Hwang Hyunjin era considerado el adorable y torpe del grupo, el llorón. Lo que ellos no sabían que la mayoría de sus lágrimas se derramaban por la noche, siendo obligado a pasar la velada con las estrellas, Hyunjin se atormenta más día a día o , mej...
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- El viernes también vendrás aquí - gruñó - ¿Entendido?
Miré al suelo con la cabeza gacha. Aquellos dos chicos se fueron, cerrando la puerta fuertemente. Dejándome totalmente a oscuras
Me encontraba tumbado en el suelo, no tenía fuerzas para moverme, menos de aquella paliza que acababa de recibir
No podía mover mis piernas por mucho que lo intentara y mis brazos respondían a duras penas. Cerré el puño, mi labio sangraba por culpa de mi propia dentadura.
¿Cómo se suponía que iba a volver ahora a casa?
En parte había agradecido el traer maquillaje, así al menos podría ocultar las heridas del rostro
- Duele... - me quejé -
Logré levantarme poco a poco, con gran esfuerzo caminé hasta mi mochila para así cogerla y salir de ese lugar
Llegué al baño, me eché bastante maquillaje y volví nuevamente a la salida del colegio
- Hola - escuché una vez estuve allí -
Levanté la cabeza al escuchar esa voz. Me quedé realmente impresionado al verle aquí
- Jinyoung hyung - le llamé - ¿Qué hace aquí?
- Bueno, Yugyeom venía a hablar con un conocido suyo. Me pidió que lo trajera
- Pero... ¿Ese no es el coche de Jackson hyung? - pregunté al ver el audi -
- R-resulta que yo aún no tengo coche propio - rió - Tuve que cogérselo prestado
Asentí
- ¿Qué tal si te llevo a casa? - anunció en cuanto vi que me marchaba - Yugyeom no va a tardar casi nada y no me costaría acercarte
Estuvimos esperando por cinco minutos hasta que el hyung más alto salió con una sonrisa de la escuela. Por un momento me dio algo de envidia
Sacudí mi cabeza, no era momento de ser negativo. Menos ahora que estaba con mis ídolos. Dirigí mi vista a la carretera, fijándome de que cada vez estaba más cerca de mi destino
- Jeongin ya fue a casa, ¿Verdad? - habló el más alto - Lo vi llegar a vuestro departamento antes
- Si, yo tuve que quedarme un rato por... - sin darme cuenta, había dejado de hablar. No quería seguir mintiendo -
- ¿Por...? - me alentó a seguir -
- Porque la profesora de ciencias me pidió ayuda - terminé de decir - Aunque tardé más de lo esperado
