Capítulo X: Buscando respuestas

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Capítulo X: Buscando respuesta

— Hyūga

Karin se encontraba leyendo desesperadamente los pergaminos que, junto a sus amigos había logrado recuperar de las guaridas de Orochimaru.

Estaba la posibilidad de que él los ayudara, pero ¿realmente estaría dispuesto a eso? Si bien, se había enterado de que participo en la exhumación del cuerpo de Boruto y que había intentado regenerar sus células mediante su cabello, aún no sabía si aquel hombre estaría dispuesto a ayudar a Hinata, y no solo querer quedar bien con Sasuke.

—¿Qué es lo que tanto te preocupa?

Miró de reojo al peli naranja que se adentraba con una charola de merienda, Juugo, siempre se preocupó por ella, más que una compañera —Autoimpuesta por Sasuke— era como su hermanita, siempre la vio como una niña que amó hasta que dejó libre. Karin para Juugo, era su propia ave que supo retomar el vuelo.

—Es solo que no sé como ayudar a Sasuke—suspiró cansada. —No sé qué más hacer.

—¿Cómo lograste frenar el descontrol de Chakra de Hinata ese día?

—Usé las Cadenas de Diamantina.

Juugo la miró expectante,

Karin no supo cómo interpretar eso.

...

El dolor de cabeza la quería matar, de eso estaba segura. Ni siquiera era capaz de abrir los ojos, pues los rayos de luz, que tímidamente se peleaban por filtrarse a su habitación, parecían que estaban haciéndole una emboscada. Se giró para seguir durmiendo.

—Veo que ya despiertas.

Ella simplemente hizo caso omiso a lo que la intrusa acababa de decir.

—Naruto está preocupado por ti, creo que debes saberlo.

—No me interesa lo que tú precisamente tengas para decir, además, ¿Cómo entraste a mi casa?

La mujer soltó un bufido cansino, el espectáculo de hace unos días no le bastó para permanecer internada, ni despertar luego del golpe y técnica que Tsunade había utilizado en ella.

—Sakura, no es que me agrades, de hecho, es todo lo contrario, siento lastima por ti, mírate eres una mujer que lo tuvo todo y ahora, es una borracha—soltó ácidamente.

La chica la estaba matando, ella y su dolor de cabeza.

—Mira, no es que esté por mi propia voluntad aquí—dijo tratando de poder hacer su trabajo— lo hago por Naruto, ya sabes, cuando lo conocí me di cuenta de que te amaba, ¡Dios ese muchacho si que te amaba!, pero ahora es diferente.

Sakura apretó las sabanas con fuerza, ¿Quién se creía esa tal Shion para hablarle así?

—¿Qué pretendes? —se atrevió a hablar, pero sin voltearse.

—Ya te lo dije, solo vine porque Naruto esta preocupado, y estoy aquí porque el me pidió venir a ver a se mejor amiga, porque eso eres, no eres más importante para el —la miró con aires de superioridad— incluso su prófuga exesposa es más importante.

Sakura no aguantó más, y le lanzo la jarra que se encontraba a un lado de la mesita de noche, fue tanta la fuerza y rabia que usó, que traspasó varias paredes, trayéndola a la realidad, a la que había sido excluida desde la ultima vez que se emborrachó y su hija la vio. Ella estaba internada en su propio hospital psiquiátrico.

—Naruto me tiene a mí, ya no te necesita más— se puso de pie con la intención de salir— puedes seguir emborrachándote las veces que quieras.

《Dónde quiera que vayas》 ●•{Sasuhina}•●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora