《Dónde quiera que vayas》 ●•{Sasuhina}•●

Capitulo IX: Antiguos sentimientos...

Capitulo IX: Antiguos sentimientos...

Natzuki se encontraba en la oficina junto a Shikamaru, Sasuke la había abandonado luego una leve discusión tomando rumbo hacia la cabaña en aquel bosque. La morena ni siquiera con los años que conocía al Uchiha, podía dar fe de lo descolocado que se encontraba. Ella conocía los sentimientos hacia Hinata, pero desconocía la intensidad de estos...hasta este momento.

—¿Qué fue lo que vieron, Natzuki? —intervino el pelinegro los pensamientos de la chica.

—Realmente no sé qué era, su flujo de chakra fue similar al del día del ataque a la aldea, pero... hay algo diferente—dijo la chica con seriedad en el rostro— Sasuke-kun no fue capaz de sentir su chakra sino hasta que lo atacaron.

—Hmp—mencionó mientras se tomaba con frustración su cola de caballo— tampoco es como que Sasuke haya estado en la aldea cuando fue atacada.

"Todos los ninjas corrían, repentinamente cientos de explosiones se sintieron en el sector de la academia. Inmediatamente Shino comenzó a desplegar, junto con Iruka y Anko, ninjas para que resguardaran a los niños.

Los recientes genin habían llegado a prestar ayuda, Boruto, Shikadai e Inojin, fueron los primeros en llegar y ser desplegados junto a Natzuki.

La orden fue clara, debían proteger a los aldeanos. La pelinegra iba a la cabeza, Shikadai estaba analizando la situación y había decidido realizar la formación B, el rubio debía distraer con clones, Yamanaka se encargaba de cubrirlo desde los aires, mientras él y la chica limpiarían la zona.

Se escucharon dos explosiones más. Los clones de Naruto llegaron a ayudar, pero cuando se dieron cuenta, uno a uno fue desapareciendo los clones de Boruto.

Cuando llegó junto a Konohamaru. Natzuki se encontró con la misma imagen.

Boruto con una sonrisa.

Himawari pidiéndole a su hermano que abriera sus ojos.

Hinata con la ropa ensangrentada... y su chakra descontrolado."

Una extraña sensación sacó a la pelinegra de su doloroso recuerdo, ella debió haber seguido a Boruto, si tan solo hubiera sido más veloz, habría alcanzado a salvar a aquella anciana y a su nieta; también habría salvado a su sobrino. Neji, aún se cuestionaba porqué se había demorado tanto.

Ella confiaba en el ninja rubio.

Ella confiaba en Hinata.

Ella había confiado mucho.

—Debes hacer algo Shikamaru. —la mirada penetrante incomodó al Nara, muy pocas veces la había visto así, tan dolida, tan afligida— No dejes que la historia se repita con otro niño de la generación.

El pelinegro la miró con recelo, ¡por supuesto que no lo permitiría! Si de él dependiera, no habría más misiones y todo se basaría en mantener aquella paz —inexistente para él— por todos sus habitantes. Además, se lo debía a su hijo.

Con un movimiento de cabeza, le respondió a la pequeña pelinegra que seguía con una mirada afligida, pero decidida. Sonrió también, al recordarla en su adolescencia y cuando estuvo enamorado de ella.

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La pequeña Himawari jugaba por la habitación que estaba compartiendo con su madre. Se notaba lo abrumada que estaba con toda la situación, pero ella no lo demostraría, sino todo lo contrario. Tal como lo haría su hermano, sería fuerte y siempre estaría sacando lo mejor de sí misma, para poder ver sonreír a su mamá.