La lluvia sabe por qué;; 愛雨 Taejin.

𝐬𝐳𝐞𝐬𝐧𝐚ś𝐜𝐢𝐞 |16|

Diez.

Nueve, ocho, siete...

Es inútil, por más que lo intente, no podía calmar su acelerado corazón, el dolor que le generaba y el nudo en su garganta, dolía.

Dolía mucho.

No quería llorar, no debía llorar.

Pero se encontraba harto, harto de las mismas pesadillas una y otra vez, un constante mártir hacia su psiquis, pero más que nada, para su alma.

Las escenas no parecen dejarlo ir, y las excusas que se generaba así mismo para seguir respirando, se hacían cada vez más escasas, como si no tuviera nada más que perder.

Se estuvo salteando las clases de cocina, que era lo único que podía distraerlo de sus pensamientos, y secretamente, otra forma de poder apreciar a SeokJin.

Pero, ¿Siquiera tenía sentido? Él realmente no vale la pena, para un hombre como Jin, no puede entender, si está listo para amar o no.

O tal vez para dejarse amar, una persona cuando nunca recibe amor, le es más difícil identificar cuando otra en verdad lo siente, y sus inseguridades hacen que no les crean, o piensen que es por lástima, y se terminan alejando.

Hundiéndose más en su miseria, pero grave error, porque SeokJin igual era un juguete roto, para su familia, un verdadero error, y nunca se permitió ser amado.

Dos seres lastimados por las injusticias de la vida, que aún no han sido abandonados por el destino, el cuál les permite encontrarse una y otra vez en cada vida, hasta que puedan unir sus piezas y dejarse amar.

Afrontar la lluvia, bailar y reír en su dolor, para que cuando salga el sol, sea aún más brillante la felicidad que sentirán sus almas al fin.

2:45 AM, TaeHyung vuelve a intentar respirar, negándose a dejarse llevar por los brazos de Morfeo, toma una decisión, que más bien fue una corazonada valiente, sin saber, que cada vez está más cerca de sanar su dolor.

En sus temblorosas manos sudadas, encuentra su teléfono celular y con movimientos torpes, se obliga a tomar una respiración antes de marcar ese número.

No sabe por qué lo hace, ni con que propósito, solo tenía una voz dentro, un sentimiento fuerte de hacer esto, de llamar a SeokJin.

Suena una vez, suena dos y tres veces, a la última donde pensaba colgar la llamada, alguien contesta algo adormilado.

— Uhm, ¿Quién habla?

Su voz, completamente con signos de recién despertar, y podría jurar que Jin estaría con los ojos cerrados, esforzándose por entender la situación.

— S-seokJin, soy yo, TaeHyung, lo siento por molestarte, pero, puedes mantenerte en la llamada, estoy... a-asustado.

Odio su temblor palpable en su voz, pero no podía controlarlo, no más.

Al instante, oye como Jin esta más despabilado y responde rápidamente.

— T-taeHyung, yo, ¿Estás bien? No supe de tí en días, ¿Estás en peligro? Si quieres llamo a la policía, ¿O estas herido? Dios, ¡TaeHyung contesta!

Miedo, su voz también denotaba miedo, y TaeHyung no podía creer que Jin tuviera miedo por él, que se preocupara, esto era...

Indescriptible.

— Jin, tranquilo, y-yo estoy bien, es sólo que, tengo miedo de mí mismo, de lo que puedo hacer, siento que esta soledad me asfixia y que en cualquier momento puedo hacer algo de lo que me puedo arrepentir, por favor, s-solo quédate en la línea, háblame...