El Principio

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Dolor de cabeza, náuseas, fatiga en todo el cuerpo, llevaba una maldita semana siendo maldecido por ese disque peluche, el cual no dudo en pegarse a él solo porque lo piso ¡Él no tenía la culpa de eso! ¿¡Porque se puso ahí en primer lugar!?

Lo único que Hanae veía positivo es que la visita de su "prometido" fue suspendida debido a su condición actual, la cual se puede decir que es mala pero no le impide ir a la escuela, y es que ¿Cómo faltar? Se suponía que debía ir a la preparatoria y hacerse de muchos amigos, pues toda su vida espero por ese momento -Entrar a la preparatoria-

Pero un demonio horripilante frustro sus planes, llevaba siete días de escuela que despertaba en la enfermería...sus posibilidades de hacer amigos disminuía peligrosamente, así como su tiempo de vida.

Pero su salvación fue un chico rubio aparecido misteriosamente en el pasillo secreto de la enfermería, claro que antes vio ese folleto tapado por más anuncios, agradecía profundamente haberlo hecho; pero había terminado endeudado con ese extraño (y un tanto atractivo) chico.

Pero quitando ese desafortunado momento, ese tonto momento en el que se dio cuenta que extrañaría a Peludito más de lo que pensó las primeras horas de tenerlo, el rubio le había cobrado por algo que de último momento quiso quedarse (Lo cual no admitirá), pero lo bueno es que ya podía entrar a otro lugar que no fueran la entrada o enfermería ¡su aula de clases!

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Sus posibilidades de hacer amigos no fueron tan altas como pensó, además de haber arruinado la fantasía de sus compañeros varones al creer erróneamente que era una chica

Oh cierto, también descubrió que su jefe estaba en la misma clase que él. Lo cual indicaba que era de su misma edad, lo cual mostraba que el rubio se veía más adulto y serio con su kimono, sin contar que le hacía ver más atractivo, y si, Hanae pensó eso porque creyó que jamás nadie se daría cuenta.

Pero bueno, lo que piense Hanae no tiene relevancia en estos momentos, o tal vez si, después de todo es el protagonista de su propia historia bizarra y llena de rarezas

Ashiya se sintió bastante asombrado al descubrir que Abeno-san estaba en su misma aula, y sobre todo tal vez por ello decidió ayudarle tan de repente, estafa a tu compañero de clases, le agradecía que le haya ayudado con Peludito, pero le molestaba haber sido timado de tal manera.

...

Debía ponerse al margen de las clases, así que tal vez podría pedirle los apuntes a Abeno-san, pero este al parecer dormía durante las horas de clase, así que no esperaría que tuviera apuntes de alguna cosa de la escuela.

Tal vez su rubio jefe terminaba por repetir año o algo peor, Ashiya no quería ni imaginarse de lo que sería de la vida del chico, bueno tenia trabajo, así que tal vez no le fuera mal en la vida.

...

Eso le recordaba que ahora tan solo faltaban cuatro días para que su prometido fuera a su casa ¿Pudiera pedirle a Abeno-san que enviara a algún demonio aterrador para obligarle a cancelar el compromiso? Eso aumentaría su deuda, pero segura valdría la pena

Tal vez podría agarrar uno de los que estaban en el marco de la puerta, se veían lindos, pero seguro le asustarían, si es que lograba verlos.

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Cuatro periodos y Abeno no daba señales de querer despertar, quizás debería despertarlo, después de todo se podría considerar que ya el rubio había dormido lo suficiente

Ningún grito le hizo despertar, pero de la nada ya se había levantado ¿Habría sido por aquel demonio? El cual al parecer no exorcizaría sino había dinero de por medio.

Matrimonio [Abeashi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora