《Dónde quiera que vayas》 ●•{Sasuhina}•●

Capitulo XI: avances

Capitulo XI: Avances

— Mokuton: Jukai Koutan

Se escucho el susurro que el desconocido, que los seguía pronunciaba. Sin mayor aviso, ambos shinobis se vieron en la obligación de correr y esquivar los nacimientos de raíces que brotaban del cielo. Ambos pelinegros corrieron en dirección contraria, buscando altura para tener mayor visibilidad.

—¡Shikamaru! — Gritó la chica. El pelinegro trataba de localizar a su compañera. Se suponía que esta caminata sería para distraerse y poder idear un plan para encontrar a Hinata, y ahora se veían envueltos en un jutsu que no todos pueden realizar y que además los sorprendió de repente.

El genio de Konoha, no encontraba motivos para lo que veía. En medio de la nada, se había armado un bosque y Natzuki no aparecía. Esto estaba mal...muy mal.

—¡Hiraishin no jutsu!

La pelinegra, apareció al lado del consejero del Hokage, para ser honesto, no estaba asombrado porque la muchacha hubiera realizado la técnica de rubio, estaba asombrado de que hubiera llegado a su lado tan rápido.

—El sello que te coloqué cuando fuimos novios, aún funciona—sonrió, mientras se colocaba en posición de defensa— ahora, dime ¿quién nos siguió?

Shikamaru frunció el ceño, no por el hecho de que no sabía quien o quienes estaban utilizando la técnica del primer Hokage, sino que, el hecho de que haya mencionado aquella situación, le afectaba en cierta medida. Ella siempre seria su gran amor, aún si él estuviera felizmente casado con Temari.

—Me gustaría poder responderte, pero mi querida Natzuki, no sé. Es extraño... y problemático.

—¡Cuidado! — se escuchó cuando el pelinegro fue empujado fuertemente antes de que un gran árbol callera en el sitio en el que estaban. Al incorporarse, sus ojos se abrieron de gran manera, no sabia si su compañera seguía ahí. Y entre la tierra que había levantado aquella caída se aproximó a gran velocidad. Ella debía estar ahí.

Trató de levantar las ramas que se encontraban ahí, pero no podía con todas. —Mendokuse—respiró profundo y comenzó a analizar la situación, la chica no era para nada un simple ninja, era una Jounin de Elite.

No podía formular nada concreto en su mente, pues ataques explosivos comenzaron a emanar desde el suelo "¿Es una broma?", pensó. Pero no, siluetas de lo que parecía ser chakra de color morado, salían junto a las ultimas explosiones y como si fuera poco, realizaban ninjutsu contra él.

El ninja suspiró profundo y comenzó a evadir los ataques mientras buscaba a Natzuki y a quien quiera que fuese que estuviera controlando a esas cosas.

Y fue cuando se logró posar en un árbol que la divisó entre unos escombros tratando de salir. Estaba con vida —que alivio— soltó con anhelo el ninja y de un salto cayó a su lado.

—Oe, que susto me diste— no pudo concluir su frase, pues ese chakra oscuro y de tonalidades violeta comenzó a rodear a la chica, que estaba realmente inconsciente, sin embargo, se movía como si no lo estuviera y pudiera controlar su cuerpo.

—Vamos Natzuki, no te dejes controlar—esbozó.

Shikamaru no pudo más que colocarse en posición de defensa, el panorama no vislumbraba nada bueno y tampoco podía generar el llamado de alerta para pedir refuerzos.

—Mendokuse— soltó y comenzó la batalla contra, quien fue su gran amor y ahora compañera de búsqueda.

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