Arrancado.

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Se miraba fijamente en el espejo, levanto un tanto la cabeza para observar su mentón, luego giro la cabeza una tanto a la derecha y luego a la izquierda. En ambos lados observó las cicatrices.

- No estoy contento - dijo mientras se toma a el mentón -. Se ve extraño y las cicatrices están horribles.

Se giro hacia el chico que lo observaba recostado en la camilla, haciendo un análisis de todos sus rasgos.

- Tu tienes una piel muy suave - se acerco lentamente a la camilla -. Pómulos pronunciados, no hay piel caída, no tienes cicatrices ¿Cómo demonios lo haces?

El chico no respondió, sólo lo observaba extrañado.

- ¿Alguna crema? ¿Químicos en específico o es todo natural? ¿O acaso es la alimentación? Si seguro debe ser la alimentación - Miro hacia el techo pensando mientras le hablaba - ¿Te dio acaso la dieta una nutricionista? Debes darme su número, obviamente después de que despiertes, la anestesia hará su efecto en cualquier momento. No debes preocuparte de nada, en unas horas estarás como nuevo, y yo también.

Los ojos del muchacho se cerraban solos mientras observaba al cirujano tomar de la bandeja un plumón y un bisturí. Después de eso no vio ni sintió nada.

- ¡Maldita sea! ¡Esto no me puede estar pasando a mi! - Esas fueron las primeras palabras que escucho al despertar, sentía todo el cuerpo dormido, se sentía muy cansado.

- ¡Soy un maldito idiota! - vociferaba el cirujano intercalando la vista entre el paciente y una bandeja -. ¡¿Y esto ahora de que me sirve?! ¡Lo he arruinado todo!

El joven paciente soltó de repente un quejido y su visión se hizo más clara, llamando la atención del cirujano. Este se movía nervioso en su lugar, se pasaba las manos por el cabello y miraba hacia la cabeza del joven.

- Hub- Hubo un pequeño inconveniente en la cirugía - soltó, mientras observaba la confusión y sorpresa en los ojos del paciente -. Verás... Mi pulso con los años ya no es tan bueno... E hice algunos cortes demás, pero descuida, ya no tendrás que preocuparte por el acné ni por cualquier imperfección en tu cara, ni siquiera te será necesario mirarte al espejo otra vez.

La confusión rápidamente se convirtió en pánico, mientras trataba de entender que le sucedió a su cara, sintió una desesperación tremenda al notar que no podía ni cerrar los ojos y no sentía los labios. Miro con horror al cirujano.

- Ni podrás mirarte nunca más - su mirada se oscureció - no es nada personal amigo, simplemente no puedo permitir que esto arruine mi imagen en este lugar... He escapado muchas veces y cambiado mi rostro otras, para irme necesitaba hacer esto, lastima que ya no sirve -. Señaló a la bandeja que miraba antes -, no hagas esto difícil, podrías contraer alguna infección al ir así por la vida, aparte del horror que causarás a la gente, también no creo que te guste, porque ¿quién desea salir al exterior sin cara?

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