doce🌷

610 42 8
                                    

Después de sacarle a mi prima unas cuantas fotos para que por lo menos una le guste, me fui a donde estaban los colombianos con Nacho tomando mates.

-Qué onda, ¿no van al agua? -les pregunto mientras paso mis brazos por el cuello del santafesino.

-Si si, ya nos vamos -dijo Rafa arrastrando a Juanfer hasta el agua.

-¿Por qué los alejas de mí? ¿Me querés para vos sola?

Me acomodé encima de sus piernas y quedamos frente a frente.

-Te quiero -le digo mirándolo fijamente a los ojos.

-Yo también te quiero, Mar -dice pasando sus manos por mi pelo.

-¿Sabías que los sentimientos son más que palabras? Son demostraciones -hablo mientras acerco mi rostro al suyo, rozando nuestras narices.

-¿Y vos cómo querés que te lo demuestre, hermosa? -murmura.

-Así.

Y lo encaré de una.

○●○

M

e subí al colectivo que nos iba a llevar al aeropuerto no sin antes dejar la valija en la parte de atrás.

Agarré bien la mochila para que no se me cayera y iba pensando en qué música escuchar durante el camino ya que el sueño se me había pasado.

Cuando agarré asiento, me acomodé los auriculares y miré de reojo al pasillo por si Nacho pasaba de largo.

Al otro lado vi como ya el Pala estaba acomodado para seguir durmiendo apoyado en la ventana.

Me reí porque sabía que cuando el bondi arrancara, al morocho se le iba a caer la cabeza y se iba a despertar.

Unos minutos después, cuando ya la mayoría había subido, vi como Nacho se sentaba a mi lado.

Vi su carita de sueño y le hice señas para que se acomodara y durmiera, yo no tenía planes de hacer lo mismo.

Y cuando arrancamos y el cole se movió, Exequiel se despertó y causó que yo terminara riendo en voz baja para no molestar a nadie.

○●○

Ya en el avión, el 32 y yo volvimos a sentarnos juntos. Costumbre, supongo.

Terminé de acomodarme y escuché a mi hermana bardearnos cuando pasó por al lado.

Ignacio me sonrió y me dió un beso que terminó en unos picos. Yo me reí y lo despeiné para molestarlo porque no me soltaba.

-Desubicada, con el pelo no te metas -me dijo riendo.

Yo le sonreí inocentemente.

Después de despegar, miro mi celular pero no encuentro nada divertido para hacer por lo que vuelvo a dejarlo de lado y miro a mi acompañante a ver si de alguna manera me entretiene.

-¿No te querés sentar de éste lado? La ventana es más cómoda -le digo cuando lo veo incómodo por no saber como acomodarse.

El asiente y yo paso por arriba suyo, espero a que se acomode y me siento encima de sus piernas.

El me miró levantando una ceja intentando descubrir segundas intenciones, yo le di un pico y me di vuelta apoyando mi espalda en su pecho.

Puso sus piernas encima del otro asiento y me rodeó con sus brazos para que no me fuera para el costado.

Poco a poco los ojos se me fueron cerrando y me dormí tranquilamente. Así sí vale la pena viajar.

○●○

Bajé del avión con un toque de frío, los brazos de Nacho estaban bastante calentitos cuando me despertaron para decir que íbamos a aterrizar.

Después de que nos dieran todas nuestras cosas, vi a varios ya con sus familias. Entre ellos Scocco.

Lo vi alzando a upa al más chiquito y después se agachó para abrazar a Juan Mateo.

Yo no quería ser obvia mirando pero no lo podía evitar, aunque sí dejé de mirar cuando la besó a ella, porque me dolió.

Busqué con la mirada a mi viejo pero encontré a un Enzo Perez abrazando a mi gemela y me pareció más importante que cualquier otra cosa, por lo que fui a abrazarla yo y a llevarmela para que se sintiera mejor.

SISTERS } nacho scoccoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora