La Leyenda De Los Siete Mares [KookGi]

VII

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–Acarició sus dedos y tomó la burbuja con la que observaba los movimientos de su landronzuelo, sopló en ella y la congeló, la agitó produciendo que dentro de ella se produciera un torrente de nieve, una figura de ave se instaló dentro y de inmediato el panorama de los marineros se congeló.
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–No puede ser, ¿y ahora qué?. –JungKook volteó y se su cara se topó con el pecho de NamJoon.– ¡Wow! Ponte algo antes de que le piques un ojo a alguien.– Se burló y NamJoon puso sus manos en la cintura.– ¡Hey muchachos, los quiero ver picando hielo! Tenemos que movernos.–

La tripulación se abrigó y bajaron de la nave.

–Robar el libro de la paz. –Se quejó Hoseok– Nos retiraremos del tráfico.–

Spike comenzó a ladrar al escuchar un sonido de aleteo. Pronto miraron como una pequeña mancha se movía a lo lejos, Spike se escondió. Mientras todos se detenían a prestar atención un gran ave salió detrás de la nave provocando que nieve cayera sobre ellos. Todos corrieron de regreso al barco sin embargo, mientras uno de los chicos corría el ave lo persiguió, el chico cayó en un agujero de agua helada. Yoongi le lanzó una cuerda y el chico se sostuvo, fue al frente a amarrar la cuerda y mientras lo hacía el gran ave puso su vista en él, el ave giró en su dirección. JungKook se dió cuenta y lo llamó gritando su nombre. Min volteó su vista y en ese momento el ave lo tomó entre sus garras, JungKook tomó su mano y trató de no soltarla pero su torso chocó con la borda y lo soltó.

El ave elevó en vuelo y subió a la torre más alta.
Soltó a Yoongi y este rodó por el piso, la criatura aterrizó y puso sus garras curvilíneas sobre Yoongi el cual se quitó su abrigo y lo dejó como señuelo mientras se escabullía por el espacio sobrante, el pájaro lo creyó y mordió el abrigo. Lo lanzó y comenzó a buscar a su presa. Yoongi se refugió dentro de un montículo y esperó una oportunidad de escape.

Mientras tanto JungKook se ataba una soga al torso y se colocaba un escudo en la espalda.

–¡Nam!– Lo llamó.

–¿Si?.–

–¿Un abrazo?.–

–¿Disculpa?.– JungKook pasó ambas manos alrededor de la cintura del moreno y tomó dos dagas que colgaban del cinturón de su mano derecha. Fijó un arpón hacia la cima y tomó la punta contraria de la cuerda al que estaba atado. Silbó hacia su perro el cual tiró del arpón y liberó el gancho, JungKook tomó impulso y brincó ligeramente para que el gancho lo jalar a hacia arriba. Cuando el arpón se clavó JungKook cortó la soga y clavó ambas dagas en el muro; llenado su cara de nieve comenzó a subir.

–Tenía que dejarse atrapar. ¿Qué no vió al pájaro? ¡Ah! Si le grité, "¡Yoongi!". Pero como acostumbra, no escucha.–

El ave seguía buscando a Yoongi y él lo miraba desde su escondite, una mano en su boca lo sobresaltó.

–Viniste a rescatarme.–

–Ah, si. Si así quieres llamarlo, pero te costará otro diamante. El rescate no es parte del paquete vacacional.– Cambiaron su escondite.

–¿Cuál es el plan?. –

–No lo sé.–

–¿¡Qué!?. –

–Aún no lo sé, pero lo estoy pensando.–

–Escalaste una torre de hielo gigante, ¿y ahora no sabes cómo bajar?.–

–Eres un ingrato y- ¡Uh, escucha! Si quieres hacer las cosas tú solo, puedes quedarte.–

–Bien, ¿con qué contamos?.–Yoongi pensó.– ¿Sogas?. –

–No.–

–¿Arpeos?.–

–Si... No.–

–¿Espadas?. –

–Oye... Tengo esto.– Mostró la daga.

–Genial, me usará de palillo cuando termine con nosotros.–

–Verás, en manos de un experto un cuchillo tiene cientos de fijaciones.– JungKook comenzó a alardear de sus habilidades y en un movimiento el cuchillo quedó clavado unos segundos en la cubierta de su escondite provocando que este se quebrara. Yoongi lo recriminó gruñendo y JungKook rió nervioso.
El ave se fijó en ellos y comenzó a seguirlos, el pirata tomó el cuchillo y seguidamente el antebrazo de Yoongi para empezar la persecución de su vida.

Siguieron corriendo unos cuantos metros y cuando finalmente llegaron a un borde de la torre Yoongi gritó que se detuviera, JungKook hizo caso omiso y se lanzaron; mientras caían JungKook logró acomodar a Yoongi sobre su regazo sentándolo de lado. Seguidamente usó el escudo de su espalda para ponerlo en su trasero y así amortiguar los golpes que comenzaron a tener contra la pared, como en ese momento había hielo y nieve se formaron unas cuantas curvas y montículos en su camino por lo que el escudo se deslizó sin problemas.

-Creo que lo perdimos.- Apareció del lado opuesto.

-No lo creo.- Sentenció el pálido.

En ave los seguía muy de cerca tanto que en un movimiento los revasó, aterrizó frente a ellos y lanzó su pico para atacar, afortunadamente JungKook reaccionó y quitó el escudo de su lugar para ponerlo frente a Yoongi, chico al que le pidió que se agachara y así evitar que lastime su cabeza. Yoongi se ocultó en el pecho del pirata mientras recibía el impacto.
El pico rebotó y JungKook regresó el escudo a su trasero y el monstruo derribó una pila de rocas, una pequeña se coló en el escudo, los hizo saltar y aterrizaron de pie aún sobre el pedazo de metal.
JungKook miró una apertura en una montaña a su lado, giró a su derecha usando el peso de Yoongi y lo columpió hacia su dirección, cuando estaban por cruzar lo atrajo a él y lo tomó de la cintura y la nuca para evitar chocar; aún sosteniendo al embajador JungKook se hizo ligeramente hacia atrás para frenar antes de caer a una rampa que daba a un gran espacio entre suelos.
Ambos sonrieron pensando que terminaría allí pero el ave logró romper la gruesa pared, JungKook de inmediato reanudó su trayecto y saltaron por el abismo hasta caer al otro lado. JungKook miró una luz a su lado y lo tomó como salida.
Le pidió a Yoongi que se sostuviera de él y así lo hizo, de nuevo tomó su cintura. Se tiró de lado rápidamente hacia su izquierda y con su brazo libre clavó su cuchillo en el hielo provocando que hicieran una rápida media vuelta hacia su izquierda, salieron disparados y el ave corrió en su dirección; al ser tan estrecho el espacio el ave se quedó atorada y las piedras cayeron sobre él. El impacto provocó que su contenido saliera disparado y entre la nieve JungKook y Yoongi caían hacia las velas del barco.

–Sí, ahí están. NamJoon sonrió desde su lugar y los mellizos de la tripulación intercambiaron monedas, otra vez apostaron por la vida de su capitán.

JungKook y Yoongi amortiguaron su caída entre las velas, al aterrizar JungKook cayó sobre Yoongi poniendo sus codos a los lados para no lastimarlo.

–Listo, justo como... Lo planee. –Respiró hondo y peinó su flequillo hacia atrás, eso lo había aprendido de su mejor amigo. Yoongi río. El pedazo de tela que tenían encima fue removido por el resto de hombres.

–¡Yoongi!– Cantaron todos al mismo tiempo mientras lo ayudaban a levantarse.

–¡Que bueno que estás bien, sana y salva!.– Hoseok aterrizó y abrió los brazos para abrazarlo.

–¡Creí que te habíamos perdido!. –Sollozó falsamente y Yoongi correspondió a su abrazo.

–Oh, yo estoy bien, gracias. Me conmueve su interés.– JungKook hizo tronar su espalda y volteó seguidamente al oír las rocas romperse, cayeron y abrieron de nuevo el canal de paso para su barco.

Todos abordo celebraron.

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