One-Shots ( Hank x Connor )

Señor

— He comprado algo para ti.— dijo Connor llevando su mano a los botones de su camisa.

Hank observaba con una sonrisa en su cara la mirada dulce y deseosa de su pareja. Sus ojos castaños temblaban en su sitio y brillaban con la luz de la luna que se asomaba por las cortinas de la habitación.

— ¿Puedo ver?— tentó al androide con caricias por sus muslos que subían hasta sus caderas y las apretaban, acercando su cabeza se colocó a la altura de la oreja de Connor y susurró a su oído, — Igual si eres bueno y tu regalo me gusta recibirás un premio.

Entonces, Connor comenzó a desabrocharse los botones de la camisa, empezando por los más altos, una vez ya se había quitado dos de estos Hank ya podía ver que era lo que le esperaba debajo.

Se podía distinguir una tela fina de encaje, rosa, cubriendo su pecho.

— Con que me has traído lencería.— la risa grave que soltó después hizo que el nivel de sensibilidad en Connor se disparase. Hank se acercó más y le robó un gemido al hundir sus dientes en su cuello, con la suficiente presión para dejarle marca y no hacerle daño. Connor gritó y notó como la fuerza abandonaba su cuerpo y se volvía mucho más fácil de manejar para el enorme teniente que besaba su cuello. — ¿Tienes más ahí abajo?— preguntó Hank a milímetros de su oído.

— Humm.— Connor se abrió de piernas y bajó la bragueta de su pantalón, con un poco de ayuda de Hank se sacó los pantalones y le dejó ver la provocativa ropa interior que llevaba, iba a juego con el corsé y hacía que su ya precioso cuerpo fuera aún mejor. Era extremadamente provocador, al ver su erección bajo las bragas, y adorable, al ver su rostro, a la vez.

Pero ahora lo adorable que fuese Connor no era en lo que se tenía, y quería, concentrar. Con delicadeza bajó sus manos desde sus hombros hasta su cintura, donde apretó un poco, y siguió bajando, una de sus manos a su muslo y la otra se escabulló por el interior de las bragas, con su mano entera pudo agarrar todo el miembro erecto de Connor y le dio unas pocas caricias bajo la tela, bajó un poco más y jugó con sus bolas mientras repartía besos, lametones y mordiscos por su cuello.

Connor no paraba de gemir y aunque intentaba mantener la boca cerrada su cuerpo le jugaba malas pasadas y lo volvía a ser un desastre.

— ¡H- aaank!—.

— ¿Ocurre algo, cariño?— Hank provocó a Connor rozando con su mano la curva que hacía sus piernas al unirse al culo.

— Po- por favor.— tenía la respiración muy agitada.— No- no puedo más- qui- lo quiero.—.

Hank hizo un sonido como de duda.— ¿Qué dices?—, sacó su mano de sus bragas y agarró con ella las mejillas de Connor, haciendo que su boca formase una pequeña "o".— Vas a tener que decírmelo, aunque tal como estás ahora dudo que hasta puedas sumar 2+2.—.

— Hank, quie-.— En ese momento gimió y se cortó a sí mismo.

— ¿Qué pasa?— meneó su cabeza con su mano aún en las mejillas,— ¿Ese cerebrito tuyo de androide super moderno está dando problemas?— rió en su espalda,— Creía que los androides eran superiores a los humanos pero veo que todo son patrañas.— Hundió de nuevo sus dientes en su cuello y Connor no pudo contener el gritó,— Realmente no valéis más que una piedras, podría follarte cuando quisiese y seguro que no pondrías ni una pega. Porque al final no sois más que máquinas, y tú no eres más que ellos.—.

— Quiero que me folles.—.

— Así me gusta.— harto de las restricciones echó a un lado las bragas y le metió un dedo, cuando se dio cuenta de que podía deslizarse con facilidad debido a la autolubricación metió un segundo dedo, seguido por un tercero. Empaló el culo de Connor con esos tres dedos, golpeando la zona que simulaba ser la próstata de los hombres, robando gemido tras gemido del androide que se sentaba sobre su cama y arqueaba su espalda dejando su cabeza en sus hombros.