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Sábado 29 de Diciembre del 2018

Nikki-Chan

A veces pienso que la única persona cuerda eres tú y eso que ni persona eres, Todoroki y Bakugou siguen comportándose muy raro, solo quiero que seas real tu serías la única que me entenderías. Cambiando de tema, Uraraka dijo que vendría, tenía algo importante que decirme.

—Midoriya -el bicolor tocó la puerta del cuarto del mencionado- Uraraka te busca...

—¡Ahora voy! -El chico guardó su pequeño diario debajo de su cama, era el lugar más seguro que tenía y luego salió de su cuarto para dirigirse a la sala donde se Es contaba la chica.

—Oh vaya, la cara redonda vino -comentó el rubio desde la cocina, estaba tomando un vaso de agua de lo más tranquilo.

—Eh, pensaba que no estabas ocupado, Deku -Uraraka no quería decirle enfrente de Todoroki y Bakugou sería muy vergonzoso.

—No lo estoy, Bakugou se está quedando unos días mientras encuentra un departamento y Todoroki solo viene a pasar el rato por las tardes.

—La verdad no quiero ver la cara de mi padre... -comentó el heterocromatico.

—B-Bueno, será mejor que venga otro día... -comentó la castaña dirigiéndose a la puerta.

—¿Porque? Me lo puedes decir, Todoroki y Bakugou no suelen importarse en mis cosas.

—Supongo... -la de cabello castaño suspiró intentando calmarse, no era fácil de decir, tenía un sonrojo en su cara notable- M-Me gustas, Deku...

El rubio cenizo escupió por la agua al escuchar la declaración de la castaña, mientras que con Todoroki literalmente estaba congelado, su lado derecho tenía pedazos de hielo por todo su cuerpo, ningunos de los dos chicos se lo esperaba.

—U-Uraraka... -El pecoso ignoró las acciones de los dos chicos y simplemente mostró una sonrisa- Perdón... -soltó solo esa palabra que hizo que el corazón de la castaña se rompiera como un cristal- Me siento feliz al saber eso pero ahora no busco una relación.

—E-Entiendo... -dijo la chica con una sonrisa falsa, como podía sonreír en estos momentos, aquella respuesta le había roto el corazón por completo.

—No quiero que estes triste -el chico tomó la mano de su amiga- ¿que te parece si hacemos algo? Somos amigos después de todo.

—S-Si, eso supongo...

—Vamos al parque ¿Si? -dijo el pecoso con una sonrisa, la chica solo asintió de manera de decirle un si- Chicos, regresó en un rato -dijo para después irse con la castaña.

—Puta madre... creo que mi corazón dejó de latir... -comentó el rubio para después acostarse en el sofá.

—¿La rechazo? -eh heterocromatico no estaba seguro de lo que había pasado, la había rechazado para luego irse con ella al parque, no le veía mucho sentido.

Pasaron algunas horas hasta que el oji-verde regresó a la casa, los dos chicos simplemente esperaban que no hubiera pasado algo entre Uraraka y Midoriya. El pecoso simplemente los saludo y entro a su cuarto, solo quería escribir en su libreta y dormir un rato.

Nikki-Chan

Hoy Uraraka se me declaró, la rechace, la verdad no siento nada por ella solo una amistad. Pase con ella un tiempo en el parque, al principio era incómodo pero luego todo estuvo normal, quedamos en ser mejores amigos. Hoy no fue un mal día después de todo.

—Deku, el bastardo ya de fue -dijo mientras entraba a la habitación de su amigo mientras cerraba nuevamente la puerta.

—Oh, su padre le habrá hablado -dijo mientras guardaba su diario debajo de su cama.

—Yo que se, ni que fuera ni maldito amigo -comentó mientras se subía a la cama para estar alado del pecoso- ¿Que mierda haces? -preguntó al ver que guardaba aquel  cuaderno.

—Escribo sobre quir- -el chico se detuvo, sintió que el rubio lo había abrazado tan repentinamente.

—Cállate, si vas a venir con eso no me importa -comentó de una manera desinteresada, el rubio acostaba de poco a poco al pecoso, se veía tan tierno cual ángel el oji-verde.

—Ka-Kacchan... ¿Q-Que pasa? -comentó nervioso el peli-verde, en este punto el rubio de encontraba encima de él, tenía miedo.

—Solo quiero verte -el rubio tenía una sonrisa coqueta, le encantaba ver como su amigo se ponía nervioso y se sonrojaba, como lo mencionaba tartamudeando- Te vez tan jodidamente tierno...

—¡K-Kacchan! -Rápidamente el chico intento salir de allí, no quería recordar lo que le había pasado en el baño anteriormente.

—Tsk, eres un jodido miedoso -el rubio se le quedó viendo a sus ojos verdes, le encantaba verlos, eran hermosos. Sin pensarlo dos veces se acercó para besarlo, tenía tantas ganas de darle un beso.

El pecoso correspondió el beso, sabía que si resistía podía terminar peor, así que solo le siguió el jugo al rubio. El beso terminó por falta de aire, los dos tenían una respiración agitada y Bakugou tenía sus manos debajo de la blusa de su amigo.

—Ka-Kacchan... -el pecoso miraba al rubio, esperando que no hiciera algo parecido a lo que había hecho el bicolor.

—Tu madre vendrá dentro de poco... -el rubio se levantó de la cama para dirigirse a la puerta del cuarto- En un rato vengo, voy a salir a caminar -el rubio salió del cuarto.

—E-El... ¿M-Me volvió a besar?...