SISTERS } nacho scocco

dieciocho🌷

Y como finalmente la Conmebol no decidió nada hasta ahora con respecto a la final de la Libertadores, solo nos queda esperar.

Cuando las decisiones así vienen de arriba y no podes hacer nada te da tremenda bronca.

Yo realmente ya no sabía cómo sentirme, estuve triste, nerviosa, estresada, cansada y mil cosas más por todas las vueltas que nos hacen dar.

Guardé algunos papeles que necesitaba en una mochila y bajé para tomarme un taxi e irme hasta el estadio.

○●○

Cuando llegué, dejé unas cosas en la oficina y fui a buscar a Cielo que me dijo que iba a estar con papá. En un rato salía el colectivo a Mar del Plata donde se jugaría la semifinal de la Copa Argentina contra Gimnasia.

-Hola pa, hola negra -dije saludando a mi familia. -¿Mamá viene? -pregunto.

-No, dijo que tiene que trabajar -contestó mi viejo.

Yo me encogí de hombros y seguimos camino al lugar donde estaban todos.

Cuando llegué a donde la mayoría se despedían de su familia, busqué con la mirada a mi querido amigo.

-Hola, Rafa -digo abrazandolo por atrás.

El se ríe y se da vuelta para abrazarme también.

-Hola bonita, ¿nos sentamos juntos? -me pregunta.

Yo sonrío y asiento, hoy estoy de buen humor.

En el colectivo me senté casi en los últimos lugares, adelante de Cielo y Enzo.

-Que juntitos que están estos -dijo el mendocino viendo que habíamos llegado de la mano. -¿Andan? -le preguntó a Cielo la cual negó.

-Buena esa colombia -le dice el Pala y se ríen todos.

-Calladito calladito el pequeño Rafa -dijo Enzo y le hice fuck you mientras me reía.

Siguieron jodiendo hasta que vimos que Nacho se dió vuelta.

-Eu cállense un rato -nos dijo y todos hicieron el famoso "uhhhhh".

-¿Nachito estás triste porque él se apuró y vos no?- preguntó Exe y mepa que se pasó.

Scocco se levantó de donde estaba y se acercó a nosotros.

-¿Yo triste? Yo ya tengo mi vida hecha y ella hace la suya, no tengo problema con eso -contestó.

Auch.

Mi amigo tucumano no le contestó, ahora sí que Nacho se fue al carajo.

-Anda Nacho, era una joda nada más -volvió a hablar Enzo.

Admito que lo que dijo me dolió.

○●○

Más tarde, un rato antes del partido, caminaba sola por los pasillos del estadio cuando me crucé con Ignacio.

-¿Podemos hablar? -dice él.

-Yo no tengo nada que hablar con alguien que no tiene problema con que haga mi vida -le contesté.

-Sabes que las cosas no son así Mar...

-No, dejate de joder Nacho. Vos seguí con tu vida que en eso te va muy bien y yo hago la mía que hasta ahora va mejor sin vos.

Me alejé de él y de repente empecé a sentir que todo me daba vueltas y la vista se me hizo borrosa.

Sentí que alguien me agarró antes de caer al piso, me nombraba pero yo no pude evitar desmayarme.

○●○

Me desperté con mi hermana a un lado y un par de médicos que reconocí porque son del plantel.

Me pasaron un par de galletitas dulces y me recomendaron ir al hospital, pero yo preferí esperar un poco e ir después del partido.

Mientras veía el primer tiempo me sentía mejor y hasta cantaba canciones de la hinchada, en el segundo tiempo charlé un poco con mi viejo y Cielo.

En los penales me mordía las uñas, cosa que hacía hace años y la verdad había dejado de hacer, pero me siento tan extremadamente estresada y nerviosa que necesito morder algo y mis uñas son víctimas.

Cuando los penales finalizaron quería irme.

-Cielo, ¿me acompañas al hospital? -le pregunté a mi gemela.

-Ni siquiera me tenés que preguntar Marianella, vamos. Hay que avisarle a papá -dijo para después levantarse y hacer lo que dijo.

Salimos del estadio y nos tomamos un taxi, le pedimos que fuera al centro médico más cercano y hasta ahí nos llevó.

Yo me quedé en la sala de espera mientras mi hermana me conseguía un turno con un médico general.

De repente siento como si me hubiera venido, me acerco al baño y veo en la ropa sangre.

Me alivio al pensar que era mi período, pero cuando presto más atención no es el mismo tipo de sangre.

Es cuando me asusto y empiezo a pedir ayuda a los gritos.

♤

perdón.

ahre