Especial

333 25 2
                                    

¡Hola! Quiero disculparme por no haber subido nuevo capítulo. El estar encerrada me quita inspiración puesto que la mayoría de lo que escribo esta basado en mi día a día (menos lo de encontrame con un papuh teñido que hace magia, ojalá)

Pero también esto me ha dado un poco de inspiración (que contradictorio ¿no?) sobre un pequeño especial. Tomadlo como una pequeña disculpa por el retraso (también mental xD)

————————

×∆||Día de juegos en cuarentena||∆×

P.d.Narrador

Otro día pasaba nuestra querida protagonista encerrada por cuarentena en el extraño castillo con patas junto a un presumido teñido, una enérgica señora, un fuego quejica y un aprendiz aplicado. Lo más normal del mundo.

Blue se encontraba leyendo en una silla en frente de la chimenea, en ese estado podría parecer la serenidad en persona de no ser por el ceño fruncido con irritación y la notable vena de su frente.

-Sophie, entiendo que estas obsesionada con la limpieza y en esta situación aún más. Pero, ¿Podrías, por favor, dejar de pedirme que levante las piernas?

Dejadme que os explique lo que sucede. Como anteriormente se dijo, el pueblo se encuentra en cuarentena porque llegó una enfermedad llamada Coronavirus que se llevó muchas vidas. Por ello mandaron a los pueblerinos quedarse en casa y evitar a los demás, lavarse las manos y mantener higiénico el hogar.

Esto último la adorable y viejita Sophie se lo tomó MUY en serio, cada media hora limpiaba las estanterías y cada diez minutos  el suelo lo que provocó que la lectora tuviese que levantar las piernas cada vez para dejarle limpiar esa zona.

De tantas veces que hizo la acción pensó que los músculos de sus extremidades inferiores habían aumentado o algo así.

-Pero hay que mantener limpio esta zona, es donde pasamos más tiempo. -La ancianita se cruzó de brazos después quitarse el pañuelo que tapaba su nariz y boca.

-Haya paz. -Michael habló antes de que la oji azul pudiese replicar- ¿Por qué no jugamos a algo? Ayer encontré el Parchís, el Ajedrez, el Monopoly y el Cluedo.

-Estoy tan aburrida que acepto.

-Esta bien, limpia la mesa voy a por Howl.

-¿Otra vez? Pero si ya está limpia, ¡hasta brilla!

-¡Que lo hagas!

...

Primer juego: Parchís.

Los cuatro humanos presentes se sentaron en la mesa para jugar al primer juego, parecía que iba a empezar bien por que ninguno se peleó por los colores.

Sophie eligió el rojo, Howl el azul, Michael el amarillo y Blue el verde. (N/T: ¿Referencia? ¿Dónde?)

-Quita el bloqueo Blue.

-¿Por qué me tienes que comer a mi?

-Haces trampa.

La primera era la frase más frecuente de parte de los otros tres porque la bailarina siempre que podía colocaba dos de sus fichas en la misma casilla para evitar que pasarán. En ocasiones juraban que podían ver cuernos y cola de demonio en ella.

Segundo juego: Ajedrez.

Este fue el peor juego que pudieron jugar.

Howl y Blue se enfrentaron en la fina del "torneo" y ya llevaban cuarenta minutos moviendo fichas, pensado y mirándose con desafío.

-Cuando no miren lo tiramos a la basura.

-Si, esto es aburrido.

Los dos restantes de mientras planeaban un atentado contra el pobre tablero inocente.

Tercer juego: Monopoly.

-¿Como es que tienes tanto dinero?

Blue era la única que tenía el máximo dinero posible junto a muchas calles con casas y hoteles. A ellos les bajó la típica gotita anime por la sien mientas que a ella le volvieron a salir los cuernos y la cola.

Les había dejado secos en menos de una hora y no se lo podían explicar.

-Las calles son inversiones, contra más tengas más dinero ganas y más casas y hoteles puedes comprar para ganar más dinero. El dinero mueve el mundo.

-Este también lo tiraremos.

-Estoy de acuerdo

Cuarto juego: Cluedo.

Al ser el último juego que quedaba tenían la esperanza de que este si lo disfrutarían. Que equivocados estaban.

-¡El asesino es la víctima! -Gritó Blue con entusiasmo, era lo más lógico que se le ocurrió al seguir las pistas.

-No lo es, eso no tiene sentido.

-¿Por qué se mataría a si misma?

-No sabes jugar

Sin embargo, era notable que no estaban de acuerdo y la miraban como si estuviese loca por pensar que una pobre anciana se mataría a si misma.

-¿Sabéis que? Ya me cansé de jugar, me voy a dormir. - Indignada se levantó de la mesa y con un golpe de cabello cual diva caminó a las escaleras para marcharse a su habitación.

-¿Se enfadó?

-No volvamos a jugar con ella.

Blue asomó su cabeza por las escaleras con el ceño fruncido y la boca abierta algo ofendida.

-Sigo diciendo que el asesino fue la víctima.

————————

Hasta aquí llegó el especial, espero que os haya gustado y gracias por el apoyo.

•||La bailarina ambulante||• El Castillo AmbulanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora