

El dolor que le dio al sentir el frasco impactar en su espalda fue nada por el dolor de ver el rostro normalmente atractivo del chico mirarle con molestia, una molestia normal en él pero que ahora rebasaba los límites

—Dejaste. La. Tienda. Por. Ti. Solo. ¿Qué. Estas. Haciendo. Aquí?—

—Estas aún más molesto que yo, no...—se silenció al ver a Shizuku detrás del blondo— ¡Estas furioso!—grito completando al fin su frase

— ¿¡Creíste que te saludaría con una sonrisa!? ¡¡Niñito!! ¡No soy tu maestra de escuela!—avanzo hacia él con paso molesto, Ashiya retrocedió con torpeza, levantando la mano en señal de calma pero el rubio no se detenía, el pequeño grito de Shizuku no fue suficiente para frenar al rubio

La escena causo que varios curiosos se acercaran, reforzándole al capibara de que el rubio era nada más y nada menos el muy famoso "Maestro de la mononokean"

— ¡Oye! ¿Quién es el que está al lado tuyo? Será mejor que no te hayas metido en problemas de nuevo—

— ¡No hice nada! ¡Soy la víctima!— eso le recordó a Peludito, se paró y corrió hacia donde estaba la dulce bola de pelos herida

—Si mi empleado hizo algo, por favor permíteme hacer algo para compensarlo—solo escucho decir eso al rubio con un tono de voz aún más amable

— ¡Yo no tengo la culpa!—grito molesto

— ¡cállate niño perdido!—

El capibara llamo la atención del rubio, y también dijo algo que a Ashiya intereso ¿Cuáles rumores?

—No se...que clase de rumores esparcen sobre mí en la calles—hablo Abeno con tono calmo—Yo soy el segundo maestro del mononokean—su semblante serio cambio a uno desinteresado en cuestión de segundos—Aun así...ya que mi empleado parece estar involucrado, tan solo no puedo dejar pasar esto. Sangre fue derramada, así que tendré que reportar esto a las autoridades—un semblante molesto volvió a su rostro—No importa como lo veas...esta es una clara violación de reglas, espero que con solo una cachetada este bien, pero esto...—el capibara trago duro, mirando un tanto asustado al rubio, este muy cobardemente escapo de la escena del crimen, aun con los reclamos de Ashiya de fondo

Matrimonio [Abeashi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora