❝ TaeHyung conoció a SeokJin en un día lluvioso, o tal vez fue al revés.
El destino tiene muchas vueltas, y no fue casualidad su encuentro tormentoso.❞
|ɴᴜᴍᴇʀᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴇɴ ᴘᴏʟᴀᴄᴏ.|
Las clases de gastronomía se habían hecho una rutina, Jin ya no llegaba tarde, no después de su promesa.
Aunque los últimos días noto al menor, Taehyung. Desanimado, y él juraba a verlo visto llorar en los baños. Lo estaba evitando, y eso le dolía.
Así que hoy tomaría cartas en el asunto, ellos estaban formando una linda amistad, esto no puede acabar así.
Sacudió su cabello de su rostro, todo el día se la paso pensando en el chico.
¡Mierda, Jin!, ¿Qué te pasa?
Se repitió, ¿Por qué le importaba tanto?, ¿Por qué tenía esa necesidad verlo bien?
De niño, su nana le contaba historias de las conexiones de dos personas, las que estaban destinadas a estar juntos por siempre. Obviamente para él, eran solo historias.
Nadie fue específicamente hecho para estar con alguien, ¿No?
Ahora estaba algo confundido, pero al menos no estaba pensando en TaeHyung.
¿Acaso tendríamos una conexión?, ¿Estamos destinados?
Y ahí volvió a pensar en él, pobre de la mente de Jin en estos momentos.
Acomodo su delantal y se sentó en un banquito de descanso en el lugar, otra vez llegó temprano.
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TaeHyung no le dedico siquiera un vistazo al mayor en todo el día, haciendo sentir al otro algo agobiado.
Otra vez se le notaba triste y cansado, con unas ojeras adornando sus preciosos ojos y la curvatura de sus labios hacia abajo, pues este no sonreía.
Jin se mantuvo en su lugar, apagando las ganas de ir e hablarle.
Sólo aguanta un poco más
Era lo que repetía el más alto, para luego morder la uña de su dedo pulgar algo ansioso.
Cuando él profesor dio por terminada la clase, lo primero que hizo fue sujetar a TaeHyung del brazo, pues este quería irse lo antes posible.
— ¡Tae, espera! -lo sujetó de su antebrazo- ¿Puedo hablar contigo? -pregunto algo nervioso bajo la atenta mirada del joven-.
— Claro, Hyung -su voz sonaba apagada, Jin sintió su corazón estrujarse ante al verlo de esa forma-
— ¿T-tú estás bien? -su voz sonó entrecortada haciendo sentir avergonzado a Jin, sus mejillas se tiñeron de un color rosacéo- Te noto algo cansado, y ni siquiera me hablaste.. -soltó el antebrazo de Tae luego de decir aquello, aunque una parte de él tenía miedo que se vaya-.
— Lo siento por preocuparte, sólo he estado algo cansado por la falta de sueño, Hyung. Es todo -soltó un suspiro, y tallo uno de sus ojos. No quería preocupar a Jinnie-.
