El negocio de Yolanda.

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- ¡Mi querida señora Yolanda! ¿Cómo está? - Preguntó el señor José Rodríguez, entrando en la carnicería con una bolsa en la mano.

-Pues muy bien, ¿Usted? ¿Cómo está su esposa? ¿Se ha recuperado de aquel malestar? - Respondió la Sra. Yolanda desde el otro lado del mostrador, mientras contaba el dinero de la caja.

- Pues yo bien, gracias a Dios, pero no sucede lo mismo con mi Sofía - bajo la mirada, pero Yolanda pudo notar la tristeza en sus ojos - Mi Sofía no deja de vomitar, no quiere comer, no se levanta de la cama, cada día se encuentra más pálida, me pregunto ¿qué fue lo que le cayó mal? - Soltó un suspiro, pero en seguida cambio la cara, tratando de ocultar el pesar -. Pero no nos pongamos tristes, hay que tener fe en que ya se le pasará ¿y usted? ¿Cómo se encuentra Doña Carmen? ¿Ya regreso de aquel viaje?

Yolanda no logro disimular un mueca de disgusto, que no pasó desapercibida para el Señor José - No, aún no ha vuelto, cuando se despidió de mi, dijo que sería un largo viaje e incluso que si le gustaba mucho aquel lugar, no pensaba en volver.

- Es bueno que disfrute pero, ¿Su señor esposo no se preocupara por donde se encontrará su madre?

- ¡Claro que no! Si apenas una semana luego de salir doña Carmen, Dionisio partió tras ella, a tratar de convencerla de volver.

- ¿Y la dejó a usted sólita aquí? ¿Encargandose de este negocio? - Al verla fruncir el sueño con molestia, se corrigió rápidamente - No me lo tomé a mal, quiero decir, ¿si le pasase a usted algo? ¿Si alguien tratara de entrar a robarle? ¿Si la intentaran dañar?

- Oh, no se preocupe, antes de partir, Dionisio instalo un nuevo sistema de seguridad, además yo se defenderme muy bien.

- No lo dudo, pero uno nunca sabe lo que pueda pasar.

- En fin ¿Qué va a querer? - lo cortó , mientras señalaba a la vitrina.

- Pues lo de siempre, quiero prepararle la sopa que usted me recomendó a mi Sofía - levantó una bolsa que había tenido al lado durante toda la conversación -. Aquí llevo las verduras. Por cierto, ¿Algún día me dirá donde compra la rica carne que vende? Me gustaría comprar para el próximo cumpleaños de mi hijo, planeo hacer un asado.

-Lo siento mucho - Decía mientras prepara la bolsa -. Pero a mi querido proveedor lo mantengo en secreto, ¡No va a ser que me lo quiten!

- Oh, lástima - tomó la bolsa lista del mostrador, pagaba y se dirigía hacia la puerta -. Muchas gracias, que tenga un bonito día, señora Yolanda.

- Gracias a usted, ¡Ojalá que la señora Sofía se recupere pronto! - Exclamaba mientras movía su mano.

El señor José fue el último cliente del día, ya que Yolanda cerró temprano. Cerró las puertas con un candado, activo la alarma y luego se dirigió al congelador, donde su esposo yacía listo para cortarse y venderse a buen precio.

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