D- 5.7

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SeokJin y TaeHyung se marcharon tras la cena.

No se volvió a tocar el tema de la pelea entre los menores, JiMin por su lado volvió con aquella misma falsa sonrisa al bajar luego de darse una ducha, fingiendo que nada había pasado, esmerándose en ayudar al mayor de todos en cosas triviales, enfrascándose en conversaciones sin sentido evitando de forma sutil a los otros dos.

TaeHyung por su parte se mantuvo pegado a YoonGi en todo momento, hablándole de cualquier cosa, sacándole risas y evitando así el dolor que había sentido minutos atrás, se preocupó de observar cada rasgo de él, como si fuese a desaparecer en cualquier momento, viendo las pequeñas cicatrices de su rostro, notándole perdido a ratos, como si fuese un pequeño gatito aun conociendo su nuevo hogar y quienes serían las personas que le cuidarían a partir de allí.

La comparación le hacía reír levemente.

SeokJin no quiso preguntar el por qué los rostros de ambos menores se veían tan rojos y sus ojos tan hinchados, pero suponía que había pasado, ya habían vivido cosas así muchas veces, más de las que le gustaría recordar. Por lo que tomando nuevamente su lugar como Hyung, se esmeró en hacer las cosas menos obvias, uniendo sutilmente las conversaciones que tenía con JiMin a las risas de TaeHyung y YoonGi, haciendo que finalmente aquella pequeña brecha desapareciera por completo.

Al momento de comer hablaron cosas aún más triviales "y de adultos", mayoritariamente sobre trabajo y futuros proyectos, Min comía en silencio riendo a ratos por las ocurrencias de los demás, absorbiendo información para almacenarla de alguna forma u otra en su cabeza.

Park por su lado no podía evitar mirar cada que podía a YoonGi, cuando este masticaba, cuando bebía agua, cuando reía y suspiraba, cuando sus encías aparecían al sonreír, como sus ojos se arrugaban y como una pequeña luz aparecía entre esos luceros vacíos.

Casi como en el pasado, su corazón seguía latiendo con fuerza al verlo haciendo cosas tan cotidianas, haciéndole suspirar y morder sus labios de forma inconsciente.

Cuando el silencio se hacía presente a ratos recordaba las palabras de TaeHyung una y otra vez en su cabeza.

Porque casi lo perdemos para siempre, y sé que no hubieses podido vivir con ese dolor

Tenía razón.

Toda la maldita razón.

Los ataques llegaban todas las noches al recordar ese día, el alma se le rasgaba cuando pensaba en la idea de perderle, de forma inconsciente sus ojos se aguaban y las ganas de gritar y correr aparecían.

Quería tanto abrazarle, quería tanto besarle, dejar que nuevamente lo amara como solo él sabía hacerlo, amarlo el también con todo lo que pudiese entregar, como ellos habían aprendido, como ellos habían luchado por lograrlo.

Todas las noches secretas, todas las miradas discretas, las primeras promesas y las primeras lágrimas, la explosión entre el deseo, la inseguridad y el miedo, el filo entre lo prohibido y lo perfecto, pasaron del terror al amor juntos, se derrumbaron juntos y se levantaron de la misma forma.

Pero eso ya no volvería a pasar, su destino debía ser así, ya no podía cambiar el pasado.

Debía dejar de recordar toda su vida junto a él y enfocarse en avanzar.

Ya no podía darse el lujo de amarlo.

Ya no podía volver a amarlo.

Ya no debía amarlo.

Sólo debía esforzarse en reprimir el dolor, todo debía parecer bien frente a él, YoonGi aún no debía saberlo.

YoonGi no debía recordarlo.

Más allá de tu memoria [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora