《Dónde quiera que vayas》 ●•{Sasuhina}•●

Capítulo VI: Uzumaki Boruto

El Uchiha se acercó incrédulo de lo que veía, desactivo el rinnegan, pero no vio nada. Intentó con su Sharingan, pero tampoco obtuvo resultado. Por un momento pensó estar alucinando, pero realmente ese flujo extraño de chakra seguía ahí, junto a Hinata.

Sasuke arropó a la pequeña peli azul y la llevó a la improvisada habitación que habían creado con Karin. Cuando cerró la puerta detrás de sí, activó su doujutsu solo para encontrar una mirada azul, tan apagada como la misma oscuridad. Boruto estaba junto a Hinata. Una vez más.

Sasuke se recostó sobre la pared mientras cuida del sueño de la pequeña Himawari, aun no podía asimilar lo que había visto ¿un sueño quizás? No, porque estaba despierto. Entonces, ¿alucinó? Podría ser, lleva meses en la misión y ahora el problema con Hinata, lo debieron haber cansado. Pero solo logró verlo con su rinnegan. Definitivamente no era normal eso.

Por más que quiso conciliar el sueño, no lo logró, al amanecer debería dirigirse hacia la aldea, el cuerpo de Boruto iba a ser exhumado y el debía. No. Él quería estar ahí, despedirse como correspondía de su alumno y lograr ver algún rastro, algo que llamara la atención y que le diera una pista para llegar hacia los captores.

-Boruto, debe tener una pista escondida en algún lugar.

***

-¿realmente no puedes hacer nada?

-No, Mitzuki- dio un suspiró pesado, estaba frustrado de no haber podido devolver a la vida al Uzumaki, hubiera traído grandes beneficios, sus investigaciones crecerían y ya no sería el traidor de Konoha, sino sería "el hombre que resucitó al hijo del Hokage, y descubrió las razones de su muerte". Pero había algo que era más importante que eso. La felicidad y el sueño de su hijo. Proteger a su sol. -mañana me llevaran a la exhumación del cuerpo de Boruto- cerró los ojos con pesar-trataré de averiguar algo.

-Padre, él es Uzumaki Boruto. Somos compañeros en la academia.

-¡Qué! ¿tu padre es una serpiente? - dijo incrédulo el rubio. El peli celeste lo miró como de costumbre, con una sonrisa en su rostro.

-No. Boruto. -guardó silencio un momento, mientras su compañero asimilaba la información-no del todo.

El Uzumaki, no sabia que responder, su amigo, va y le dice que le presentará a su padre que vive en la aldea del sonido, pero le estaba hablando a una serpiente blanca que había salido quizás de que parte de su cuerpo, se lo había negado, pero resulta que, si era una serpiente, pero no del todo. Lo volvería loco. Por eso o por ser tan espeluznante a veces.

-mi padre, dice que le recuerdas al tuyo cuando era un genin.

El rubio frunció el ceño, lo que menos le gustaba en el mundo era ser comparado con Naruto, y ahora esa serpiente lo estaba haciendo. ¿Quién se creía?

-Señor padre de Mitzuki, ¡yo no me parezco al tonto de mi papá. Dattebassa'! -mientras le hablaba a la serpiente blanca que reposaba en el hombro de su amigo. en su rostro se formó una sonrisa triunfadora- soy Uzumaki Boruto. No el hijo del Hokage. ¿me entendió?

Mitzuki sonrió.

Orochimaru, supo en ese momento, que era volver a ver al joven Naruto.

-Orochimaru-sama-interrumpió uno de los miembros del equipo de investigación que se mantenía cautivo junto a él- lo buscan.

Y con el recuerdo y deseo de poder entregarle felicidad a su hijo, y a todo un pueblo, se fue al encuentro del equipo que lo llevaría a ver el cuerpo inerte y putrefacto del rubio.