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Una cálida mañana aparecía en el reino de Ingary, más concretamente en Market Chipping, junto a una hermosa joven de largo cabello azabache y extraños ropajes (multimedia) recién llegada de la capital.

Paseaba por las calles del acogedor pueblo, siendo saludada por todo aquel que la conocía. Sus fans la llamaban Blue, gracias a sus expresivos ojos azules, nadie conocía su verdadero nombre ni de donde venía. Solo sabían que, con unos meses residiendo en este reino, consiguió ser la bailarina más famosa del lugar.

En su caminar pasó por delante de una tienda que le parecía familiar abarrotada de clientes, por lo que curiosa decidió entrar. Sus ojos se agrandaron al descubrir tal paraíso de los sombreros. Aquí puedo encontrar los accesorios perfectos para mis actuaciones.

Con la mirada brillando se acercó a un estante, con la mirada fija un discreto sombrero de copa, que agarró para observarlo mejor. Era de color azul marino, con un ancho lazo que lo rodeaba de un tono más claro y con unas plumas plateadas cosidas en el lateral izquierdo de este.

-¿Puedo ayudarle en algo, señorita?- Una bella joven, de cabellos castaños recogidos en una larga trenza y ojos del mismo color, le habló. Blue la observaba de manera sorpresiva, por un momento la imagen de la castaña fue sustituida por otra igual pero mas adulta y con un peinado distinto.- Esto... ¿Señorita?¿Le ocurre algo?

Como acto reflejo la abrazó, dejando sorprendida a la joven de la trenza, por lo que igual de rápido se alejó intentando detener las lágrimas que amenazaban por caer. He tardado mucho, pero aquí estoy.

-Lamento lo ocurrido, es solo que me recordó...a una persona muy especial para mí- Sonrío de manera triste, sacudiendo la cabeza para alejar los recuerdos.-Deseo comprar este sombrero.

-Como guste.- La chica alejó la incomodidad que sentía para agarrar el objeto y colocarlo en una caja especial mientras susurraba- ¿Ves? Ya te compraron, sabia que no durarías mucho aquí por lo bonito que eres.

...

Horas después de estar paseando y firmando autógrafos se adentró en los callejones, con la esperanza de que no hubiese demasiada gente. No es que no le gustara la atención que le dedicaban sus admiradores, al contrario, le encantaba, solamente quería relajarse un poco de andar entre las multitudes.

Mientras caminaba con la tranquilidad propia de ella alcanzó a ver un joven rubio, con prendas llamativas, abrazando por los hombros a una chica joven, la misma chica de la tienda de sombreros.

-¿Dónde he visto a ese afeminado antes?- Se dijo en voz alta, observando a los guardias que se alejaban del par tras un movimiento del rubio, el cual se marchaba arrastrando a la joven con él.- Magia...¿será él?

Con decisión los siguió con una mano sobre su varita (madera negra con empuñadura de zafiro), atenta por si hubiese un altercado, cuando de repente aparecieron extraños seres humanoides...como si fuesen de petróleo...muy parecidos a los que ella le describía en sus historias para dormir. Estos seguían a la pareja, que aumentaron su velocidad hasta alzar el vuelo, lo que Blue vio una oportunidad perfecta para atacar.

-¡Expulso!- Pronunció casi sin pensárselo, apuntando a uno de esos cuerpos de petróleo con su varita, provocando un gran empuje que lo hizo volar hasta la pared mas cercana aplastándolo contra ella.- ¡Ja! ¿Quién quiere más? Tengo hechizos frescos para todos. ¡Glacius!- Pudo congelar a unos pocos más, sin embargo, el resto pudo escapar entre las casas.- Ese rubio de bote me debe un favor, aunque no lo sepa.

Tras un sencillo movimiento de varita invocó a una nube amarilla, a la que se subió sin problema, y sobrevoló la plaza principal abarrotada de gente por la fiesta de mayo. Se oía música y risas por cada rincón. Blue, contagiada por el buen ambiente, hizo aparecer fuegos artificiales con su magia y acompañando los fuegos procedentes de un extraño castillo...a las afueras...espera un momento.

-¡Ese es el castillo!- Blue casi se cae de la nube de la impresión. Aunque pareciese increíble, no era fácil encontrar el edificio donde residía el temible mago Howl.- Uhm, creo que no es mala idea ir a visitarlo.

Con la idea en mente se dirigió al castillo, portando una actitud determinada y con demasiadas ilusiones referentes al mago. Que ganas de verlo, ¿será igual a como lo recuerdo? Quizás ahora es más cobarde y mujeriego...ella lo cambió mucho.

La verdad...no iba tan desencaminada.

...

Aquí estaba, persiguiendo la puerta del castillo que no la dejaba entrar y solamente huía de ella.

Había intentado de todo, desde el "Petrificus Totalus" hasta gritar improperios, todo con el objetivo de que parase y la dejase entrar. Vaya que era rápido ese cacharro.

La azabache sentía en su interior que, quien sea lo que este controlando el castillo se burlaba de ella. Pero no se rendiría tan fácil, ella no es ese tipo de personas.

-Ven castillo bonito, no te haré daño...¡Que vengas te digo!- Por fin, después de tanto tiempo jugando al gato y al ratón, pudo llegar a la puerta donde utilizó un sencillo "Alohomora" y entró de golpe, casi golpeándose la cabeza contra el primer escalón de la escalera de no ser por sus rápidos reflejos, y cerró la puerta de la misma manera.- Uff, eso estuvo cerca, casi que quedo más tonta de lo que estoy.

Se levantó limpiando el polvo de sus pantalones y subió las escaleras, deteniéndose al final de estas por un par de miradas extrañadas. Por lo que podía observar ambas personas estaban tranquilamente cenando hasta que ella irrumpió en su salón, el de apariencia mas joven tenia hasta un tenedor en la mano para usarlo como arma del susto que pilló. Pobrecito, me siento mal y todo...ñee ya se me pasará.

-Mis disculpas por la intromisión...pero estoy buscando a Howl Jenkins Pendragon, o como lo llaman por estos lares, Howl el robacorazones.-Una sonrisa burlesca amenazaba por salir, cosa que pudo evitar al ver al rubio levantarse de la silla para llegar hasta donde estaba la oji azul, se notaba que el joven estaba asustado pero lo disimulaba con una sonrisa coqueta. Como si eso fuese a funcionar.-Me debe un favor y vengo a cobrarlo.




•||La bailarina ambulante||• El Castillo AmbulanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora