Imagina con Charlie Puth

Enfado

-¡Charlie! Ven aquí, porfa- Le grité desde la cocina.

Anoche tuvimos una pequeña discusión y seguía un poco enfadado.

Cuando le llamé me ignoró, ni movió la cabeza para mirarme.

-Si no vienes no te voy a dar más besos ni caricias nunca más, tú sabrás- Le dije en un tono constante mirando al sofá que es dónde él estaba.

Me miró rápidamente sin pensar que no estaba hablando en serio, pero para asegurarse se levantó del sofá y se dirigió a la cocina sentándose en una silla que estaba justo enfrente de mí.

-¿Bebé?- Pregunté sonriendo.

Pero de nuevo me ignoró.

Me acerqué a la silla, abrí las piernas y me senté encima de él teniendo nuestras caras una enfrente de la otra.

Le empecé a dar besitos por toda la cara, por su mandíbula, su nariz, su frente...

Sus manos bajaron a mi cadera abrazándola mientras intentaba contener una pequeña sonrisa.

Su cabeza se movió y nuestros labios casi se rozaron pero moví la cabeza hacía detrás.

-¿Tú no estabas enfadado conmigo?- Pregunté arqueando las cejas.

-Cállate y bésame- Respondió en un tono bajo.

Pasamos toda la tarde de películas, palomitas y caricias en el sofá, recuperando el tiempo perdido del enfado.