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Apenas entramos a la casa del señor jungkook me quede estupefacta, si por fuera es hermosa, por dentro era algo inexplicable, las paredes de un blanco que hacia que entre mucha luz, ventanales enormes, apenas entrabas y había una pared que tenia un espejo con su respectiva sitio para quitar se los zapatos, el espejo es enorme que ocupa gran parte de la pared  y en el techo un candelabro, adornado por diamantes y focos de oro; Es obvio que el señor jungkook tiene mucho dinero, con solo ver esta parte ya me había quedado, anonadada.

Una señora no mayor de unos 35 años nos recibió, lógicamente y por el respeto que yo misma me inculque, iba a hacer una reverencia de 90°, pero una mano me paro al momento en el que lo iba hacer, causando un espasmo en mi hombro. La mano que me había parado no se movió de ese lugar, esquivando a la mujer que nos recibió el siguió con el camino por su casa aun con su mano en el mismo lugar, yo me movía junto a el a tropezones, me cansaba que no me dejara hacer nada y eso que solo tenia que caminar. 

al llegar a donde el me "trajo", es una sala de lo mas lujosa, con los sillones de un color rojo vino, en total eran unos 4 sillones muy bien acomodados  por la espaciosa sala, con una mesa de centro y mas ventanales con cortinas de un color gris claros con sub tonos de un gris mas oscuro y varios arreglos florales y decoraciones.

-Dígale a la señora Eun que ya llego su hija- no me di cuenta de cuando había llegado la señora de la entrada hasta la sala,  jungkook por su parte le ordeno a la señora que traiga a mi "supuesta madre" hasta donde no encontrábamos. 

la señora le contesto con un -si joven jeon- e hizo una reverencia y se marcho por un pasillo el cual no se a donde va.

-Bien, quédate aquí, yo me voy- apenas termino de decir esas palabras un impulso vino a mi, por lo que tome un pedazo de su camisa y lo retuve y volví a jalar, el voltio su mirada a mi pequeño cuerpo para poder hacer un sonido con su boca. Mi mirada estaba en el piso, donde solo podía ver mis pies,  luego sentir una mano en mi barbilla lo que hizo que mi cabeza subiera y ver sus orbes de un color café hermoso, me sonrió y solo bastaba segundo para que yo me derritiera, eso me llenaba de una energía increíble, verlo sonreír así era lo mejor, o bueno para mi es lo mejor.

después su sonrisa se desvaneció por arte de magia y  de un movimiento brusco retiro mi mano de su camisa, aun con las manchas, su mirada hacia mi era dura, como si me regañara por algo que hice, sin siquiera saberlo.

-Recuerda lo que te dije pequeña tomatito, tu y yo no somos nada- volvió a recalcar la palabra y luego de darme la ultima mirada dura siguió su camino, por el mismo pasillo en el que se había ido la anterior persona, no sabia como sentirme en este momento: ¿triste?,  ¿regañada?,  ¿mal? ¿decepcionada?, ninguna de esas emociones me transmitían su acto, solo me da igual, por eso lo deje pasar y no le dije nada al pequeño estúpido. Seguía en la misma pose con la cabeza levantada, solo que ahora mi mirada se poso en el gran cuadro que esta frente a mi el cual es un pintura, en ella se ve un señor feliz y a lado de el una señora igual de feliz, con unas vestimentas geniales, y a lo ultimo un niño sentado de no mas de 8 años, solo que este no se le veía feliz, si no triste y con una mirada perdida, la pintura en si representaba armonía y paz, pero al ver a la pequeña persona en ese estado me resultaba doloroso, solo verlo así me hacia sentir una sabor algo amargo y triste, sin paz y ni una pizca de armonía.

una voz me saco de mis pensamiento, al dirigir mi mirada ala persona proveniente de esa voz, la cual es de una mujer. La señora que tenia delante me sonrió como si fuera lo mas precioso que allá visto en toda su vida. Sabia que era mi madre, pero la biológica, me quede estática en mi lugar sin moverme o hacer un gesto, solo la miro, que emoción se siente en esta situación.

-Cariño, yo... soy tu madre, ve que grande has crecido- como podía saber mi estatura si jama estuvo ahí para mi, no es cuerente eso, las vestimentas de ella son finas de lo mas costosas, bien planchadas sin ningún pliegue.

-¿Co-como se llama?- tan siquiera quería saber su nombre antes de empezarle a decir señora, por que jamas la llamaría madre. No me movía, e de parecer una estatua, mi lugar, ¿cual era mi lugar?, ni siquiera se por que me quiere aquí, según jungkook por que me quiere, pero si me quisiera no me hubiera dejado solo.

-Me llama Ji Eun Li, pero me puedes decir mama, lo sabes verdad cariño- ella se acerco a mi tratando de tocar mi mejilla, lo cual aparte de mala gana mi cara, jamas la llamaría mama es algo que uno no tiene que ser inteligente para darse cuenta que lo que me hizo estuvo muy mal.

-Bien creo que aun no tenemos esa confianza, pero la tendremos cariño, paso a paso- sonrió tratando de darme confianza, lo cual solo me incomodo mas de lo normal.

-Jungkook llévala a su recamara y denle un cambio de ropa a mi hija la mas querida- lo grito para que lo escucharan, como si fuera la reina del lugar, lo cual creo que es verdad ya que no me lo imagino de otra forma.

mi mirada  se dirigió a una mesa, pero mas específicamente a la persona que esta sentada en ella, su mirada me da algo satisfacción y temor; jungkook el cual esta en la ya anterior mencionada mesa. Sus ropas diferentes me sorprendió ya que no llevo ni 10 minutos en esta sala y el ya esta de vuelta como una persona totalmente nueva, podía oler su colonia desde mi lugar, me quedo viendo como algo podía ser así de hermoso.  Pero mis vistas fueron interrumpidas por unos brazos los cuales son de la persona mas cerca a mi; Eunli, me zafe poco a poco de su abrazo el cual me incomoda bastante.

jungkook me mira con un semblante divertido, como si esta situación fuera divertida.

jungkook con un movimiento de manos me hizo saber que quería que fuera con el, lo cual hice caso, lo menos que quiero en esta casa es estar en problemas, me miro de arriba abajo aun divertido.

-Ella tiene una vestimenta adecuada- pude oír otra vez su majestuosa voz varonil y gruesa, lo cual para algunos podría sonar como una voz muy masculina, para mi es oír una voz perfecta y angelical.

-¿Como que adecuada?, si va vestida como una prostituta- yo se que lo soy, bueno al menos lo era, pero yo jamas pedi  haber trabajado ahí, solo fui una compra mas.

-Y no es eso lo que es- este me seguía sonriendo, como si mi rostro es la cosa mas divertida de esta mundo, como no, Eunli le dio una mirada seria y demandante a jungkook, el cual solo rodó los ojos y tomo de mi muñeca.

                                                                                            ***

ahora si en el próximo cap se viene lo bueno solo esperen lo, no me tardare en subirlo ya que ya lo tengo listo, pero como soy una bitch los dejare con la intriga, por que yolo ahora si me despido nos leemos luego mis pecadoras.

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2019 ⏰

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«My innocent little girl» - J.Jk -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora