UNO: Comencemos...

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Hola, bueno, tal vez en algún momento me dijiste que no te dirigiera más la palabra ni mucho menos te volviera a mirar de la forma en que lo hacía antes, o que te escribiera que te extraño en estos momentos y que me arrepiento por lo que hice en aquel momento en que firmé el final de nuestra historia con una tonta decisión, pero así como me conoces de que soy necia a más no poder, hoy hago todo lo contrario a lo que no querías que hiciera porque no puedo dejarte ir así de fácil.

En verdad no sé cómo comenzar a decirte todo lo que tengo en mente pero sabes, podré verme fuerte y aparentar no sentir ya nada por tí, me río en tu cara y finjo tener una vida excelente cuando por dentro estoy destrozada por lo que el pasado nos hizo.

Llegué a comprender que en realidad me equivoqué, he estado pidiendo ayuda para discernir las razones por las cuales te he dañado y una de ellas era el mismo miedo a poder perderte.

Me he dado cuenta de que puse muchas excusas, cosa que fue totalmente inmadura y diferente a las reales que en verdad sí valen la pena escuchar, pero estas no son cartas para defenderme, ni mucho menos para reclamarte si no para responder a lo que sientes, para desahogarme y sobre todo decirte que de mí no huirás tan fácil y que haré todo lo que pueda para que vuelvas a mis brazos donde deberías de estar ahora mismo.

Sé que muchas personas me juzgarán al momento de leerlas o incluso tú también lo harás si es que estás en contra mía pero es lo que yo siento, es lo que decidí hacer y mi manera de pensar. Muchos países y lugares tienen el maravilloso valor y privilegio de la libertad para poder expresarse de diferentes maneras unos cantan, otros pintan, yo y muchos más escribimos, y así como otros expresan su libertad de varias maneras yo quiero aprovechar la mía para escribirte lo que siento y lo que pienso, así que aquí vamos.

Oye... ¡Aún No Te Vayas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora