Huele a el
Narra Sung
—El pueblo debe conocer que decisiones tomaremos a partir de ahora y que fue lo que paso con su antiguo Alpha—ordeno ella.
Estuve bastante atónito desde el primer momento en el que la vi bajarse de aquella camioneta en compañía de otra mujer, ambas lucían elegantes y bastante serias. En el caso de ella su cabello fue lo primero que llamo mi atención, era un naranja tan llamativo y brillante que la hacia destacar aunque la viera desde la luna. Al acercarme a ella quede aun mas impresionado era hermosa, tenia una belleza genuina y especial, transmitiéndome la seguridad que desde la perdida de mis familiares había dejado de sentir. Solo que por tratarse de una persona desconocida debía tratarla como a una recién llegada mas, comportándome firme ante la protección de mi reino; para mi sorpresa su actitud fue bastante ruda, mucho mas de lo que espera. Estuvo firme prácticamente ignorando mi actitud y con una postura desafiante, incitándome a dispararle, mirándome como si supiera todo lo que estaba pasando por mi cabeza en ese momento.Actualmente me encontraba cuidando la puerta de la sala de juntas en la que ella se encontraba teniendo una reunión junto a la señora Maddison, por supuesto en mi posición podía escuchar por completo su conversación y podría decir que Megan se comportaba como una mujer de fuertes decisiones. Por mi parte era la primera vez en la que veía que una mujer se comportaba de esta manera, tan segura y decidida. Por lo general en una manada de hombres lobos las mujeres son consideradas las acompañantes y guías de su lobo y de su familia. Pero ella parecía creer en una dirección diferente, lo cual ante mi perspectiva la hacia mas interesante e intrigante.
En cuestión de segundos escucho como de repente dentro de la oficina suenan dos aullidos bastante elevados, indicándome que debía estar alerta a partir de aquí. Agarre el arma entre mis manos y entre a la sala rápidamente encontrándome con un cuerpo animal imponente frente a mis ojos, se trataba de un lobo blanco brillante y fornido aullando como si solo el entendiera que era lo que estaba pasando. Mientras que por otra parte la señora Maddison y la otra mujer estaban sin palabras intentando comprender el comportamiento del animal.
—¿Qué esta pasando?—pregunte a la señora Maddison, apuntando con el arma al lobo frente a mi.
El lobo blanco frente a mi comenzó actuar extraño retorciéndose en el piso y chillando como si se encontrara sufriendo o padeciendo de algún dolor extremo. El acto me parecía una locura hasta el punto en el que decidí que lo correcto era disparar hasta que me di cuenta de que Megan no se encontraba en la sala de juntas, deduciendo que aquel hermoso animal finalmente era ella en su estado mas respetado sufriendo incontrolablemente.
—¿Qué esta pasando maldita sea?—grite preocupado.
—Tienes que dejarla—intervino la otra mujer—Megan esta superando una perdida y su cuerpo reacciona de esta forma al dolor—comento tranquila como si ya hubiese visto esta situación antes.
—Deberíamos ayudarla—sentencie, guardando el arma y transformándome rápidamente, sintiendo como mi cuerpo se adaptaba al brusco cambio. Automáticamente en cuatro patas hice una reverencia comenzando aullar rápidamente con la esperanza de que las mujeres a mi alrededor siguieran mi acto y salieran de su insensato shock para tratar de ayudar a un igual.
Actuaba solo creyendo que tal vez la diosa luna podía intervenir en este momento y evitar el sufrimiento de un alma que se encontraba controlado por el dolor, temblando y retorciéndose frente a mi.
Como esperaba las mujeres junto a mi, sufrieron su transformación rápidamente ayudándome a solucionar parte del problema, aullando fuertemente hasta que la diosa luna decidiera actuar en favor de ella.
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El Trono de Queenstown: La Llave © ✔ - Editando**
Hombres LoboUn año despues de los ultimos sucesos, Queenstown paso a ser un pueblo lastimado, burlado y doblegado social y moralmente. Sufriendo las consecuencias de una familia que por muchos año tomo decisiones que afectaron el desarrollo de nuestra comunidad...