JEON97 𐙚 来る . GGUKMIN AU.

xiv

No sabía cómo expresar su emoción, pues tampoco podía llamar el atención libremente en un lugar así. Tenía el corazón palpitando a la velocidad de la luz aunque su rostro se mostrase impávido bajo el gorro de la sudadera, más atento a la comida que a JiMin. Mordió un enorme bocado de eomuk, viendo cómo su cita se sacaba una foto haciendo lo mismo, bajo la luz del local de comida rápida. No pudo evitar sonreír. Lucía adorable a pesar de su expresión estoica.

JiMin le había dicho la noche anterior que le había sorprendido su calidez, debido a su rostro generalmente serio, pero JeongGuk veía también una expresión de madurez sobria, casi formal. Tal vez por ello JiMin no lo había visto de la misma forma: al fin y al cabo, a los raperos se les suele relacionar con la agresividad, lo underground, lo impulsivo. Así como era JeongGuk cuando no podía medir sus acciones.

Penoso.

- ¿Lo disfrutas? - preguntó vergonzosamente el rapero. JiMin levantó la mirada y sonrió ampliamente antes de asentir con la boca llena de eomuk. Adorable, no podía dejar de pensar en ésa palabra cuando el modelo hacía algo a su gusto. Y a JeongGuk le gustaban mucho las cosas, personas y personalidades adorables. Un tanto chocante con su estética más bien ruda.

- No sólo... ah, perdón... - JiMin tragó el bocado de eomuk y se limpió los labios con una servilleta del lugar. Luego, un tanto apresurado, tomó leche de durazno para calmarse.- Hacía tiempo que no me pegaba tan fuerte algo picante. ¡Uf! ¿Es el extra?

- Oh, no, es que éste lugar se pasa con la cantidad de picante que ponen en los eomuk.

Así es. Tras una búsqueda sin fin por los lugares más caros y cotizados de Seúl, intentando también obtener una seguridad impoluta, habían terminado en un puesto de comida poco concurrido a aquellas horas de la noche. El mismo puesto era coincidencialmente el favorito de JeongGuk, precisamente por la cantidad de pasta de pimienta picante que le agregaban a los pasteles de pez (eomuk).

Y ahí estaban los dos, en un puesto vacío, mirándose de reojo y compartiendo risitas tontas mientras comían comida típica de las calles de la ciudad. No sería la mejor cita para muchas personas, pero ambos estaban tan inmersos en la industria del entretenimiento que aquello era un respiro casi paradisíaco, imposible de no disfrutar. La brisa fresca del invierno que poco a poco se acababa, colándose por las ligeras paredes de la enorme carpa de plástico que protegía el lugar de comida.

- Entonces queda anotado. - dijo en voz baja pero segura el más bajo de los dos, jugando con sus dedos, ajeno a las notificaciones activadas de su teléfono. JeongGuk frunció el ceño mientras una risita desconcertada emergía de sus labios delgados. Se inclinó hacia el, según el rapero, más guapo de los dos.

- ¿Me explicas?

- Tal vez quiera salir contigo de nuevo.

A la respuesta le siguió una risita cohibida por parte de JiMin, mientras JeongGuk se permitía un notable sonrojo en sus mejillas y orejas. Mordió su labio inferior con suavidad y luego pasó su lengua por el sitio, intentando calmar sus pensamientos que de repente bullían con insistencia. Era un manojo de nervios, pobre rapero, pero visualmente podía controlarlo.

- Interesante tenerlo en cuenta. - no le importó mucho que su voz saliera extraña, tal vez porque estaba más pendiente de JiMin que otra cosa. Le encantaba saber que su interés amoroso se ponía nervioso (en el mejor de los sentidos) por su culpa. O que sonreía por algún chiste suyo. O que simplemente le hiciera sentir... bien.- Me queda claro, entonces, que lo disfrutas.

- Muchísimo. Me parecería una pérdida de mi tiempo si me invitaras a algún sitio y dijera que no. - respondió con cierta emoción, de una manera un tanto juvenil. JeongGuk no se guardó la sonrisa, por largos segundos.- Cuando era más pequeño, perdía mucho mi tiempo en lo que ahora amo, según mis padres. Se siente... extraño decir algo del estilo.

JeongGuk no quería presionarle a hablar, porque él mismo tenía experiencias similares en su vida y no quería que su interés amoroso se viera incómodo por su culpa. No. Quería que JiMin se sintiera de lo mejor a su lado, cómodo, pues en su cabeza así era como funcionaban las relaciones. No tenía mayor referencia que su última relación amorosa, sin embargo, que había terminado hacía seis años atrás, o algo similar.

- Puedo identificarme con éso, en cierto sentido.

- ¿De verdad?

Hubo un momento en el que, a través del espeso flequillo de JeongGuk, JiMin pudo ver el brillo de sus ojos. Por segundos, su corazón sintió detenerse antes de retomar el apresurado ritmo que llevaba manteniendo desde que se habían juntado, un par de horas atrás. Pero no dijo nada. Tan sólo admiró la parte inferior de su rostro, sus labios, su lunar.

- Bueno, es difícil venir de una familia conservadora. - siguió el rapero, miraba el eomuk sobre la encimera tipo bar, bañado en una salsa que parecía inocente, pero que era más picante que atractivo le resultaba JiMin. O similar.- No tuve la mejor de las experiencias, aunque ahora las cosas están bien.

- Yo la verdad no puedo hablar mucho de familia, sabes... - murmuró JiMin con los ojos fijos en el atisbo del rostro del más joven.- Vengo de un ambiente un tanto confuso, ni yo mismo lo entiendo. ¿Te acuerdas de lo que te dije en la cena de... hace un par de noches? Sí, bueno, estoy casi seguro de éso.

JeongGuk silbó en asombro, tomando el eomuk que llevaba a medio comer desde hacía un rato y terminándolo en unos bocados más. Se sentía raro ahondar en la vida ajena de alguien con tanta prisa, pero tampoco es como si tuvieran mucho tiempo para gozarla entre los dos. Si querían seguir con éso, necesitaban aprovechar su tiempo al máximo, acelerado como la vida en Seúl. Aunque no se sentía acelerado estar con JiMin.

Se sentía como si su vida tomara un ritmo más concreto, más humano. Más fácil de vivir. Así como cuando pasaba tiempo a solas con SeokJin o, en su momento, HoSeok. Pero ésta era una forma diferente que afloraba de a poco, segura, lenta.

- Independiente de cuál sea la verdad, mereces saberla. - sonrió el más alto.- Y pretendo apoyarte en la situación que termine siendo.