quince🌷

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Entro seguida de mi papá y me encuentro a Rafa junto con Juanfer, el cuál no estuvo anoche en la joda.

-Felices veintitrés pana, perdóname por no decirlo antes -dice el último mientras me abraza.

-Te quiero -digo mientras correspondo su abrazo.

Siento como alguien se suma y los tres reímos.

-Aguante Colombia -les digo a mis nenes, los quiero mucho en serio-, son los mejores.

Ellos me sueltan y en un momento me quedo sola con Borré.

-Mari, él vino con su familia -me comenta con seriedad.

Yo suspiro y bajo la mirada a mis pies.

-Supongo que te equivocaste en lo que decías.

Él hace que levante la mirada con una mano en mi mentón y me da un beso en la frente.

-No te des por vencida nunca, tú eres una mujer muy fuerte como para dejarte caer con obstáculos tan pequeños.

Yo le sonrío y vuelvo a abrazarlo, hasta que siento como alguien se abraza a mi pierna.

-¡Bauti! -digo después de darme vuelta para verlo, lo alzo en brazos y le doy besos en su carita haciendolo reír.

-Hola Mar, feliz cumple -me dice la mamá del nene.

-Bauti, vamos a jugar -le grita otro nene.

Yo lo miro y veo que es el hijo mayor de Nacho, hago un gran intento en no dejar de sonreír y bajo a Bauti para que se vaya a hacer cosas de nene chiquito seguido de su mamá que lo sigue para cuidarlo.

Es entonces cuando Ignacio se acerca junto con su mujer y siento como me tiemblan las piernas.

Rafael en ningún momento se separó de mi y pasó su mano por mi cintura cuando notó mis nervios que cada vez crecían más.

-Buenas noches Marianella, me llamo Melissa. Feliz cumpleaños -dice dándome un beso en el cachete.

Yo intento sonreír sin parecer falsa porque ella en ningún momento me hizo nada malo, la que hace que su marido le meta los cuernos soy yo.

-Muchas gracias, espero que disfrutes la noche -le contesto.

Ella me sonríe y se va, supongo que a ver lo que hacen sus hijos.

Nacho en ningún momento me miró a los ojos o me dirigió la palabra, y cuando su mujer se alejó lo primero que hizo fue ver el brazo en mi cintura y fruncir el ceño.

Y con lo siguiente que hace, la termina de cagar.

-¿Ustedes están juntos?

En algún momento tenía que explotar, realmente espero que nadie escuche todo lo que tengo que decir.

-Me parece que: uno, te estás desubicando. Dos, ojalá estuviera con él, por lo menos dice las cosas y las hace. Seguro sería mejor enamorarme de alguien que no está casado y le es infiel a su mujer, no me daría falsas ilusiones de tener algo aunque sea a escondidas. Ni siquiera tenés tiempo para mí, ¿por qué dejaste que todo esto siguiera desde un principio? Ya me harté de la situación, me cansé del ir y venir.

-Bajá la voz Marianella, te van a escuchar -me dice el sinvergüenza.

-¿Ahora te importa que me escuchen? Te hubieras interesado en escucharme antes entonces, mejor hubiera sido que hayas ido a mi casa cuando dijiste que ibas a ir.

-Perdón pero tuve que...

-Tuviste que nada, déjala en paz. Es su cumpleaños, merece pasárselo bien -se mete mi amigo.

-¿Y vos qué te metés, Colombia? ¿Te pensas que conteniendola un poco vas a hacer que sienta por vos lo que siente por mí? -ataca el 32.

Rafa se separa de mí y es donde no quiero ver una confrontación de los delanteros, por lo que me meto en medio cuando intentan acercarse.

-Ya está, déjenlo ahí por favor.

Ellos me hacen caso y el colombiano me lleva a otro lado, le agradezco por lo que hace y me acompaña durante toda la noche.

Saludo a mi familia, a mis amigos, a los chicos que juegan afuera y cuando es momento de comer y veo a toda la gente que amo en la mesa, me doy cuenta que aunque soy feliz, no estoy completa.

○●○

Más tarde, después de que nos cantaran el feliz cumpleaños, varias personas se fueron con los niños que ya se encontraban durmiendo. Entre esas personas estaba Melissa, que llevaba a Lautaro en brazos y le daba la manito a Juanma.

Les presté la atención que no debía durante la noche, y noté que tuvieron una pequeña discusión de pareja. Supongo que nada importante.

La música resonaba algo fuerte en el lugar y yo me encontraba saliendo del baño del primer piso, pero me encontré a alguien que esperaba no volver a cruzar.

-Mar, tenemos que hablar y a solas.

Yo suspiré, sabiendo que eso no lo iba a poder evitar.

Caminamos hasta la habitación en la que dormimos juntos por primera vez.

Él cerró la puerta mientras yo me sentaba en la punta de la cama.

-Yo... en serio te quiero pedir perdón. Realmente siento cosas por vos que nunca sentí por nadie, sos única en mi vida Mar -empieza a hablar mientras se sienta a mi lado.

-Seré única pero no la única, Ignacio. Y sabes que eso no es lo peor de todo, porque además de no ser la única, soy la otra. Yo también siento mil cosas por vos y realmente son inexplicables, pero sería mejor que esto se termine acá. Por mi bien y por el de tu familia.

Lo veo suspirar y creo que entiende que ya no puede hacer nada para hacerme cambiar de opinión.

Me levanto de mi lugar y me acomodo encima de sus piernas, subiendo el vestido para que no se rompa.

-Si nos vamos a despedir, hay que hacerlo bien -le digo rozando mis labios en su cuello.

Y el "te amo" que susurra durante toda la noche cada vez que jadea buscando respirar con profunidad, es lo que siento que llena el vacío de mi corazón.

Que después de ésta noche vuelve a su estado natural, vuelve a estar vacío.

dedicado a los corazones rotos o parchados, gracias por leer esto

y de paso *spam* lean sorry y stay


SISTERS } nacho scoccoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora