𝖅𝖔𝖒𝖇𝖎𝖊𝖑𝖆𝖓𝖉》 𝔍𝔢𝔬𝔫 𝔍𝔲𝔫𝔤𝔨𝔬𝔬𝔨

- i'm worried about you.

—Después de comer tanto creo que dormiré por tres años seguidos— Yoongi y los chicos al fin tomaron el debido festín que tenían bien merecido, claro que adaptado a la situación, en realidad era comida enlatada y agua de botellas.

—Andando, todos a sus lugares.

Los chicos tomaron sus puestos, cubriéndose con uniformes de cocineros, esto fue producto de ir deshaciéndose de sus pertenencias conforme avanzaban en el trayecto. Esta noche era fría pero todos se sentían rodeados por el calor de la compañía que entre el grupo se daban. Esta noche en especial era la más grata de todas, después de haber pasado por situaciones tan extremas donde cualquiera pudo haber perecido, era reconfortante saber que seguían unidos y listos para salir juntos de ahí.

Yongsun los miró a todos y a cada uno desde su lugar, sonriendo aliviada de tenerlos a su lado.

«¿No es como un milagro que todos sigamos vivos y sanos? Bueno, Jungkook sufrió un contratiempo, pero a pesar de eso hemos estado bien. Sólo le pido al destino que nos cuide en nuestro intento de escape, ¿no es mucho pedir? Ya estamos cerca de lograrlo, sé que estaremos bien»

—Psst, Yongsun— la chica pudo sentir la presencia del joven detrás de ella, su calma y lenta respiración lo delataba. La exhalación caliente rozaba en su hombro, causando escalofríos.

—Dime, Kook.

—Yo... ¿Me llamaste Kook?— cambió de tema algo sorprendido, no había escuchado a nadie decirle así.

—¿Te molesta?

—No, para nada. Me... Me gusta— soltó con un bufido tímido.

La chica giró su cuerpo para ver mejor al castaño detrás de ella. Jeon, por su parte, se dedicó a observar los profundos y amarantos ojos de Yongsun. Los miraba con gran detenimiento, sintiendo como se perdía el cada fina raya del iris de su ojo.

En cambio, Yongsun miraba cada pequeño detalle de los ojitos de Bambi que él tenía. Notó que poseían un brillo singular; único. Quería asegurarse de grabar cada perfecta imperfección de sus luceros.

—Tú también...— el chico apenas pudo ser escuchado por Yongsun, ya que había usado un hilo de voz muy bajo al pronunciar aquella frase. Con punzadas persistentes, pudo ver un flashazo en su mente, como una memoria recobrada o un sentimiento reencontrado.

—¿Yo también...?— preguntó la chica, esperando que Jeon completara su misteriosa frase.

—Tú también eres perfecta.

Ella de inmediato recordó cuando, sus miradas habían conectado de la misma forma en aquel bosque vasto e interminable, le dijo lo mismo: "Eres perfecto".

«¿Él aún recuerda eso? Además, ¿por qué ahora me lo dice?»

Jeon buscó lentamente sentir el tacto de la chica frente a él, pasando debajo de las delgadas telas de los blancos uniformes de cocina, logrando encontrar al fin su fría mano.

—Estás helada— rió incrédulo, resguardando la mano de la chica entre las de él. Pronto pasó su mano a lo largo del brazo y logró llegar a su mejilla, la cual acarició como si de porcelana se tratara. Sintiendo el pequeño e inocente calor que su rubor emanaba.

En el pasado ella hubiese colapsado por ser un manojo de nervios, esto Jeon se había encargado de deshacer, logrando que lo único que ella experimentara en estos momentos sea confianza y calidez. Era tan perfecto que parecía irreal, como todas esas fantasías que se creaba para su propia satisfacción.

«¿Será que esto también es una fantasía? Es tan buena como una» se decía soñadora.

—Yongsun...— susurró pesado, mientras veía cada rincón del enrojecido rostro de Sun. Su expresión era neutra, pero sus ojos brillaban como nunca —Me vuelves loco. ¿Cómo logras hacer sentirme así incluso en estas situaciones? No lo entiendo...— su pulgar solo se movía de un lado a otro, pero su mirada quedaba estática en los ojos de la chica.