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Limpié las rebeldes lágrimas una vez que estuve en la puerta del dormitorio que compartíamos todos. Saqué las llaves de un pequeño bolsillo que tenía la mochila y, con cuidado de no hacer ruido, abrí la puerta rápidamente 

- Hola - se escuchó la voz del mayor -

- Hola - susurré -

Cerré la puerta y me dirigí directamente a mi habitación, dejando la mochila allí. El nudo de mi garganta no tenía intenciones de irse y eso era realmente un problema. No quería que algún miembro entrara por casualidad a mi cuarto y me encontraran llorando como el debilucho que soy

- ¿Hyunjin? - el propietario de aquella voz se paró en el marco de la puerta - ¿Qué haces aquí?

- No me sentía muy bien - dije, sin mentir esta vez -

-¿Y esa herida? - preguntó con un ligero tono de preocupación -

Clavé mis uñas en las palmas de mis manos, un claro gesto nervioso que Woojin hyung no pasó por alto

- Estaba jugando a voleibol en educación física - comencé a relatar, usando la misma excusa que le dije al maknae - una pelota me golpeó demasiado fuerte en la cara causándome un gran mareo. El enfermero de mi escuela me recomendó ir a casa

- Ya veo... - respondió, sin estar convencido del todo - ¿Estás bien?

Miéntele

- Claro que estoy bien - sonreí - ¿A qué se debe la pregunta, hyung?

- He estado hablando con Chan últimamente... - subí a mi cama con él siguiéndome para así estar a mi lado - Y ambos nos hemos dado cuenta de que pareces un poco decaído - se apoyó en la pared - Sabes que si algo pasa puedes consultarnos, ¿Cierto?. No solo a mi o a Chan, tienes a los demás hyungs y a los maknaes a tu lado también

-Claro que sí, Woojin hyung - al notar como agarraba mi mano sonreí - Si pasara algo ya os lo hubiera dicho 

Por un segundo realmente dudé en contarle todos mis problemas, toda mi batalla contra el insomnio, la depresión y el reciente acoso casi fueron reveladas con esas simples palabras

-¿Seguro que realmente no pasa nada? - insistió - 

Estoy muriendo por dentro, eso es lo que pasa

- Sólo estoy un poco cansado - volví a mentir, ignorando las voces de mi cabeza - Y algo estresado , los exámenes empezaran la próxima semana. Esa deberá ser la razón por la que me veo un poco apagado, pero nada más pasa, de verdad

Desvié la viste a la conocida ventana, intentando ignorar la fuerte mirada de mi hyung

- Está bien - suspiró agotado y revolvió mi pelo - Si algo pasa no dudes en decírnoslo, ¿Entendido? 

No

- Entendido 

- Bueno, voy a volver a mi habitación. Changbin y Chan también están en casa - informó - Si necesitas algo puedes recurrir a mi o a cualquiera de ellos dos 

- Lo tendré en cuenta - susurré - Gracias, hyung

Sonrió

- No agradezcas

Me quedé mirándolo hasta que se fue, cerrando la puerta en el proceso. No pude resistir más y comencé a desbordar aquellos dolorosos y amargos fluidos líquidos procedente de mis ojos

Un ardor bajo mis ojos comenzó a molestarme en demasía, posé mis manos frías en el sitio ardiente en orden de relajarme y aliviarme un poco. Aquel gesto funcionó, pues aparte de quitarme el malestar impidió que siguiese llorando, enfocándome completamente en el placer que mis manos frías me producían en este momento

Me recosté completamente, mirando el techo, siguiendo con ese pequeño momento de calma que normalmente me habría privado de tener. Las voces que gritaban en mi cabeza se encontraban calladas, el intenso sentimiento de tristeza se apaciguaba y poco a poco el sueño me fue consumiendo

Una gran felicidad estalló en mi cuerpo pues llevaba tres días seguidos sin dormir ni una hora. Sin ninguna preocupación o impedimento cerré los ojos lentamente, disfrutando del bello momento que mi mente me había concedido después de tanta batalla contra mi mismo, batallas que ya había perdido hace tiempo

La calidez comenzó a hacerse dueña de las maravillosas sensaciones que creía que no volvería a experimentar jamás en la vida

Por fin podría volver a dormir, aunque sea por unos escasos cinco minutos








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In a Hellevator of Insomnia (HHJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora