D- 16.9 B (1)

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— ¡Mamá, cuando sea grande quiero ser el mejor espadachín del mundo!

Un pequeño de no más 5 años corría de un lado a otro sosteniendo la rama de un árbol, su madre estaba sentada viéndolo junto a su hermanito menor, la sonrisa de ambos era sincera y hacia que sus ojos desaparecieran, la felicidad era realmente preciosa para cualquiera que la mirase.

— Mi JiMinnie será un gran espadachín, ¿Salvarás muchas princesas?— Inquirió la mujer con naturalidad y gracia.

— ¡Si! ¡Voy a salvarlas y protegerlas!— Decía con la pureza característica de su edad, a su vez empuñaba la rama como espada derrotando monstruos malvados y piratas traicioneros solo perceptibles por él.

— Serás un gran hombre mi niño— Le sonrió, apretó a su vez al menor de casi 3 años en sus brazos— Igual que tú mi pequeño JiHyunnie, ambos serán hombres excelentes...

JiMin corría emocionado, esperaba con ansias ser un adulto para demostrarle a su madre lo buen hombre que sería.

— Ambos serán exitosos, les espera un futuro brillante y sé que tendrán unas esposas igual de bellas— Lanzó un suspiro al cielo dejando que JiHyun caminara hasta su hermano—Y espero que mis nietos sean tan lindos como ustedes...

Y por obvias razones, JiMin asintió eufórico.

Unos cuantos años más tarde, ambos hermanos Park y su pequeña amiga apodada Hae caminaban rumbo a las clases de danza, JiHyun acompañaba a su hermano mayor a estas por la ausencia de sus padres debido al trabajo, pero también por la gran admiración que sentía por este.

A JiMin le encantaba compartir con él su pasión por las artes, más aún le gustaba estar acompañado de su amiga de la escuela, ambos siendo los mejores de la clase y los más participativos en cuanto danza se trataba.

Hae y él estaban siempre juntos, se sentaban juntos en el salón, compartían juntos en el recreo con sus demás amigos y sin querer se apuntaron juntos a la misma clase de ballet.

Fue en la presentación de fin de año cuando la señora Park al ver a la pequeña de sonrisa perlada que le soltó a su hijo:

"— Esa chica es muy inteligente y elocuente, ¿No te gusta, JiMinnie? Se verían muy lindos juntos"

JiMin al estar caminando junto a ella no podía dejar de pensar en las palabras de su madre, una y otra vez dentro de su mente la frase bailaba por si sola.

Hae era una niña preciosa a ojos de todos, siempre sonreía a todo el mundo y ambos competían juntos con gran ánimo, tenían una rivalidad y hermandad perfecta a sus ojos, realmente no podía pedir nada más de ella.

¿Estaba mal quererla sólo como una hermana?

Pero aun así pensaba y pensaba en la felicidad plasmada en las palabras de su madre, la ilusión en sus palabras era muy clara.

Y si su madre lo pedía, ¿Cómo podría negarse?

— Oye Hae­— Le llamó suavemente— ¿Puedo hablar contigo luego del ensayo? Es importante...

La niña le miró extrañada— ¿Conmigo? Pues claro Minnie, puedes confiarme lo que sea— Y dicho eso le sonrió.

JiHyun estuvo presente cuando su hermano dijo aquello, estuvo durante el ensayo y esperó detrás de un árbol mientras su hermano le preguntaba a la chica si quería salir con él.

De forma muy tonta se rió al escuchar la pregunta, su hermano era un pésimo mentiroso.

— Lo siento Minnie, te quiero mucho, pero no puedo verte de esa forma... eres casi como un hermano para mi...— Fue su respuesta.

Más allá de tu memoria [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora