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Un sollozo se escuchaba cercano en el ambiente haciendo eco, se sentía como un arrullo lleno de lágrimas y dolor.

Estaba solo en una especie de habitación negra, pero aun así podía distinguir una silueta familiar frente suyo, lloraba destrozada dando pasos lentos y ligeros hasta él, pero por más que intentara retroceder no podía alejarse, solo eran ellos dos en aquel lúgubre lugar.

La silueta sostenía fuertemente un bolso blanco entre sus manos, le miraba desafiante, como si se tratara de un depredador o un enemigo mayor, sentía mucho odio y rencor en su mirar, pareciera que en cualquier momento se le lanzaría y lo mataría a golpes.

Chocó contra una pared inexistente, sin escapatoria, el bolso cayó al suelo mientras ese ser le acorralaba contra sí con una fuerza descomunal. Sentía la respiración contraria agitada, su garganta se escuchaba seca entre hipidos y su cuerpo temblaba con fervor.

Por más que intentaba liberarse, su cuerpo no respondía, estaba atrapado entre lo inexistente y lo desconocido.

— Hazte un favor... — Suplicó una voz en el espacio, le era realmente familiar— No vuelvas allí, quédate aquí por siempre, conmigo.

— Debo volver — Se atrevió a contraatacar sin levantar la vista, le daba miedo la imagen que podría encontrarse si lo veía a los ojos — Aún debo...-

— No queda nada allí para ti, chico — Se rió secamente haciéndole estremecer — No hay razones para volver, estás completamente solo, soy lo único que te queda, debes estar conmigo...-

— Aún si estoy solo, me quedan cosas por resolver allá, déjame...-

Pero no pudo terminar aquella frase, el aliento comenzó a faltarle de golpe.

Sólo reaccionó cuando tuvo que aferrarse al cuerpo del contrario, esforzándose por conseguir un poco de aire entre jadeos desesperados y bocanadas profundas.

Y realmente no esperó que la silueta le soltara fuertemente de un empujón, dejándole en el suelo, ahogándose lenta y tortuosamente sin escapatoria alguna.

Pudo notar con la vista ya nublada como ese ser recogía el bolso en el suelo y lo colocaba sobre su propia espalda, sin voltearse jamás a mirarlo.

— ¡Si deseas irte, pues lárgate de una puta vez! — El grito sonó desgarrador, la silueta comenzó a alejarse de aquel vasto lugar a pasos lentos— Yo me llevaré esto, no lo tendrás hasta que eventualmente lo robes por tus caprichos de mierda, pero sé que volverás arrastrándote tarde o temprano, suplicando que me lo vuelva a llevar, llorando e implorando piedad para no volver a verlo jamás...-

El resto solo fueron pequeños murmullos imperceptibles.

Los ojos le pesaban y la cabeza le punzaba.

No entendía nada, sólo reaccionó cuando un grito le traspasó los tímpanos.

"¡Vete!" y el aire volvió a sus pulmones.

💍

Todo seguía negro, pesado y doloroso. Si le preguntaran que sentía en ese momento, no sabría que responder, era como si le estuvieran apretando el cerebro con unas manos gigantes y a la vez un pitido eterno le taladrara la mente. Ardía y quemaba todo a su alrededor.

¿Cómo mierda sus parpados pesaban tanto? ¿Por qué mierda no podía abrir sus ojos? ¿Siempre fue tan difícil despertar? ¿Qué era todo eso?

Un sonido se escuchaba a su derecha, uno constante que marcaba lo que parecían ser sus latidos, el olor a suero y medicamentos inundaba la habitación, una sábana muy fría al igual que el ambiente cubría su cuerpo, y sentía algo molesto traspasándole por la nariz, realmente no entendía que estaba pasando.

Más allá de tu memoria [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora